Tras el brutal e ilegal cierre de la Télam, trabajadoras y trabajadores de la agencia de noticias nacional le enviaron un mensaje al presidente Javier Milei a través de sus redes sociales, pidieron que deje a un lado las mentiras y solicitan que se les permita ingresar a trabajar. Cabe recordar que, desde el pasado lunes, las instalaciones se encuentran cerradas y valladas y el Gobierno nacional puso "en licencia" a los 700 trabajadores que fueron comunicados a través de correos electrónicos durante la madrugada. "No somos barrabravas, somos profesionales que queremos trabajar", apuntaron.
"Sr. presidente: Basta de mentiras. Estos somos algunos de los trabajadores y trabajadoras de Télam que estamos en la puerta, esperando que se nos permita ingresar a trabajar. Acá no hay barrabravas, somos periodistas, somos profesionales, queremos informar", expresaron a través de redes sociales las y los trabajadores de la agencia de noticias. Dicho mensaje se da en el marco de un cierre ilegal, "sin decreto ni ninguna resolución oficial".
El vocero presidencial, Manuel Adorni, sostuvo que lo que existe es una “restructuración de una semana” dentro de Télam y en esa línea, aseguró, el pasado martes, que “se va a conocer el plan para el cierre de Télam y el destino de los empleados”. Al mismo tiempo, sostuvo y justificó la medida porque “la agencia tenía pérdidas estimadas en 20 mil millones de pesos”. La agencia de noticias, según el Ejecutivo, es uno de los puntos de "pérdida" que buscan cerrar. A ella se suman: el INADI, INAI -relacionado a los pueblos originarios- y el CONICET, entre otros.
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"¡Y Télam no se cierra, no se cierra!", cantaron los trabajadores en la masiva movilización realizada el último 4 de marzo, frente a las puertas del edificio ubicado en Bolívar 531. Asimismo, además de las y los trabajadores, dijeron presente el Secretario General de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT), Pablo Moyano y representantes del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba). Diversos medios de comunicación, incluido El Destape, se solidarizaron con la situación de la agencia y de sus profesionales.
Al mismo tiempo, a lo largo de las horas, se observaron fuertes repudios de organizaciones sindicales, partidos políticos y medios periodísticos. Todo el arco político sindical y social rechazó la decisión del Ejecutivo que no fue oficializada ni por decreto ni resolución oficial. Denunciaron que se trata de un atentado a la libertad de expresión y también a la democracia.