El martes, el Senado de la Nación debatirá los proyectos de ley Bases y el paquete fiscal. Los expedientes de desguace del Estado y desregulación de la economía enviados por el presidente Javier Milei al Congreso tendrían una vuelta a Diputados, ya que en particular no hay acompañamiento para algunos puntos.
Fuera del lote de los que acompañan, se encuentra el interbloque de Unión por la Patria y el senador de la Unión Cívica Radical (UCR) Martín Lousteau, que presentará su propio dictamen. En ese escenario, a días del tratamiento del recinto, el titular del partido centenario tuvo un pequeño guiño desde el peronismo que puede encender una alarma en el oficialismo de La Libertad Avanza, que sigue con las negociaciones.
En declaraciones a Radio 10, el jefe del interbloque Unión por la Patria, José Mayans, aclaró este sabado que los 33 peronistas votarán en contra de la Bases y el paquete fiscal. Sin embargo, reconoció: "Estamos viendo la propuesta que hizo Lousteau, estamos analizando, porque es absolutamente diferente a la que presentó el Ejecutivo".
Desde el entorno del formoseño señalaron a El Destape que "se habla con todos" y "seguramente se verá en la semana", en respuesta a si están hablando con el porteño. Otras fuentes cercanas a la bancada peronista indicaron que "están todos viendo", aunque también subrayaron que "sigue firme la idea de rechazar el de mayoría".
Más allá de esto, voces cercanas a Lousteau aclararon a este medio que por el momento no hay conversaciones con Unión por la Patria.
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Este guiño se da una semana después de que en Diputados, Unión por la Patria y la UCR, además de los bloques de Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal, avanzaran en un acuerdo para impulsar la sanción del proyecto de actualización previsional.
El acuerdó se cocinó con especial celo en evitar suspicacias sobré quién cedía en qué parte para que salga. Lo cierto es que la sanción en Diputados despertó la furia twittera de Milei, que volvió a incurrir en la caracterización vía Inteligencia Artificial del Congreso como un nido de ratas y una amenaza de veto presidencial floja de números.
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Como sea, Lousteau había anunciado que iba a avanzar en un dictamen propio. El expediente propone, entre otros puntos, más rigidez en el blanqueo, continuidad de parte de la obra pública, cambios en el Impuesto a las Ganancias, recorte a las facultades delegadas y pide precisiones sobre la privatización de empresas.
En contraposición a Lousteau, el resto de su bloque del radicalismo acompañó el proyecto, aunque con disidencias. Los únicos que pusieron el gancho sin objeciones fueron Rodolfo Suárez y Mariana Juri, los dos de Mendoza.
Fuentes cercanas a Lousteau comentaban que el porteño piensa que los senadores de su partido querían "que pase rápido la votación". Otras voces que conocen la interna del bloque le restaron trascendencia al titular del partido a nivel nacional. "El único que le presta atención es (el senador nacional Maximiliano) Abad".
Ante la consulta sobre si esto es cierto, voces cercanas al titular del radicalismo en la provincia de Buenos Aires solo se limitaron a señalar que Abad está dispuesto a analizar el proyecto de Lousteau.
Sacando el guiño peronista y los radicales, Louestau encuentra sintonía en el recinto con otra senadora por la Ciudad de Buenos Aires, Guadalupe Tagliaferri. Diferenciandose del bloque del PRO que apoyó el dictamen del oficialismo y puso el gancho, la legisladora que responde al ex jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta firmó pero con disidencias.
Voces cercanas a Tagliaferri recordaron la firma en disidencia y sostienen que se "mantiene en ese lugar". Sin embargo, coincidieron en que "si alguna de las mejoras que propone Lousteau se pone a consideración, no se cierra a verlas".
Desde el bloque radical comentan que si fuera por ellos, "se hubiese votado el viernes", en rigor a los 7 días que marca al reglamento de la Cámara."Los acuerdos con los gobernadores allanaron el camino hacia la sanción", acotaron.
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En ese escenario, consideraron que el envío de fondos para obras por parte del Gobierno nacional es un salvavidas para las gestiones provinciales, que tienen que lidiar con el recorte del presidente de la motosierra y que prefieren terminar las obras, pese a que sean los estados subnacionales los que tengan que hacerse cargo.
En ese cambio de figuritas estuvo el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. El reemplazante del ninguneado Nicolás Posse fue uno de los que gestó la negociación para que salga el dictamen hace dos semanas e incorporó - con mayor o menor grado de poder de decisión - a la vicepresidenta Victoria Villarruel a la mesa de negociación.
Fue así que Francos recibió esta semana a los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba), Ignacio Torres (Chubut), Rolando Figueroa (Neuquén), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Alfredo Cornejo (Mendoza).
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El martes a las 18 se realizará la reunión de labor parlamentaria y el miercoles a las 10, ante un Congreso rodeado de manifestaciones - muchas de ellas, que incluyen a referentes de Unión por la Patria- el Senado tratará la ley Bases y el paquete fiscal.
Si bien la convocatoria está prevista para las 10, Unión por la Patria había solicitado una sesión especial para interpelar a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, por el escándalo de los alimentos para comedores retenidos y otras presuntas irregularidades. Por el momento, desde la Cámara que lidera Villarruel no hubo ningún llamado. "Nada hasta después de la ley Bases", comentaban desde el entorno de la Vice en la semana.
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