Las 200 cooperativas eléctricas de la provincia de Buenos Aires, que abastecen a más de un millón de usuarios en el interior del distrito, están atravesando una severa crisis porque no pueden afrontar el pago de la energía a Cammesa, la compañía que administra el mercado mayorista eléctrico del país. El tema es propio del sector eléctrico, pero llegó a la política porque Cammesa comenzó a reclamar y embargar las cuentas de las distribuidoras y cooperativas. Esto afecta a Buenos Aires, pero se replica en la mayoría de las provincias del país, generando un capítulo más en la pelea de Javier Milei con los gobernadores.
A esto se suma que el gobierno, para cumplir con la meta de déficit cero, definió pasar para más adelante los subsidios energéticos y no enviar fondos del Tesoro a Cammesa, como ocurre habitualmente en los últimos años. La deuda de las distribuidoras y cooperativas (a enero acumulaba casi 400.000 millones de pesos) y la postergación de las transferencias nacionales para saldar los pagos por la energía -a través de Cammesa- a las compañías generadoras, desencadenó en una amenaza al sistema eléctrico (lo mismo está ocurriendo con los productores de gas para generación de energía).
Si el ministro de Economía, Luis Caputo, no salda en los próximos días los pagos a Cammesa y, por ende, a las generadoras eléctricas, podría afectarse la cadena de pagos y poner a todo el sector energético en crisis.
El Destape entrevistó sobre este tema a Gastón Ghioni, subsecretario de Energía del gobernador bonaerense Axel Kicillof. “La solución no puede ser el traslado a tarifa (de la deuda con Cammesa) porque se suma a los aumentos tarifarios que implementó el gobierno nacional, que va desde 400% hasta 700%”, afirmó.
¿Cómo fue el proceso de la deuda de las cooperativas eléctricas?
Durante la pandemia hubo prácticamente un congelamiento de tarifas y a partir de 2022 comenzamos con aumentos para salir de esta situación. El anterior gobierno acompañó el proceso condonando montos y dando ciertos créditos a cooperativas y distribuidoras que, en cierta manera, se financiaron no pagando en el mercado la energía que le compraban a Cammesa. Esto generó que se vaya acumulando una deuda, pero habíamos comenzado un sendero de transición para regularizarla.
¿Qué pasó el año pasado?
En 2023 nosotros impulsamos un aumento de 260% al Valor Agregado de Distribución (VAD, uno los tres componentes de las facturas junto al transporte y generación), que es el ingreso que reciben las distribuidoras. La intención era empezar a ordenar la deuda. Teníamos un plan de pagos de 96 cuotas como parte de la transición.
¿Qué pasó con la llegada del nuevo gobierno nacional?
El problema es que a principios de este año el gobierno metió un freno de mano absoluto a este proceso de saldo de deuda. Nuestro plan era dar aumentos de tarifas similares a los de Edenor y Edesur, pero con otro sendero de tiempos (para reducir el impacto en los usuarios residenciales). Ya otorgamos un aumento en marzo, pero las cooperativas van a empezar a recibir ese flujo de caja recién en mayo. Es imposible que paguen el 100% de la deuda con Cammesa en lo inmediato.
¿El gobierno y Cammesa que están haciendo?
Comenzaron a exigir el pago del 100% de la deuda actual y también de la anterior. Esto es imposible que se afronte. Cammesa empezó a embargar cuentas de cooperativas, pero los ingresos que tienen son sólo para salarios y mantenimiento. La situación de las cooperativas es muy crítica.
¿Qué alternativas evalúan desde la provincia de Buenos Aires?
Hoy es muy difícil todo porque el escenario es muy incierto. Por ejemplo, todavía no están nombradas las autoridades nacionales competentes del área. No hay interlocutores con los cuales poder hablar y llegar a un acuerdo. En las cooperativas nos dicen que un día hablan con un funcionario y al otro día hablan con otro.
¿La gobernación provincial no tiene margen de maniobra en este tema?
No hay manera de que la provincia de Buenos Aires fabrique semejante volumen de plata para resolverlo.
¿Qué plantean entonces?
Nosotros estamos esperando que se conforme una mesa donde se pueda analizar la transición para resolver el pago del corriente y de la deuda anterior. En esta mesa tiene que estar la Subsecretaría de Energía Eléctrica de la Secretaría de Energía de la Nación. ¿Deberíamos volcar la deuda en las facturas para que el usuario, en el cortísimo plazo, pague toda la deuda de tiempos de pandemia y crisis, además de afrontar el enorme tarifazo actual? No hay manera de que se pueda hacer algo así. En el Presupuesto anterior, aprobado por el Congreso y que este año sigue vigente, hay una medida que habilita a ir ordenando la deuda de las cooperativas y distribuidoras con Cammesa.
Este problema no es sólo de Buenos Aires, la gran mayoría de las provincias está en la misma situación. Necesitamos un orden lógico, no se puede hacer de un día para el otro porque si no la única alternativa es trasladar esa deuda a los usuarios residenciales, que ya están muy afectados por la suba en las facturas.
¿Crees que es viable que la Secretaría de Energía de la Nación convoque a una mesa, sobre todo teniendo en cuenta lo que está pasando con el gobierno de Javier Milei y los gobernadores?
Hasta ahora lo que más me preocupa del gobierno nacional cuando habla de política energética es que es meramente fiscalista. Del mismo modo que hoy están sin nombramientos y frenando los pagos de los fondos fiduciarios para las obras de transporte de alta tensión. La preocupación hoy es que no se transfieren los pagos desde el Tesoro a Cammesa, pero –al mismo tiempo- sí se aplicaron brutales aumentos de tarifas sobre las familias.
*La provincia de Buenos Aires tiene en el conurbano a las distribuidoras Edenor y Edesur, que son de jurisdicción nacional y están reguladas por el ENRE. También hay distribuidoras eléctricas del ámbito provincial como Edelap (Empresa Distribuidora La Plata), Edes (Empresa Distribuidora de Energía Sur), Eden (Empresa Distribuidora de Energía Norte) y Edea (Empresa Distribuidora de Energía Atlántica). En conjunto, abarcan geográficamente a la mitad de la provincia. La otra mitad la cubren 200 cooperativas que abastecen de energía al interior bonaerense.
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