Alberto Fernández analizó la propuesta del gobierno por la reestructuración de la deuda y la lucha por la aceptación de los bonistas, y quiso dejar límites claros a la hora de la negociación. "El límite es que me exijan lo que signifique más padecimientos para los que más necesitan", afirmó.
"Nosotros estuvimos hablando con todos y vamos a seguir trabajando a ver si podemos lograr mejores resultados. Ahí tenemos una posición muy dura, incompresiblemente duras, tercamente duras. Ellos ya saben que la nuestra fue la última oferta, que no podemos hacer más esfuerzos. Espero que lo comprendan, que ni siquiera les estamos pidiendo que pierdan, sino que ganen un poco menos", aseguró en diálogo con el Destape Radio.
Y añadió: "Vamos a trabajar en los días que viene a ver si logramos el acuerdo. Todavía no se exactamente cuál es el número de aceptación que tiene ahora".
A su vez, mostró su fastidio por quienes, engañosamente, utilizan el proceso de renegociación de la deuda de Ecuador como ejemplo para atacar a la Argentina. "Ecuador renegoció con tasas de 5 puntos en un mundo que paga 0. Y aceptó eliminar las cláusulas de acción colectiva que precisamente se impusieron en el mundo a partir de lo que los fondos buitres hicieron con Argentina", describió.
"Cuento estas cosas porque las escucho y por eso es que las marco. Si hubiera aceptado todo lo que me piden ya hubiéramos arreglado también", deslizó.
Por último, el presidente quiso establecer los límites con los bonistas: "Si quieren que le haga padecer más cosas a los argentinos que ya padecen mucho, ese es un dilema ético que yo no tengo. Porque se lo que la ética me manda a hacer. Si el acuerdo supone que los argentinos se posterguen más, no lo voy a hacer. Si el acuerdo suponen que los jubilados tengan que tener más ajustes, no lo voy a hacer, ya tuvieron muchísimos. El límite es que me exijan lo que signifique más padecimientos para los que más necesitan".
El ministro de Economía, Martín Guzmán, confirmó este semana que se buscará un nuevo programa financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En declaraciones al Bloomberg, ratificó que esas negociaciones se emprenderán independientemente del resultado de la reestructuración del canje con los acreedores privados externos.
"Después del proceso de reestructuración de la deuda con los acreedores privados, esperamos solicitar un nuevo programa del FMI que reemplace al anterior que no funcionó", dijo Guzmán en la semana previa a que se venza el plazo para que los bonistas adhieran al canje de deuda.