Massa hizo uso de sus contactos en Washington y aparecieron los dólares acordados con el BID

En su primera jornada en Washington, el ministro de Economía se reunió con el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, y destrabó los préstamos para el país. Entre septiembre y fin de año se girarán 1.200 millones de dólares, en un total de casi 5 mil millones hasta 2023. Massa desayunó en el Departamento de Estado y cerró la jornada cenando con el asesor especial de Joe Biden para la región.

06 de septiembre, 2022 | 23.28

El ministro de Economía, Sergio Massa, hizo uso de las relaciones que durante años sembró en los sectores más conservadores de la política de Estados Unidos. "Hemos destrabado lo que estaba trabado", se encargó de anunciar el presidente del BID, el trumpista Mauricio Claver-Carone, enfrentado con el presidente Alberto Fernández, pero de afinado vínculo con Massa. Lo que estaba trabado era un préstamo de 800 millones de dólares del organismo que gracias a la recuperada buena onda se convirtieron en 1.200 millones que irán llegando al país entre septiembre y fin de año, destinados a reforzar las reservas. A eso se sumará un paquete para financiar la promoción turística, completando un total de casi 5 mil millones de dólares. Fue el saldo concreto de la primera jornada de actividades de Massa en Washington, que arrancó con un desayuno en el Departamento de Estado y concluyó con una cena en la residencia del embajador Jorge Argüello con el asesor de Joe Biden para la región. 

 A lo largo de su carrera política, Massa cultivó una variada gama de contactos en el establishment estadounidense, principalmente en el Partido Republicano. Tuvo como asesor en cuestiones de seguridad al ex alcalde neoyorquino Rudy Giuliani, quien luego se desempañaría como abogado de Donald Trump. También suele intercambiar mensajes con el senador Marco Rubio, uno de los más conocidos "halcones" de los republicanos. De ahí que Claver-Carone haya celebrado su designación como ministro de Economía, lo que le permitiría dar vuelta la página con el gobierno argentino.

Alberto Fernández hizo todo lo posible por impedir que fuera designado al frente del BID -es el primer estadounidense en ocupar ese cargo que históricamente correspondió a un latinoamericano- y propuso a Gustavo Beliz como candidato. Para más, durante esa campaña se conoció el video en el que Claver-Carone, como asesor de Trump, admitía haber presionado al directorio el FMI para que concedieran el préstamo récord a Mauricio Macri. En la última asamblea del organismo, Argentina volvió a intentar que sea removido del puesto. No lo consiguió y Claver-Carone, fortalecido, anunció que no remitiría al país los préstamos por 500 millones de dólares ya acordados para el primer semestre de 2022 y los 300 millones más prometidos a septiembre. "El tumultuoso historial financiero de Argentina afecta singularmente a los costos del banco", argumentó. 

Eso fue hace apenas mes y medio atrás. Obviamente, no era un problema económico sino político. Asumió Massa, renunció Beliz y los inconvenientes se esfumaron. Quedó ratificado en el encuentro que mantuvieron este martes. Massa estuvo acompañado por el titular del Indec, Marco Lavagna, y Claver por su segundo, Richard Martínez, en clima de camaradería. "Siempre he mostrado la mejor predisposición para ayudar a la Argentina", aseguró el presidente del BID sin ponerse colorado. "Misión cumplida, ministro", lo despidió a Massa, casi parecía su vocero. Prometió girar una suma de entre 500 y 700 millones de dólares antes de que termine el mes y otros 500 millones antes de fin de año: un total de 1.200 millones de dólares de libre disponibilidad, por lo que se destinarán a reforzar las reservas del Banco Central. El resto tiene una asignación específica que es el programa para la promoción del turismo: 1.933 millones de dólares para lo que resta del año y otros 1.800 millones para el año que viene. Así, el monto total que el BID girará a la Argentina en lo que queda de 2022 y 2023 será de 4.933 millones de dólares.

La jornada de Massa arrancó temprano en el Departamento de Estado con un desayuno con el subsecretario Ricardo Zúñiga, del que participó también el secretario adjunto, Brian Nichols. Junto a Massa estuvo el embajador Argüello, encargado de armarle la agenda de encuentros, y también el embajador estadounidense en Buenos Aires, Marc Stanley. La conversación giró en torno a la crítica situación internacional por las consecuencias de la guerra en Ucrania, principalmente a lo referido a los precios de energía y alimentos. El ministro se encontró luego con representantes de las empresas Volkswagen y Amazon y con Jack Rosen, presidente del American Jewish Congress. Pero el encuentro de mayor peso político estaría en el cierre de la jornada con Juan Sebastián González, Asesor Especial del presidente Biden, en la residencia del embajador argentino.

Previo a la cena, en la comitiva argentina destacaban el muy buen momento de la relación bilateral con Estados Unidos, que se vio reflejado en la declaración del secretario de Estado, Antony Blinken, posterior al atentado contra Cristina Kirchner. A diferencia de parte de la oposición local que todavía quiere plantear dudas sobre al ataque, el jefe de la política exterior de la Casa Blanca hizo explícita una fuerte condena y dijo posicionarse junto al gobierno argentino en su rechazo al odio y la violencia. Mas enfático aún fue la declaración de los legisladores demócratas y republicanos que no sólo condenaron "en los términos más enérgicos" el intento de asesinato y que harán lo posible para apoyar la investigación del hecho. Señales significativas de un buen vínculo, que en unos días quedará representado en la cumbre entre Biden y Fernández, todavía sin fecha precisa. Una posibilidad era que se conociera anoche, durante la cena, de la que también participarían los embajadores Argüello y Stanley. 

Durante este martes, Massa y su equipo mantendrán otra jornada carga de reuniones que arrancará a las 8 con Axel van Trotsenburg, director gerente de Operaciones del Banco Mundial, y cerrará avanzada la tarde con un grupo importante de CEOs y directores de empresas estadounidenses con inversiones en el país.