En cada oportunidad que tiene, el gobernador Axel Kicillof repite una y otra que vez que Javier Milei - al igual que el resto de los gobernadores - juraron sobre la Constitución Nacional y que, si no la quiere cumplir, “se la vamos a hacer cumplir”. Para el mandatario que gobierna la provincia más poblada del país, hay un “federalismo subnacional” que, en su caso, “tiene que ver con lo que hace el gobierno respecto a los 135 municipios”. Alianzas y estrategias con las provincias sin distinción política.
“Hay un abandono del federalismo en Argentina”, dijo el martes pasado en el acto que realizó en Casa de Gobierno. Allí anunciaba la ampliación en el vademécum de la cobertura de medicamentos oncológicos que la Nación dejó de cubrir. “Nosotros no creemos que cada individuo tiene que resolver todo en su casa, también en su manzana, luego en su barrio y más adelante en su municipio”, marcó en contraposición a las ideas que está aplicando el presidente Javier Milei, quién desertó de gestionar a la par con los estados provinciales.
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Y si hay una silla vacante, o una gestión ausente en este caso, alguien se ocupará de llenarla. “No tenemos ningún compromiso con Milei, por eso salimos”, dijo a El Destape un ministro provincial cercano al mandatario. Otro funcionario explicó que “fue tan agresivo lo que hizo el Presidente, fue tan a fondo con las provincias, que la solidaridad entre pares surgió de ahí”.
En ese panorama, el gobernador comenzó a tejer acuerdos y convenios con distintos pares sin distinción política alguna. Al contrario de lo que algunos creen, tener contacto con gobernadores no peronistas fortalece a una Axel Kicillof que hace rato ya no es sólo el Gobernador “ultra K” y que, bajo la premisa de la “unidad” y “amplitud” - dos estrategias que la propia Cristina Kirchner validó en las últimas entrevistas que dio - , comenzó a ampliar su espectro político.
“El diálogo de Axel es continuo con todos”, confesó un ministro cercano del mandatario. “Los gobernadores no peronistas le consultan bástate en materia económica”, dijo un ministro. Apelan a la expertiz adquirida durante sus años como ministro de Economía.
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Se hace camino al andar
De esta manera, en el mes de mayo viajó a Chubut y a Santa Fe. Firmó convenios y se sacó fotos con el gobernador de paladar negro macrista, Ignacio Torres, y con el radical, Maximiliano Pullaro. Además de las imágenes, que molestaron sobremanera en Casa Rosada, los dirigentes sellaron una relación que se mantiene vigente. Si bien ello no se vio plasmado en una contraposición férrea al gobierno nacional (aún), los gobernadores, bajo la bandera del federalismo, coquetean con esta nueva forma de hacer política en escenarios superfluos e improvisados.
A fines de junio Axel Kicillof voló hasta La Pampa y firmó 5 convenios con su par peronista, Sergio Ziliotto. El mandatario fue con una comitiva de 4 ministros y, luego de varias actividades en Santa Rosa, mantuvo un almuerzo privado en un restaurante cercano al aeroparque con la comitiva pampeana. Allí jugó de local.
En el modelo de “Pba for export”, el miércoles 26 de junio tres funcionarios del gobernador viajaron a tres provincias a realizar acciones variopintas. El ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, participó del encuentro de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales (FESTRAM) que se realizó en el Complejo Institucional Néstor Kirchner, en Granadero Baigorria (Santa Fe). Estuvo reunido con referentes de gremios locales, de las centrales sindicales y de organizaciones políticas, territoriales y sociales.
El mismo día en General Pico (La Pampa), Gabriel Katopodis asistió al Primer Encuentro Federal de Participación Ciudadana, “un ámbito para discutir y reflexionar sobre cómo hacemos más fuertes los brazos del Estado”, según contó el propio dirigente en sus redes sociales.
Y en Córdoba capital, el titular de ARBA, Cristian Girard se reunió con el secretario de Ingresos Públicos, Gerardo Pintucci, con quien acordaron trabajar en conjunto para “ampliar la capacidad de fiscalización de ambos territorios a través de herramientas tecnológicas”, y para coordinar “estrategias para mejorar el intercambio de información” entre las provincias.
Desembarcos por venir: En todos los puntos cardinales
El próximo viaje será a La Rioja, junto al “gitano“, Ricardo Quintela. El dirigente fue uno de los oradores en la Quinta de San Vicente el lunes 1 de julio, cuando se conmemoraron 50 años del fallecimiento de Juan Domingo Perón. “Falta definir la fecha”, indicaron desde Gobernación. Es un hecho que el viaje se hará.
Según pudo averiguar este medio habrá más visitas en agenda. Algunas de ellas comenzaron a trabajarse con reuniones de gestión entre funcionarios, y otras están en etapas previas; de trabajo técnico y de campo. Las provincias de Córdoba - gobernada por el pejotista Martín Llaryora - y Mendoza - liderada por el ultraradical Alfredo Cornejo - aparecen en el horizonte. Lo cierto es que ambos territorios ya fueron visitadas, por ejemplo, por Gabriel Katopodis en este 2024.
Intereses en común y contrapuestos
“El diálogo es con todas las provincias”, aclaró un ministro bonaerense que no fue de la partida en los últimos viajes. Lo cierto es que desde el gobierno bonaerense apuntan “a las provincias más grandes y con sectores agrícolas e industriales fuertes”. En este federalismo entre provincias sin intervención de Nación, Buenos Aires busca aliados que tengan una situación fiscal y recaudatoria similar, y allí está el debate en juego.
Provincias como La Pampa, Santa Fe y Mendoza no perciben “regalías petroleras y de la minería” - como sí lo hacen Chubut, Neuquén y Santa Cruz - , por lo que “resignar recaudación propia” no es una opción. Sin fuertes ingresos de la divisa verde, la dependencia hacia Balcarce 50 es elocuente. Los desequilibrios en sus arcas, política que pregona y fomenta Nación, hace que algunas provincias se miren entre ellas para buscar otras alternativas; y en la Buenos Aires que alberga al 40% de la población las puertas están abiertas.
Un informe del Observatorio de Coyuntura Internacional y Política Exterior (OCIPEX), detalla la película que hoy se vive en Argentina: “Dentro de los principales productos exportados, 15 concentran el 87% de las exportaciones, todos ellos ligados al sector agroindustrial, petrolero y sector automotriz. Estos sectores se encuentran concentrados en 6 provincias. Buenos Aires es el principal exportador de 7 de los principales productos exportados, seguido de Santa Fe (3) y Neuquén (2). Otro dato que refleja la concentración es que en 9 de los 15 productos una sola provincia concentra más del 50% de las exportaciones totales”.
A ello hay que sumarle “el origen provincial de las exportaciones” y al respecto marca: “China es el principal importador de 7 provincias, Estados Unidos en 7, Brasil en 5, Chile en 3, la India en una y Países Bajos en otra”. En términos de montos el mayor destino es Brasil, seguido del país norteamericano y luego China.
Según OCIPEX, “mientras en las provincias del centro hay una fuerte influencia de las potencias emergentes en el comercio, en la región patagónica la principal potencia compradora es Estados Unidos. En la región norte del país se encuentra más dividido el comercio entre los distintos bloques geopolíticos, pero con preponderancia de China”.
En tanto, “Países Bajos sobrepasó a India y China como principales destinos de exportación de Santa Fe. En Córdoba, las exportaciones del sector automotriz a Brasil lo transforman en su principal socio comercial”. También hubo “un cambio de principal destino de exportaciones en Neuquén. Con la apertura de exportaciones de combustibles a Chile sobrepasó a EEUU como principal socio comercial”. Finalmente, “Chubut exporta un 39% de sus productos a EEUU, haciéndola vulnerable a las presiones y solicitudes de la potencia”.