El expresidente Mauricio Macri se refirió al libro que en los últimos días se conoció que se publicará y en el que su hermano menor, Mariano, denunciará y acusará, entre otras cosas, de corrupción en el negocio del Correo Argentino y los parques eólicos.
En diálogo con Pablo Sirvén en "Hablemos de Otra Cosa", por La Nación Mas, el ex mandatario expresó: "Parece que va a haber un libro sobre mi familia, así me han dicho. Es parte de lo complejas que son las relaciones familiares. Más en mi familia, porque mi padre era tan talentoso y emprendedor como difícil".
Asimismo, habló sobre Franco, su padre. "Todos saben que tuve una relación muy traumática con él. Yo puse mi parte, la verdad. Haberme metido en política y haber metido a la política adentro de la familia, con todas las agresiones, las persecuciones, ha generado muchos conflictos", reflexionó.
Con respecto al vínculo complejo y difícil que compartió con su padre, admitió que "a veces le sigo hablando, pero al de muchos años atrás". Y sobre sus últimos años de vida, donde tuvieron pocos acercamientos, manifestó: "Perdí esa capacidad de interactuar con él, también eso fue un aprendizaje. A mis hijos les dije desde el primer día que no cuenten conmigo para trabajar, pídanme lo que quieran pero no quiero que trabajen conmigo. No quiero que me pase lo que me pasó a mí con mi padre".
Al mismo tiempo, el referente del PRO recordó a su familia desde un lado más afectuoso y explicó que le dejó una infancia con grandes facilidades y oportunidades. "Los momentos de mi infancia los ligo mucho a mi abuela, se llamaba Argentina. Tenía valores muy claros, una persona muy solidaria, muy sana, muy correcta. Ella siempre me dijo que era muy importante el valor de la palabra, ser consecuente con los afectos y después, bancársela. Es lo que yo siento que he aprendido, algo de lo cual mi padre fue un gran profesor", recordó.
Por otro lado, recordando su pasado, habló del secuestro que sufrió en 1991: "Ahí nací devuelta, fue parte de mi resiliencia. Una prueba a superar, fue muy duro, no se lo deseo a nadie estar 14 días encadenados en el mismo, en una caja de 2x2 sin saber si vas a vivir o morir, sin saber con quién hablás". Y sentenció: "Fue una experiencia muy traumática, pero ya es parte de mí. Si no hubiese pasado eso, tal vez no hubiese estado en política. Ahí me cambió la cabeza, sentí que tenía que hacer algo más que continuar el camino que me marcaba mi padre".