Finalmente y tras un sinfín de rumores, el jueves por la tarde Sergio Massa fue anunciado como el flamante ministro de Economía, Producción y Agricultura de la Nación. En Casa de Gobierno en La Plata, Axel Kicillof no fue ajeno a los hechos. El mandatario, si bien optó por el perfil bajo y no hacer declaraciones a la prensa a lo largo de la semana, fuentes gubernamentales afirmaron a El Destape que el mandatario provincial “veía como indispensable la unificación de las áreas económicas”, es decir, “una cabeza que ordene y ejecute”. “Muchos libres pensadores, cada uno llevando agua para su molino”, confesaron desde el entorno de Kicillof, "nos trajo hasta acá”. El cambio de timón fue visto con buenos ojos.
El lunes y martes, el Gobernador realizó actos en Casa de Gobierno pero fue celosamente cuidado para evitar que se colara algún micrófono. El primer día de la semana relanzó el programa Buenos Aires CREA y convocó a 15 intendentes e intendentas del Frente de Todos para mostrar unidad y gestión. El martes por la mañana realizó anuncios respecto de la campaña de vacunación pediátrica contra el coronavirus con su ministro de Salud, Nicolás Kreplak. Finalizado el acto acudió a su despacho y realizó una reunión con todo su gabinete que duró cerca de dos horas. Convocó a su tropa, estableció lineamientos de gestión y siguió con el perfil bajo. No hubo foto y tampoco se anunció en la agenda oficial.
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El miércoles formó parte de un encuentro con el presidente Alberto Fernández. Varios gobernadores y gobernadoras se vieron las caras con el Jefe de Estado. Una mera foto formal y algunas líneas en las redes sociales fueron suficiente comunicación para el bonaerense.
Durante la jornada del jueves, mientras las reuniones se sucedían en Balcarce 50, Kicillof se alejó de los flashes. Estuvo por Pellegrini, Salliqueló y Tres Lomas entregando escrituras y recorriendo obras. Literalmente estuvo a más de 7 horas en auto de distancia de los despachos en donde se disputaban los cambios. “Desde lejos no se ve”, ironizó una de las personas que acompañó al mandatario, haciendo referencia a la decisión de surfear la ola que estaba aconteciendo por el interior de la Provincia.
Sin embargo ello no le quitó que estuviera con un oído en el teléfono. “Habló antes, durante y después de la designación con Massa”, confirmaron a este medio desde uno de los despachos más cercanos de las oficinas de Kicillof.
A pesar de ello, el “silencio” continuó. Si bien ministros de peso propio como Martín Insaurralde, Leonardo Nardini y Cristina Álvarez Rodríguez se sumaron al operativo “clamor" para que Massa se sumara al Ejecutivo, desde la mesa chica del mandatario las opiniones, augurios y deseos fueron reservados.
Tras los anuncios del jueves, el viernes por la mañana este medio consultó sobre la posibilidad que algunos funcionarios y funcionarias bonaerenses salten al Ejecutivo Nacional. Por el momento “no hubo ningún pedido al Gobernador”, detallaron. Es decir, no habría traslados de dirigentes o dirigentas a la nueva órbita que conducirá Sergio Massa.