El Gobierno citó a los empresarios para discutir la reforma laboral en medio de cruces con los gremios

El secretario de Trabajo citó a las entidades patronales que conforman el G6 a un encuentro el miércoles próximo. Días atrás, la CGT planteó algunas objeciones al articulado de la Ley Bases, pero los empresarios quieren que se incluya algunas cosas que quedaron afuera en el debate en el Congreso. El tironeo se da en medio del reclamo de gremios como Camioneros y Bancarios por Ganancias. 

23 de julio, 2024 | 00.05

En un anticipo de lo que se supone debatirá el Consejo de Mayo, si es que llega a constituirse, el secretario de Empleo, Julio Cordero, citó para este miércoles a los representantes del G6, el grupo de entidades empresarias que conforman la UIA, Sociedad Rural, la Asociación de Bancos, la Bolsa de Comercio, la Cámara de la Construcción y la Cámara de Comercio. Según el Gobierno, la agenda será "abierta", pero en el temario figura en primer término la reglamentación de la reforma laboral incluida en la Ley Bases.

Días atrás, Cordero recibió a la CGT, que le planteó su rechazo a los artículos que penalizan los bloqueos sindicales y el que establece la figura del trabajador independiente que puede tomar hasta tres trabajadores sin relación de dependencia. El sector patronal no sólo defenderá esos artículos sino que hará la posible por reincorporar algunos de los puntos incluidos en la Ley Bases original. "Era más profunda", sostienen los empresarios.

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El secretario Cordero se sentirá a su gusto en el encuentro del miércoles. Como ex abogado del grupo Techint, Cordero conoce bien a quienes será sus interlocutores y casi que podría anticipar lo que van a plantearle. Estuvo en su mismo lugar hasta hace unos meses. "Es urgente recuperar el diálogo social en la Argentina", escribió el funcionario en el último número del newsletter de Idea, la entidad empresarial. Es cierto que su especialidad en el sector privado también lo llevó a tomar contacto con la conducción sindical, a la que frecuentó. Se notó en los abrazos que intercambió con Hector Daer, Gerardo Martínez y Armando Cavalieri en la reunión de días atrás.

Junto con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el secretario de Trabajo intermedió para abrir un canal de diálogo con la central obrera, en la idea de que era factible conseguir acuerdos y que no se repitieran los paros generales. El oficialismo aceptó bajar varios artículos de la reforma laboral original y la CGT respondió no movilizando ni llamando a un cese de actividades durante el tratamiento de la ley Bases. La feroz represión desatada en los alrededores del Congreso hizo más notoria la ausencia de una representación institucional sindical. Eso generó una profundización de las diferencias internas dentro de la central entre los sectores combativos y los tradicionalmente más dialoguistas. Héctor Daer trata de hacer equilibrio entre ambos y, por ahora, la unidad se mantiene. 

En el encuentro con Cordero, Daer planteó que el Gobierno debía retirar la apelación ante la Corte Suprema de la sentencia de la Justicia laboral que rechazó la reforma incluida en el DNU 70/2023 como condición para que la CGT aceptara sentarse en el Consejo de Mayo que se ocupará de llevar a los hechos los diez puntos del Acuerdo de Mayo. El co secretario general de la central se quejó de la ambigüedad del articulado de la ley Bases aprobado en el Congreso. "Es algo inédito en la legislación laboral", sostuvo. Justamente, lo que Trabajo quiere discutir es la reglamentación y puesta en marcha de la reforma. 

De los 60 artículos originales, la reforma en la ley Bases quedó reducida a menos de 20, lo que los sectores dialoguistas de la central obrera consideraron un gran logro. Sin embargo, hay puntos que siguen cuestionando como el artículo 91 bis que estableció que “configura grave injuria laboral, como objetiva causal de extinción del contrato de trabajo, la participación en bloqueos o tomas de establecimiento”. Fue un texto que entró y salió en los debates en Diputados y en el Senado. La CGT busca la manera que se reglamente para que se limite a situaciones muy particulares y no se lo utilice con un criterio demasiado laxo. Los empresarios intentarán lo contrario.

La situación se tensó en los últimos días. La reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil terminó en un nuevo fracaso. Por tercera vez consecutiva, centrales obreras y patronales no se pusieron de acuerdo en el porcentaje de la actualización y será el Gobierno quien vuelva a laudar respecto al monto del piso salarial. El salario mínimo ya perdió un tercio de su poder adquisitivo desde que Javier Milei asumió como presidente. 

Además, varios gremios comenzaron a accionar judicialmente contra la reposición del impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría, una disposición del capítulo fiscal que acompañó la aprobación de la ley Bases. "Ya dije en la reunión del consejo directivo de la CGT que yo no iba a participar de las reuniones porque después nos iban a cagar. Le pidieron que no reglamentara Ganancias y ya lo reglamentaron, perjudicando a un millón de trabajadores. De nuevo ahora un barrendero paga Ganancias, es una cosa de locos lo que hace este gobierno. Mientras, a las grandes empresas les bajan Bienes Personales", afirmó Pablo Moyano en El Destape Radio. La CGT reclamó que al menos se actualizaran los mínimos no imponibles dado que se habían fijado unos meses atrás, pero no hubo caso. Será otro punto de discusión. 

 

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