Las idas y vueltas en torno a la comunicación del Banco Central que dispuso restringir a los productores que se beneficiaron con el "dólar soja" el acceso a divisas en el mercado financiero, que fue rectificada prácticamente de inmediato, volvió tensar el vínculo entre el presidente del banco, Miguel Pesce, y el ministro de Economía, Sergio Massa. En Economía hablaban de un "problema de comunicación", pero por lo bajo deslizaban calificativos despectivos hacia las capacidades de Pesce. Por el contrario, desde el Central sostenían que la decisión fue pergeñada por el equipo de Massa y que se echaron atrás por la reacción. "El clima quedó picante", describía un funcionario en contacto con ambos despachos.
Es ya conocido que Massa puso como condición su ingreso al gabinete contar con una amplia jurisdicción como ministro de Economía, absorbiendo las funciones de Producción, Agricultura y Energía. El objetivo de ese ministerio rearmado a la vieja usanza es controlar el flujo de dólares, cuya escasez mantiene a la economía en vilo. Por eso también aspiraba a colocar a alguien de confianza el frente del Banco Central, pero en ese punto el presidente Alberto Fernández se mostró inflexible y confirmó a su amigo Pesce. Lisandro Cleri, el candidato de Massa, debió conformarse con una de las vicepresidencias. Con algunas desconfianzas, la relación se fue encaminando y, por ejemplo, Pesce se sentó junto al ministro en las reuniones clave que mantuvo con la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y la directora del FMI, Kristalina Georgieva, en su reciente viaje a Estados Unidos.
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Luego de una ardua negociación, Massa había conseguido una cotización del dólar que convenció a cerealeras y productores de liquidar sus granos y así fortalecer las reservas, el objetivo número uno desde que asumió en el cargo. Pero la resolución del BCRA conocida el lunes avanzada la tarde que quienes liquidaran con el "dólar soja" no podían comprar dólares "contado con liqui", MEP o ahorro provocó de repente que volvieran los cruces. El problema era que veían cómo los pesos del agro iban rápidamente a inflar la cotización de los dólares paralelos, con lo que la brecha con el oficial, que se buscaba achicar, volvía a agrandarse. Pero la resolución del Central fue tomada por los productores como una traición. "Massa pidió que la medida sea suspendida", explicó el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, en diálogo con El Destape Radio. En BCRA dejó entonces afuera de la prohibición a los productores sojeros y la mantuvo sólo para las empresas exportadoras.
El economista Agustín D'Atellis, integrante del directorio del Central, salió a explicar que en los acuerdos pactados con los sectores agropecuarios estaba contemplado que los pesos que obtuvieran con la liquidación se iban a destinar a algunos de los instrumentos financieros que el Banco Central creó a su pedido, ideados para que los recursos no pierdan valor frente a las diferentes cotizaciones de las divisas. Pero el dólar físico tiró más y la plata de los productores y cerealeras fue a parar a los dólares paralelos. "Todo aquel que reciba de manera directa o indirecta algún tipo de subsidio de parte del Estado entendiendo que hay una necesidad del otro lado, se quita la posibilidad de acceder al dólar ahorro", explicó D'Atellis la lógica de la resolución. Así como al que accede al subsidio energético no puede acceder al dólar ahorro, lo mismo corría para quienes accedían a la cotización del "dólar soja". Y echó manó al argumento del "error de comunicación" para justificar la primera decisión que involucraba a "personas humanas" que, se dijo más tarde, en verdad no debían estar contempladas.
"No hay decisiones unilaterales", fue otra de las frases que deslizó D'Atellis, desechando la teoría del único responsable de las desinteligencias. Lo cierto es que en Economía arrojaban dardos hacia el Central y en el Central responsabilizaban a Economía. Justo en estos días se publicó el decreto de Fernández que renovó el mandato de Pesce al frente de la entidad financiera hasta 2028, asi que están obligados a la convivencia, que viene conflictiva. En principio, luego las rectificación, el Central siguió este martes acumulando reservas: compró 180 millones de dólares y ya superó los 2.500 millones en lo que va del mes. Como era de imaginar, los dólares financieros luego de varios días de subas se mantutivieron estables mientras que el que subió 10 peso fue el blue. "El campo es un sector muy complicado", admitía D'Atellis. Esas complicaciones se trasladaron al gabinete.