En paralelo a la aceptación de Javier Milei de que no tendrá la Ley Bases y el paquete fiscal para la fecha originaria para el Pacto de Mayo, funcionarios de Casa Rosada y senadores “dialoguistas” continúan las conversaciones para avanzar en los cambios propuestos. La idea es llegar al recinto con un dictamen de consenso, pero sin fecha definida. El segundo de Nicolás Posse está en el minuto a minuto de una negociación en la que la oposición no se apura y prefiere tomarse el tiempo necesario para aprobarlas.
La Ley Bases regresará a la Cámara de Diputados junto al paquete fiscal y el Gobierno lo sabe. La oposición “dialoguista” va más allá y asegura que en Casa Rosada no se pueden hacer los sorprendidos porque siempre supieron que desde que obtuvo la media sanción era un hecho que al menos Ganancias iba a regresar por el bloque de senadores patagónicos que rechaza el nuevo mínimo imponible. “Sabían que no iba a pasar”, destaca una senadora opositora a este medio.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
A ese obstáculo se le sumaron cuestionamientos que se hicieron visibles la semana pasada a través de senadores de la oposición, entre los que se destacaron Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri además de los de Unión por la Patria. El blanqueo de capitales y el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) fueron los principales capítulos sobre los que se trabajan en cambios.
En medio de este debate, en el PRO quedaron en evidencia las líneas internas sobre cuál debe ser la posición del partido respecto del Gobierno. La senadora Guadalupe Tagliaferri fue de las voces más críticas dentro de la oposición “dialoguista” en las reuniones del plenario al objetar el blanqueo y el RIGI.
La semana pasada, la senadora porteña expresó que el artículo 35 del capítulo 6 referido es lo que más le preocupa y donde puso un límite. “Entre muchos otros aspectos que se pueden mejorar, la ley de blanqueo propuesta por el Ejecutivo da lugar a que se puedan legitimar bienes de testaferros. Si realmente queremos erradicar la corrupción y la impunidad en la Argentina, este artículo del proyecto debe cambiar”, marcó.
En su partido no cayeron bien estas declaraciones y, sobre todo, la postura de Tagliaferri. El diputado Damián Arabia se mostró molesto y reconoció que para él "no corresponde la postura” que expuso. "Cuando sos parte de un partido tenés que ser orgánica, si no andate", advirtió.
En ese bloque que conduce Cristian Ritondo siguieron en esa línea y apuntaron a El Destape que Tagliaferri “no representa el comportamiento y el compromiso partidario que tuvo el PRO en estos primeros meses de gobierno de Milei” de colaborar con su voto al oficialismo en la Ley Bases y en el paquete fiscal.
MÁS INFO
El trasfondo de ese cruce se ubica también en la pelea electoral que se dio el año pasado en el partido y en la discusión sobre si ir o no a una fusión con La Libertad Avanza. Tagliaferri está referenciada con Horacio Rodríguez Larreta, mientras que Arabia es de la mesa política de Patricia Bullrich y será el próximo vicepresidente de Mauricio Macri en el partido.
Desde el entorno de Tagliaferri señalaron a El Destape que la senadora no planea votar en contra de los proyectos y que su cuestionamiento contra los testaferros a los que beneficia el blanqueo van en sintonía con lo que siempre criticó el PRO. Molestos y con cierta ironía hacia los "halcones", explicaron: "Los que se callan la boca y votan a libro cerrado son los del oficialismo. Cuando sos oposición, acompañás y buscás mejorar sin poner palos en la rueda". Y recordaron: "En Diputados la que le reescribió la ley al Gobierno fue Silvia Lospennato y es del PRO". La identidad del partido, en juego.
Avanzan las negociaciones
Las negociaciones las lleva adelante Casa Rosada y el lunes estuvo todo el día el número dos del Jefe de Gabinete, José Rolandi, para avanzar en las charlas. Fue una continuidad de las reuniones que el ministro Guillermo Francos tuvo con Martín Lousteau y las que también se dieron con los senadores Carlos “Camau” Espínola y Juan Carlos Romero.
Privatizaciones, reforma laboral y reforma del Estado junto a delegación de facultades son puntos en los que ya se da por saldada la discusión en la Cámara baja. Sobre los capítulos en cuestión los “dialoguistas” ponderan que en el Gobierno “hay una actitud de querer escuchar” y que la redacción se puede cambiar. “Hay predisposición para mejorarla”, destacaron desde una bancada opositora con interés en darle esta herramienta a Javier Milei. "Nadie quiere dilatar, hagámoslo ràpido pero bien", sumaron.
Más allá de cuestionamientos y cambios que se impulsan, el clima general de la oposición que no forma parte de Unión por la Patria tiene interés en aprobar ambas leyes y ven que los gobernadores, aun los patagónicos, están en esa sintonía. “No veo a los gobernadores mandando a votar en contra el paquete entero”, analizaron en el PRO. “Salvo los K, nadie quiere que se caiga la ley”, se sinceraron.
La idea es llegar al recinto con un dictamen de consenso aunque no está claro en qué plazo se puede llegar a dar el entendimiento. “No hay un día definido”, reconocieron. La idea del Gobierno era tener todo aprobado este jueves, algo que no sucederá. Para el sábado 25 de mayo, fecha pautada para celebrar el Pacto de Mayo en Córdoba, todavía falta pero con los cambios y el regreso a Diputados es imposible llegar. Milei lo sabe y por eso ya reconoció: "No hay problema, las reformas estructurales son para largo plazo. Si no es en mayo será en junio o en julio, pero las reformas estructurales, tarde o temprano, las vamos a hacer".
En paralelo, mañana el Senado recibirá al jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Al funcionario, que supo desempeñarse en las filas de Corporación América, se le conocerá por primera vez la voz públicamente. Los opositores de buen diálogo con el oficialismo creen que la dinámica no será la misma que en las reuniones del plenario. “No me voy a poner en kirchnerista”, soltaron desde una de las bancadas referenciadas en Juntos por el Cambio.