La ocupación de camas críticas en el sector público de Rosario y otras localidades como Santa Fe y Rafaela sigue en niveles críticos cercanos al 100%. Mientras la región se sumerge en el colapso sanitario, este lunes se habilitaron algunas flexibilizaciones en rubros golpeados y se mantienen, por el momento, las clases presenciales en el nivel primario. Sin embargo, el gobernador Omar Perotti evalúa endurecer las restricciones al calor del reclamo de cerrar actividades al menos por 10 días que cunde entre los expertos, y habrá un anuncio antes del viernes. Las escuelas están en la mira.
La segunda ola llegó con todo y, tal como lo anticiparon desde el Ministerio de Salud provincial, el pico apareció a mediados de mayo con un nivel de ocupación de camas de terapia intensiva altísimo y mucha preocupación por una alta meseta de contagios de coronavirus que se ubica por encima de los 2 mil casos diarios durante la semana. El sector público de la salud y el privado volvieron a estar al límite en Rosario, con números que oscilaron entre el 94% y el 100%, que van desde la saturación al colapso. Las cosas comenzaron a ponerse graves en la provincia.
"El domingo a la noche no había camas en efectores públicos del triángulo hipercrítico de Rosario, Santa Fe y Rafaela. La cama más cercana estaba en Firmat, ubicada a 120 kilómetros de distancia. Hoy estamos en colapso sanitario total, a la espera de que se desocupe una cama en algún lugar de la provincia minuto a minuto", dijo este lunes Rodrigo Mediavilla, director de Tercer Nivel de Salud de la provincia. "Siempre decía qué haríamos cuando no hubiera más camas para atender a un paciente, y ya llegó ese momento", lamentó. A nivel provincial el promedio de ocupación en hospitales públicos marca el 98%.
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El privado se encuentra algo mejor, pero no tanto. Luego de una semana en la que la ocupación trepó al 99%, los sanatorios y clínicas tuvieron un poco de aire el fin de semana, en el que bajó a 94%, pero este lunes subió nuevamente a 98%. "Sigue igual que los últimos diez días, con un dígito de camas disponibles", describió a El Destape Carolina Subirá, infectóloga de la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados de Rosario. "Estamos con una cama libre en cada clínica, esperando que se desocupe alguna para volver a ocuparla", describió.
La médica dijo que la semana pasada hubo que derivar pacientes de Rosario a otros efectores de la región, y que a costa de intervenciones de esas características se puede mantener la atención y dar respuesta a la demanda de salud de la población. "Es una situación en extremo compleja. Esperemos nunca llegar a tener que elegir a quién subir a UTI e intubar, y a quién no", advirtió. "Tenemos que ganar tiempo, porque más camas no podemos poner. Necesitamos que haya menos contagios para que se recuperen los que están internados, y así podamos atender a otros", pidió.
Estrés del sistema sanitario
Una de las claves para graficar la tensión a la que están sometidas las instalaciones y los profesionales de la salud es que durante la semana pasada casi todos los días en la ciudad hubo más personas infectadas que recuperados de la enfermedad (este domingo cambió la proporción y fue 583 recuperados a 502 contagiados), y eso sumó tensión al sistema, porque el universo de infectados crece. El acumulado desde el inicio de la pandemia ya superó los 300 mil positivos y se acerca a las 5 mil víctimas fatales en todo el territorio provincial.
El reclamo de cerrar, en tanto, crece entre los especialistas. Miguel Ángel Capiello, ex ministro de salud de la provincia e integrante del comité de expertos que asesora al gobernador, comentó a El Destape: "Estamos preocupados porque no han hecho nada de lo que hemos propuesto. Si está colapsado Rosario, Santa Fe y Rafaela que tienen menos recursos van a estar igual o peor. Antes de que tengamos que decidir a quién no le ponemos respirador, tenemos que volver a fase 1 con restricciones absolutas por lo menos por 10 días".
El sanitarista era un gran defensor de la presencialidad, pero cree que la situación llegó a un límite y eso significa cerrar escuelas, bares, restaurantes, circulación, parques y fútbol 5. "Hay que estar guardado. Poner camas no resuelve el problema. Tenemos que cerrar todo, no podemos tomar medidas alternativas y después ver que hay fiestas clandestinas. Hay que tomar medidas odiosas y las tiene que tomar el gobernador, porque si no esto termina muy mal", señaló Cappiello, para quien paralelamente el Estado debe "salir a testear y buscar asintomáticos, y vacunar a toda la población posible".
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¿Qué se va a cerrar en Santa Fe?
Además del grupo de expertos que consulta Perotti, un sector de trabajadores y profesionales de la salud volvió a plantear que se deben tomar medidas restrictivas urgentes y claras para frenar la circulación de personas y con ello la ola de contagios. La Asamblea de Trabajadores de la Salud sugiere suspender las clases en todos los niveles educativos por 15 días para reducir al mínimo la movilidad de un 30% de la población. "Es desesperante este escenario. Pareciera que trabajar en salud hoy supone contar muertos. El sistema está colapsado, lo que significa que el paciente que requiera una cama crítica por Covid o algún cuadro grave no la va a tener. Este es el peor escenario de la catástrofe", pronosticó Lucas De Candia, médico generalista e integrante de la organización.
La Asamblea hizo un llamamiento público para que se tomen medidas "urgentes y contundentes", ya que consideran que "no hay margen" para discutir o diseñar algo nuevo. "En el mundo entero lo único que funciona es la vacuna, y las medidas no farmacológicas como las restricciones para ganar tiempo. Hoy en Santa Fe todos los departamentos están en rojo. Si no se cierra por lo mínimo 15 días, no hay salida", alertó De Candia. "Hoy es irresponsable tener abierto cualquier lugar donde la gente se pueda contagiar. Las vacunas sin otras medidas con la circulación de nuevas variantes no alcanzan. Este es un virus nuevo, quien se infectó se puede volver a infectar, y el que no se infectó puede tener un cuadro más grave que el año pasado. La gente en la calle está jugando a la ruleta rusa, y los gobiernos están llegando tarde", radiografió el profesional de la salud.
Decisiones
Durante una jornada de lunes en la que todo amaneció prendido fuego, también pudo verse que las presiones de los distintos sectores permean las decisiones políticas. En medio del caos, la provincia sostuvo la presencialidad en el nivel inicial y primario, aunque seguirá la virtualidad en la secundaria, y se flexibilizó la actividad de la gastronomía, gimnasios y fútbol 5. Dado el incremento de casos positivos, Educación echó atrás la vuelta a las aulas en el nivel secundario, que continuarán dictándose de manera virtual en los departamentos Rosario y San Lorenzo. Mientras tanto, una agrupación de padres de alumnos de primaria pidió al gobernador la presencialidad escolar optativa, es decir que les permita a sus hijos no asistir a las escuelas con el compromiso de sostener el lazo con la institución.
Por otra parte, desde el viernes el sector gastronómico pudo abrir sus puertas hasta las 22, con la posibilidad de que los comensales permanezcan hasta las 23. Este nuevo horario les permitió a las cervecerías abrir y ampliar a los restaurantes que abrían sólo al mediodía. En tanto, este lunes volvieron a abrir los gimnasios en Rosario. El aforo bajó a 10 personas por turno (ya no 30%) y deben garantizar ventilación cruzada o aire libre en patios o terrazas. El 95% volvió a la actividad, porque casi todos cumplen con esa condición. Las canchas de fútbol 5 también obtuvieron permiso para funcionar bajo la modalidad de entrenamiento, sin partidos.
Pero con el revuelo que se armó ante la noticia de que no quedaban camas, este lunes por la mañana Perotti anunció la llegada de 17 respiradores más y dijo que analizan quitar circulación con medidas cortas y de alto impacto para oxigenar al sistema de salud, porque "todo lo que se amplía se ocupa inmediatamente". El gobernador dijo que mayo "es un mes dificilísimo", ya que se "consumió" la ampliación hecha al sistema y remarcó el pedido de responsabilidad social para evitar más contagios. De forma expeditiva, los directores de los hospitales de la provincia fueron convocados al mediodía a una reunión por zoom con el mandatario en la que le solicitaron medidas restrictivas.
"En los últimos 14 días se han incorporado 50 camas ventiladas en toda la provincia. Pero la situación ha llevado a la alta ocupación, que tiene que ver con una gran agresividad del virus, mayor cantidad de días de internación -promedio de 21 días- y población joven afectada", dijo la ministra de Salud Sonia Martorano luego del encuentro virtual. La funcionaria dijo que escucharán los pedidos de restricciones "para trabajar en disminuir la tasa de contagios, porque la respuesta del sistema de salud está absolutamente en su límite máximo y ya no hay más capacidad de atención".
Por la tarde fue el turno de los intendentes, y faltaría (según la lógica que se sigue habitualmente) que Perotti escuche al comité de expertos antes de tomar una decisión. Por ello, se espera que haya algún anuncio al respecto en las próximas jornadas, y la información oficial indica que sería antes del viernes.