Polémica en Juntos por el Cambio por el apoyo a la Ley Bases

Interna entre gobernadores de la alianza por el acompañamiento a la ley. Negocian con senadores. Dos mandatarios provinciales tienen legisladores clave para definir la votación. Pese a las internas, el PRO muestra unidad en general. En la UCR, siguen las diferencias.

10 de junio, 2024 | 21.45

En forma exprés, parte de los gobernadores de Juntos por el Cambio acordaron un breve texto, pero contundente, para darle apoyo a la Casa Rosada en las horas clave previas al debate de la Ley Bases. Hablaron con el Ejecutivo nacional para darle una señal de apoyo, lo redactaron a contrarreloj, lo leyeron por el grupo de WhatsApp y se hizo público.

La dinámica ante momentos decisivos generó algunas complicaciones. El texto se escribió, se pasó por teléfono y se dio un tiempo prudencial para que quienes no estuvieran de acuerdo lo manifestaran. Según confió una fuente al tanto de las conversaciones, eso no sucedió. Ninguno alzó su voz en contra de manifestar el apoyo. Pero, con el correr de las horas, hubo reclamos.

El que salió públicamente fue el dirigente Emiliano Yacobitti, que denunció la falsedad del comunicado por tener impreso el nombre de Maximiliano Pullaro que, según un sector de la UCR, no estaba de acuerdo. Un tiempo después, en LN+, se mencionó el nombre de Ignacio Torres, del PRO, en el mismo sentido.

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“Que lo digan públicamente. Todos firmaron, si la interna entra a jugar no podemos hacer nada”, lanzó una fuente cambiemita. Según confió “todos estaban de acuerdo, pero se puede aceptar que uno estuviera incómodo”. El comunicado existió, pese a que ninguno le dio difusión en privado, y ahora se expuso a los críticos a manifestar su disidencia abiertamente, y que no lo hicieron a tiempo en WhatsApp. 

El impulso del comunicado mostró una sensación de hartazgo algo generalizada. Salieron a la cancha para meter presión en el sprint final con el claro objetivo de lograr la sanción de la ley en general y que el gobierno pueda tener su primera herramienta de trabajo aprobada por el Congreso. Es la postura que tuvieron desde un principio, que mantuvieron durante estos meses y decidieron salir a ratificar frente a la posibilidad de un miércoles negro.

Cerca de otro gobernador recordaron que, más allá de las críticas de última hora, Pullaro mostró su apoyo durante el verano y no muy lejos en el tiempo. Su firma era la más llamativa, dado que, dentro de los gobernadores, es el más cercano a Martín Lousteau que el viernes presentó su propio dictamen, marcando una distancia abismal con la propuesta de Javier Milei. 

Lousteau ya adoptó una posición y, sea cual sea el pronunciamiento de la dirigencia ejecutiva, en principio, su intención no es la de acompañar al gobierno. Su proyecto, lejos de habilitar los deseos de Milei, busca evitar la delegación de facultades, endurecer el acceso al blanqueo, modificar el RIGI, avanzar con el debate jubilatorio y universitario, entre otros ítem.

La maniobra de los gobernadores de Juntos por el Cambio, pero sobre todo la interna que se desató por las firmas, dejó al descubierto la dificultad, para unos y otros, de garantizar el número que permita una real sensación de triunfo. Al mismo tiempo, la intención de jugar a fondo para dar vuelta esa situación y contar con las voluntades necesarias para avanzar.

En JxC, hay mandatarios que están conversando con senadores para poder garantizarle los votos al gobierno. No es sólo un comunicado, no son solo declaraciones en los medios sino aparato, estructura y contactos. Cada gobernador tiene legisladores de su provincia para convencer. Dos de ellos, de hecho, poseen nombres clave, como Rogelio Frigerio (Entre Ríos), con Edgardo Kueider y Gustavo Valdés (Corrientes), con Carlos “Camau” Espínola.

La definición pasará por lo que pueda negociarse en el recinto y lo que suceda en las calles ese miércoles. Si en la votación en particular, una vez aprobada en general, el proyecto se ve desguazado, como ocurrió en el verano en Diputados, podría darse un escenario poco optimista para el gobierno en el que tenga que ceder más de la cuenta. Pero, en lo discursivo, La Libertad Avanza y aliados carnales pujarán por instalar – con el aparato que manejan – las trabas de la casta.

Más allá de eso, en el Senado saben, desde el sector que empuja para la aprobación de la ley, que “está peleado” y que las próximas horas, junto con la movilización, serán decisivas. El senador radical, Pablo Blanco, adelantó que “los números dan para la aprobación en general, porque los dichos del presidente Javier Milei muchas veces modifican los ánimos”, por lo que todo puede cambiar. Crítico de las privatizaciones y facultades delegadas, celebró la posibilidad de que el gobierno retire del listado negro a Aerolíneas Argentinas. “El Poder Ejecutivo está aceptando una realidad, sino lo verá reflejado en la votación”, sostuvo, según consignó El Parlamentario.

La aerolínea estatal, junto al Correo Argentino, forma parte del grupo selecto de empresas que en el interior valoran y no están dispuestos a entregar. Otras batallas, en particular, estarán concentradas en el RIGI, para fomentar la industria local y no destruirla, Ganancias, y el blanqueo de capitales, que también cosechó críticas en el PRO.

El macrismo descarta que aportará los seis votos de su bloque y el de Beatriz Ávila, parte del Frente PRO, para impulsar la ley. El comunicado de los gobernadores fue leído como “contundente”, aunque no implicó la seguridad ciega, dado lo apretado de la votación. Pese a las internas territoriales, los amarillos mostraron unidad en ambas Cámaras – solo que esta vez probablemente haya planteos en particular -. La intención es no meter demasiado ruido con los problemas propios, al menos por ahora. Que se circunscriban al ámbito en el que nacieron. La interna del PRO en Buenos Aires no llegó a lo nacional, la ruptura del bloque en la Legislatura provincial no se replicó en el Congreso y, tal vez, se eviten batallas innecesarias.

En el entorno de Patricia Bullrich aseguraron que todavía no se sentaron a pensar la estrategia camino a las elecciones partidarias en la provincia. De querer armar una interna, tendrán hasta el 25 de junio para presentar una lista alternativa a la que encabezará Cristian Ritondo camino al 4 de agosto, cuando se le dará cierre a la historia. El diputado nacional no espera tener una batalla interna, sino que hay acuerdo para avanzar con una lista de unidad. Los bullrichistas, en Buenos Aires, no quieren distraerse con una discusión partidaria y destacan que ellos también son PRO, en la lucha por la identidad y la permanencia.

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