Con 11.700 casos de coronavirus en promedio por día en la provincia de Buenos Aires, la segunda ola de COVID-19 está poniendo al límite la ocupación de camas de Terapia Intensiva y el sistema sanitario se reciente día a día. A la crítica situación sanitaria, y a 48 horas de vencerse el Decreto Necesidad y Urgencia (DNU), se sumarán las bajas temperaturas que, esta semana, comenzaron a sentirse mucho en la provincia de Buenos Aires pero sobre todo en el conurbano, espacio demográfico que concentra más del 80% de los contagios.
En diálogo con El Destape, Guillermo Docena, doctor en Ciencias Bioquímica, investigador del CONICET, y asesor del Gobernador bonaerense, dijo que “la transmisión viral no se ve afectada con la temperatura, en realidad, lo que cambia la temperatura son los hábitos comunitarios”. En ese sentido se refirió que, “al estar menos tiempo en lugares abiertos o ventilados, las personas van a tener mayor posibilidad de contagiarse por estar en un lugar cerrado y en cercanía con ese otro”.
A modo de ejemplo señaló que en los bares y restaurantes, “en vez de estar afuera, las personas estarán adentro y se generará un hacinamiento y será difícil cumplir con el aforo”. El médico ratificó que “la transmisión no va a cambiar porque es independiente de la temperatura, lo que cambia es la interacción entre las personas”.
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Un análisis que el doctor posee es la curva de temperatura versus la cantidad de llamada al 148: “Vimos que coincide el aumento de la curva de llamados con la disminución de la curva de la temperatura - algo que ocurre a la noche - y eso se bloqueó con el cierre de la nocturnidad”, además agregó que “con distintos cruces vimos que la procedencia de los llamados era gente de clase media 20 días atrás; ahora empezaron a aparecer llamados desde los barrios más populares, o sea que el virus se va irradiando”.
Es por ello que Docena afirmó que su pedido a las máximas autoridades es “volver a Fase 1”, ya que “no hay más margen en la situación sanitaria. Los hospitales están llenos, estamos dependiendo del recambio de camas para ingresar a una persona y en este momento tenés a la gente con la neumonía en la casa y eso es muy grave”.
Por su parte, Tomas Orduña, médico infectólogo y Jefe de servicio de patologías regionales y medicina tropical del Hospital de Infecciosas Muñiz, dijo que el frío “es favorecedor de la transmisión por disminución de las actividades al aire libre y de las aperturas de puertas y ventanas que se hacen en el verano”. Al respecto dijo que “debe haber movimiento de la masa aérea dentro de las habitaciones” y afirmó: “todo lo que nos permita y se pueda hacer estar al aire libre, mejor”.
En ese sentido se refirió a que el uso del barbijo, además de utilizarse para combatir al coronavirus, en épocas de bajas temperaturas, tiene otro beneficio: “El aire frio penetra en la vía aérea y el barbijo también ayuda, ya que el frio que respiras se humidifica dentro del barbijo y es mejor que respirar aire a 5 grados bajo cero, por ejemplo”.
Enio García, jefe de Asesores del ministerio de Salud bonaerense dijo que las temperaturas “no parecen afectar de manera significativa en la biología del virus”, ya que “hay estudios que muestran mayor o menor eficacia de la trasmisibilidad en función de cambios en la humedad y temperatura, pero pareciera que no es algo que influye demasiado”.
Sin embargo señaló que “el tema de la temperatura produce cambios en nuestro comportamiento. La tendencia a ventilar es menor en los espacios durante la temporada de bajas temperaturas y las reuniones en lugares abiertos son menores, lo que pareciera ser que más afecta e impacta en el aumento de la circulación viral”.
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Es por ello que ratificó que “aunque estamos en una situación muy compleja de la pandemia, y un escenario en términos de casos y demanda hospitalaria nunca visto en la región y el país, nos quedan 4 meses duros por adelante. Va a ser muy difícil llevar esto sin restricciones, porque hay una tendencia en empeorar la situación durante la temporada de invierno”.
Por su parte, Jorge Rachid, médico, profesor de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) y asesor del mandatario provincial explicó que “la foto que estamos viendo hoy es una película que produjo la molécula 14 días atrás, la estrategia proponemos nosotros es cortarle el camino, la ruta al virus, cerrar el ciclo de la molécula”, ya que “es la única manera de frenar el espiral que nos dejó una meseta tan alta como el Cristo Redentor y nos colapsa el sistema irremediablemente”.
Además explicó que, todavía, “la variante de la cepa Manaos no es el virus dominante”, aunque advirtió que, actualmente, “el ataque del virus es sobre población de 45 a 55 años, porque el virus cambió sus proteínas y, una vez que terminó con los grupos más débiles se dirige hacia la inmunidad natural que tiene los jóvenes que es la salud en sí”.