La provincia de Buenos Aires pagará bono de fin de año de $8.000 a las y los jubilados que perciben el haber mínimo; a quienes reciben pensiones sociales no contributivas; y a las y los destinatarios de programas sociales. A su vez, se dará un refuerzo de $3.000 por niña, niño o adolescente a instituciones sociales que trabajan con el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad y el Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia.
La medida forma parte de las iniciativas que viene realizando la provincia para acompañar a la población que se encuentra en situación de mayor vulnerabilidad. Se verán beneficiados 176.144 personas, entre los que se encuentran niños, niñas y jóvenes, personas mayores, madres y personas con discapacidad.
También alcanza a más de 4.000 instituciones y centros que llevan adelante un rol social. Las y los titulares de derecho no deberán hacer ningún trámite adicional para acceder al beneficio ya que se depositará en la misma cuenta donde reciben su prestación.
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Esta ayuda extra permite fortalecer los ingresos de los y las destinatarias de estos programas, y reforzar las prestaciones que se otorgan en las instituciones sociales para destinar a gastos relacionados con material recreativo, didáctico, vestimenta y alimentos, entre otros.
Entre los programas sociales que abarca la medida se encuentran Más Vida, Envión, Barrios Bonaerenses, Autonomía Joven, Peculios de talleres Protegidos de producción, Programa de Asistencia Alimentaria al Paciente Celíaco (PAAC) y Programa de Asistencia Alimentaria a Pacientes Inmunodeprimidos (PAAI).
A su vez, se pagará un refuerzo a más de 4.000 instituciones y centros que llevan adelante un rol social, solidario y articulador y el fortalecimiento de la comunidad, entre los que se encuentran centros juveniles, casas de encuentros comunitarios, Unidades de Desarrollo Infantil (UDIs) y hogares para personas con discapacidad.
También a centros de día, hogares, casas de abrigo, centros de alojamiento transitorios, Familias Solidarias, Hogar Convivencial y comedores y merenderos enmarcados en Programa de Fortalecimiento Alimentario a Espacios Comunitarios. Estos programas de inclusión social garantizan la salud integral de diversos grupos, su integración social comunitaria, la terminalidad educativa, la asistencia inmediata ante diversas situaciones de emergencia, las políticas inclusivas, de soberanía y de protección social.
Vale recordar que este año se incrementaron la jubilación mínima, las pensiones no contributivas y también se ampliaron las prestaciones de los programas sociales, con subas de entre 60% y 132%, que permiten tender a la recomposición del valor que habían perdido durante la gestión anterior.
En tanto se amplió el cupo de destinatarios de varios programas, como es el caso de ENVIÓN, que pasó de 35.000 a 50.000; se amplió en más de 10.000 el número de becas UDIs, que incluye Jardines Maternales, Casas del Niño y Centros de Atención Integral; también los Centros Juveniles, pasando a más de 8.000, entre otros.