El gigantesco Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) anunciado por el presidente Javier Milei desreguló sectores de la economía que tendrán un efecto inmediato en el bolsillo de los trabajadores, jubiladores y las clases populares y medias en general. Uno de ellos es la salud privada. Según adelantó el mandatario, el texto incluye la "eliminación de las restricciones de precios a la industria prepaga", lo que significa que ya no regirán los aumentos controlados que venían registrando los usuarios prácticamente mes a mes, sino que a partir de ahora las empresas podrán aumentar todo lo que deseen.
Además, el DNU establecerá la "incorporación de las empresas de medicina prepaga al régimen de obras sociales" y el "establecimiento de la receta electrónica para agilizar el servicio y minimizar costos". Finalmente, Milei mencionó "modificaciones al régimen de empresas farmacéuticas para fomentar la competencia y reducir costos", aunque aún no se conocen los detalles de las reformas.
Ya lo venían anunciando y las empresas, celebrando
“Lo que hay que hacer es una bruta desregulación”, había afirmado Diana Mondino, pocos días antes de asumir como canciller del Gobierno de La Libertad Avanza. A fin de año vencía el acuerdo de regulación de tarifas establecido por la administración del Frente de Todos. Para diciembre, las prepagas habían sido autorizadas con subas del 11%. Pero Milei tenía otra idea en mente y, por eso, empresarios del sector pronosticaban hace semanas que desregularía el sector.
“No me sorprendería que se liberen los precios. Los valores no pueden estar por debajo de los costos”, había dicho Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical y el Canal América 24, donde también pisa Eduardo Eurnekian, antiguo empleador de Milei. Con la desregulación, las cuotas de las prepagas podrían aumentar un 40% durante enero.
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Las entidades de este sector suelen llorar pérdidas económicas de manera permanente. Según un relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), las seis grandes – Galeno, Medicus, Medifé, Omint, OSDE, y Swiss Medical- acumularon ingresos por 44.000 millones de dólares entre 2015 y 2020.
Durante la pandemia, recibieron los aportes estatales para cubrir el salario de sus trabajadores (ATP, REPRO y Fescas); además, pagan una cuota reducida de IVA, recursos indirectos que sumarían 240.000 millones de pesos que no destinan al fisco; también fueron eximidas de pagar las contribuciones patronales a partir del decreto 34/2021, que se supone está vigente hasta el cierre de este año.