Hambre: radiografía del impacto de la Tarjeta Alimentar

Los resultados nacionales del Índice Familiar de Acceso a la Alimentación, una investigación con más de 20 mil entrevistas presenciales en 22 provincias, revela datos sobre el alcance de la Tarjeta Alimentar y el impacto de la pandemia en la situación laboral. Advierten sobre la necesidad de contener el aumento de la canasta alimentaria.

22 de noviembre, 2020 | 00.05

En el marco del Observatorio de la Lucha contra el Hambre, el ISEPCI (Instituto de  Investigación Social, Económica y Política Ciudadana) desarrolló durante los meses de septiembre y octubre el Indicador Familiar de Acceso a la Alimentación, un proceso de investigación en el que se realizaron más de 20 mil entrevistas presenciales en espacios comunitarios de 22 provincias.

Pudieron obtener un monitoreo significativo sobre la situación alimentaria de 22620 hogares, la demanda de alimentos en los comedores y escuelas de casi todo el país, además de sus posibilidades de compras, el tipo, la cantidad y la calidad de alimentos a los acceden. Midieron el impacto de la Tarjeta Alimentar y cómo golpeó la crisis de la pandemia en la situación laboral. También permite construir información estadística sobre los diferentes aspectos vinculados con el derecho a la alimentación y la situación nutricional de las familias empobrecidas.

Entre los encuestados beneficiarios de la Tarjeta Alimentar se identificó que un 46% compró más alimentos que antes de recibirla, un 31% no modificó la cantidad y un 23% compró menos. A un 16% la tarjeta les permitió adquirir alimentos de mejor calidad. El estudio indica que un 63% de quienes no reciben la tarjeta alimentaria compró menos alimentos que antes y en el 52% de los casos debieron bajar la calidad.

Casi la totalidad de las personas consultadas fueron mujeres, en un 91%. El 23% tiene menos de 25 años, mientras un 42% van de los 26 a los 35 años de edad. En el 47% de los hogares viven 3 o 4 personas y el 33% de los grupos familiares están compuestos por 5 o 6 habitantes. En esa composición, la mayoría de los niñas y niños tienen entre 2 y 6 años.

¿Cuántas semanas del mes cubre la Tarjeta Alimentar? Dos semanas en el 55% de los hogares, una semana en el 22%, tres semanas en el 18% y solo en un 5% el monto de la tarjeta cubre el mes completo.

“En líneas generales, los resultados son favorables para las familias que recibieron la tarjeta. Es una ayuda pero de ninguna manera es una solución ni un recurso que les permita resolver sus carencias”, dice Isaac Rudnik, director nacional del ISEPCi, en diálogo con El Destape, al anticipar las principales conclusiones que serán publicadas esta semana con un informe detallado. Los resultados de la investigación ya fueron presentados este viernes al ministerio de Desarrollo Social nacional.

El relevamiento se dividió entre las familias que accedieron a la tarjeta y las que quedaron afuera del beneficio por no cumplir con los requisitos oficiales. “Si analizás la situación socioeconómica entre las familias que la reciben y las que no, ves que no hay ninguna diferencia entre unas y otras. Tienen los mismos problemas. De hecho, las familias que tienen la tarjeta, siguen concurriendo a los comedores comunitarios a buscar una ración de comida. La única razón por la que algunas no reciben, son cuestiones fiscales, de cómo administra el Estado los escasos recursos que tiene”, advierte Rudnik.

El dato social más dramático en este momento es que el 56,3% de los chicos menores de 14 años de la Argentina son pobres. Son niños y niñas que viven en hogares que no cubren la canasta básica y poco más del 15% sobreviven en la indigencia absoluta, según datos del Indec. Ante ese panorama, y en referencia al consumo de productos esenciales en menores de edad, el informe destaca que quienes reciben la Tarjeta Alimentar toman leche varias veces al día, un 53%, mientras que el 70% consume alguna verdura entre una y dos veces al día, y un 58% come frutas con la misma frecuencia. Entre quienes no tienen la tarjeta, solo el 40% pueden consumir leche todos los días y un 56% puede comer verduras.

También el informe ofrece datos sobre la situación laboral y de acceso a servicios de los más de 20 mil hogares relevados. Desde que comenzó la pandemia, la mitad tuvo una reducción de sus ingresos y en un 64% de los casos no superan los 20 mil pesos mensuales. Además, el 12% de las familias consultadas no tienen acceso a ninguno de los servicios básicos, el 85% utiliza garrafa para cocinar y el 53% de las casas no tiene cloacas.

El ISEPCi es uno de los entes que fueron convocados por el Gobierno para desarrollar el Observatorio de la Lucha Contra el Hambre, presentado en agosto. Es una iniciativa enmarcada dentro del Consejo Federal Argentina Contra el Hambre conformado por Alberto Fernández en las primeras semanas de su gestión. Luego llegó la pandemia y el impacto fue dramático. El índice de pobreza es del 40,9%, y la indigencia ascendió al 10,5% al cierre del primer semestre, según datos oficiales del Indec.

El relevamiento fue realizado en el marco de un aumento permanente de los precios de los alimentos, y por lo tanto del crecimiento de la pobreza. Un impacto directo al bolsillo de miles de familias que están al límite. El costo de los productos que integran la Canasta Básica Alimentaria (CBA) registró en octubre un incremento de 6,6%, por lo que un grupo familiar compuesto por dos adultos y dos menores necesita ingresos por $20.710 para no caer en situación de indigencia, según informó esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Censos.

El costo de la Canasta Básica Total (CBT), que además de alimentos reúne indumentaria y transporte, se incrementó 5,7% en octubre. Para no caer en la pobreza, una familia necesitó contar con ingresos por $49.911. En los últimos doce meses, el costo de la CBA avanzó 45,8% y la CBT 40%.

Ingresos de los hogares en pandemia.

“Con este indicador pudimos materializar un proceso de construcción de ciudadanía territorial, que trascendió el mero diagnóstico, y permitió consolidar un nuevo conocimiento sobre la situación que están atravesando las familias en situación de vulnerabilidad”, dice Laura Lonatti, coordinadora Nacional del Área de Salud Colectiva del ISEPCI, y que estuvo a cargo del seguimiento de construcción del indicador.

El plan social del Gobierno para fin de año

El gobierno nacional ya anunció que en diciembre se duplicará por única vez el monto que reciben los beneficiarios de la Tarjeta Alimentar, que desde diciembre de 2019 llega a 1.700.000 titulares -el 98% son madres- y a 2.880.000 niños y niñas de 0 a 6 años de edad.  Quienes cobran $4000 cobrarán a fin de año $8000, mientras que los que cobran $6000 alcanzarán los $12000 para la compra de alimentos.

Esta semana, el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, y la directora ejecutiva de ANSES, Fernanda Raverta, mantuvieron una reunión con ministras y ministros de todo el país que integran el Consejo Federal de Desarrollo Social (COFEDESO).

“Tenemos un Estado presente: en diciembre duplicamos la tarjeta Alimentar, se entregarán 1,7 millones cajas navideñas, contamos con el Potenciar Trabajo por el que unas 600 mil personas perciben 9.400 pesos y acabamos de poner en marcha el programa Potenciar Inclusión joven, mientras que Anses incorporó a un millón de niños a la AUH”, dijo Arroyo.

Raverta, por su parte, explicó que de ese millón de Asignaciones Universales por Hijo: “Ya localizamos a 723 mil chicas y chicos. La importancia de la interrelación con los ministerios de Desarrollo Social de las provincias es mucha, para poder encontrar a cada uno y a cada una de esas 300 mil nenas y nenes beneficiarias de ese derecho en cada rincón del país”.

También anticiparon que se reforzarán los fondos para los comedores y merenderos para completar toda una política de cobertura alimentaria en el cierre del año. El Gobierno evalúa, además, otorgar bonos de fin de año para los sectores más afectados por la crisis y hasta mantener un último IFE, aunque focalizado, según dijo el presidente Alberto Fernández.