De acuerdo con las conclusiones del último informe trimestral que elabora la Dirección Provincial de Estadística de la provincia de Buenos Aires, “la distribución del ingreso en la provincia fue la más progresiva desde 2016”. Al respecto, el ministro de Hacienda bonaerense, Pablo López, aseguró que, durante 2022, “la distribución personal del ingreso en la provincia fue la más progresiva desde 2016”.
Actualmente, el estrato bajo (entre los deciles 1 a 4), está compuesto por 5.978.050 de bonaerenses; el medio (deciles 5 a 8) por 5.978.228 personas, y el alto (deciles 9 y 10) por 2.986.524. El ingreso medio es de $55.315. En ese sentido, el funcionario explicó que “el coeficiente de Gini es una medición de la desigualdad personal del ingreso: a mayor nivel, mayor desigualdad”, y destacó que en el cuarto trimestre “cayó hasta 0,399”.
Por su parte, Pablo López detalló en sus redes sociales que “la brecha entre el 10% de mayores ingresos y el 10% de menores ingresos es otra forma de medir la desigualdad”, y dijo que en el cuarto trimestre de 2022 “la brecha trimestral promedio cayó de 16 a 15 y la mediana de 13 a 10, mientras que en el promedio anual las brechas también fueron mínimas desde 2016”.
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Por otro lado, mencionó que “las escalas de ingreso también permiten analizar la desigualdad” y precisó que, en este período de tiempo, “el 40% de la población bonaerense de menores ingresos se apropió del 16,2% del ingreso, mientras que el 20% de mayores ingresos se apropió del 45,7%”.
En lo que respecta a las brechas de género en el ingreso, indicó que “las desigualdades disminuyeron levemente respecto al trimestre anterior, pero aún son amplias”. En el último trimestre del año pasado, “las mujeres se apropiaron del 42,3% de la masa monetaria y los varones del 57,7%”, señaló el funcionario.
Además, dijo que “las mediciones de la desigualdad personal en la provincia muestran una trayectoria alentadora”, y subrayó que el objetivo es “profundizar esta tendencia, porque para poder crecer sosteniblemente es indispensable distribuir de forma progresiva”.
Según el estudio, “el ingreso per cápita familiar muestra una distribución desigual”. “El 40% de la población con menor ingreso (deciles 1 a 4) se apropió del 16,2% de la masa monetaria; en tanto el extremo de mayores ingresos (deciles 9 y 10) alcanzó el 45,7% de la misma”. La misma tendencia se da con el ingreso individual. “El 40% de la población con menor ingreso se apropió del 15,2% de la masa monetaria; mientras que el extremo de mayores ingresos alcanzó el 46,5% de la misma”.
Continuando con el ingreso individual, “las mujeres se encontraron en una posición de mayor desventaja ya que su participación en el estrato bajo fue del 23,5%, mientras que la de los varones alcanzó el 16,5%”. “En el extremo de mayores ingresos la participación de las mujeres fue menor sólo el 7%, frente al 13,0% alcanzado por los varones”.
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