Un fondo soberano que se financie a partir de la explotación de recursos naturales y sirva para proyectar las capacidades estratégicas del país pensando en elevar el piso sobre el que construirán las próximas generaciones. De eso se trata una iniciativa que está desarrollando el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, con la idea de ponerla sobre la mesa que discuta un programa electoral para el Frente de Todos.
“El peronismo tiene que tener una mirada de futuro y una mirada nacional”, explican cerca del funcionario, que viene madurando esta idea desde hace varios meses y ya se está trabajando a nivel técnico. A fines de enero, desde un yacimiento de litio en Catamarca, Katopodis propuso: “Cada uno de los recursos naturales que Argentina está potenciando tienen que ir conformando un fondo de desarrollo, un fondo soberano”.
El tema retomó actualidad en los últimos días a partir de las manifestaciones al respecto de Cristina Fernández de Kirchner, en Viedma, Axel Kicillof y Máximo Kirchner, en Avellaneda. El futuro del país vinculado a su potencialidad extractiva también mereció una mención por parte del presidente Alberto Fernández en su discurso de apertura de sesiones. Litio, gas y petróleo abren en los próximos años la chance de un nuevo escenario.
Ya es unánime el consenso en la clase dirigente respecto al impacto profundo que significará para la Argentina esta oportunidad. Eso no significa que no exista un debate político alrededor del asunto. Existen diversos modelos de explotación, algunos dejan más en el país y otros producen una doble expoliación, de los recursos y de las ganancias; algunos distribuyen el valor agregado y otros concentran dividendos en pocas manos.
“Argentina tiene una oportunidad concreta de inserción internacional, pero esa oportunidad hay que definirla, no anula la política”, explican en el equipo de Katopodis, donde distinguen entre “un modelo extractivista” que no deja nada y “un entramado productivo” de matriz peronista, que apunte a “generar PyMEs proveedoras, trabajo conjunto con las universidades y la ciencia nacional, con empresas como YPF”.
En ese marco el ministro está trabajando en la idea de un fondo soberano, un esquema que, en la medida que la falta de dólares deje de ser un problema para el país por el crecimiento proyectado del saldo exportador, permita que el Estado retire una fracción de esas divisas del circuito de gastos corrientes para destinarlas a ciertas asignaciones específicas con el criterio de una inversión intergeneracional.
“Así, se podría, al mismo tiempo, sostener un tipo de cambio competitivo y levantar el piso de capacidades estratégicas para que cuando eventualmente se cierre esta ventana de oportunidad en torno a la energía no renovable y el uso de litio para baterías, el país esté estructuralmente mejor que ahora, en lugar de gastar los recursos que se generen en un veranito de dólar barato, como otras veces”, explican.
Los proyectos que podrían financiarse a partir de este fondo van desde completar el tendido de agua potable y saneamiento en todo el país, una tarea que podría completarse antes de 2030 con los recursos adecuados, hasta financiar el desarrollo de una matriz de energías renovables, un importante impulso a la infraestructura vial y ferroviaria o la apuesta por nuevas tecnologías, bajo una premisa: “Hay que pensar cuál es la próxima pantalla”.