Estela Díaz, ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense y el ministro de Salud, Daniel Gollan, presentaron la Guía de implementación del Parto Respetado en la provincia de Buenos Aires en la Escuela de Gobierno en Salud “Floreal Ferrara”.
“Esta es una guía propositiva, para el parto respetado, humanizado, para los cuidados, la ternura y la calidad de la atención” señaló Díaz, quien reafirmó su compromiso con la erradicación de las violencias por razones de género y destacó que la Guía es “una herramienta que contribuye a erradicar las violencias. Planteamos la necesidad del cambio de enfoque desde la integralidad de lo que suponen las violencias y el sistema de salud debía mirar su parte”.
“En 2011 se registró una tasa de 27% de cesáreas mientras que en el año 2019 ascendió al 36%. Asimismo, en ese año el 52% de las personas que cursaron su primer parto le realizaron una episiotomía, una práctica que no está recomendada de manera rutinaria
En tanto, el ministro de Salud Daniel Gollán dijo que “esta Guía nos permite instrumentar cambios que forman parte de una lucha cultural muy fuerte que se va dando y vamos viendo los resultados. Generar una contracultura que pueda ir cambiando esa realidad significa buscar puentes que puedan ayudar a aquel que no tuvo la posibilidad de tener una visión crítica sobre lo que hace todos los días, comprendiendo que hay modelos alternativos y que hacen más feliz a la gente”.
En el marco de la Ley 15.188, la provincia de Buenos Aires adhiere a la Ley Nacional 25.929, la cual propone un cambio en el modelo de atención que garantice los derechos humanos y la soberanía del cuerpo de la persona gestante durante el proceso de embarazo, parto y puerperio.
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Conocé la Guía de Implementación de Parto Respetado
La “Ley de Parto Respetado” tiene como objetivo “garantizar los derechos humanos y la soberanía del cuerpo de la persona gestante durante el proceso de embarazo, parto y puerperio”.
En la provincia de Buenos Aires la tendencia creciente de cesáreas se da en el sector público: En 2011 se registró una tasa de 27% mientras que en el año 2019 ascendió al 36%. Asimismo, en ese año el 52% de las personas que cursaron su primer parto le realizaron una episiotomía, una práctica que no está recomendada de manera rutinaria.
Por otra parte, en relación al acompañamiento en el parto, si bien hubo un incremento del 92% en los acompañamientos en el periodo 2011 a 2019, en el último año registrado el 44% de las personas no estuvieron acompañadas.
Durante el segundo semestre del 2020 el gobierno provincial inició un proceso de construcción de una política de cuidado integral, realizando en cinco Regiones Sanitarias los Foros de participación “Camino al Parto Respetado” que fueron espacios regionales de encuentro entre trabajadoras y trabajadores de los equipos de salud, organizaciones sociales y autoridades sanitarias y políticas de cada Región Sanitaria.
La Guía tiene como objetivo ser un instrumento que contribuya al proceso de transformación de los modelos de atención y gestión. Está dirigida a los equipos de salud de la provincia de Buenos Aires, involucrados en procesos de cuidado, atención y gestión de personas gestantes y recién nacidas. No es exclusiva para la atención de los embarazos llamados de “bajo riesgo”, ni para los partos fisiológicos, sino para el cuidado de todas las personas en situación de embarazo, parto y puerperio.
Cuidados durante el embarazo
Existen diferentes tipos de violencias de género bajo modalidad de violencia obstétrica que pueden verse plasmadas en distintas situaciones de asistencia e intervención a lo largo del proceso reproductivo. La violencia psicológica o física, como el uso de diminutivos o sobrenombres, los comentarios irónicos y descalificadores, las humillaciones y burlas, la falta de respeto por la intimidad, las amenazas, retos, gritos, la discriminación de cualquier índole, el maltrato o agresión física (incluida la negación del alivio del dolor), la subestimación del padecer de la persona, el abandono, negativa o demoras injustificadas en la atención, constituyen formas naturalizadas que necesitamos visibilizar para poder eliminarlas de nuestras prácticas.
Durante el transcurso del embarazo para poder brindar un cuidado adecuado y singular al proceso que cada persona gestante transita, será fundamental construir y sostener un vínculo en el que la escucha activa esté presente para poder habilitar la expresión de los deseos, el recorrido personal, las decisiones, los miedos y las necesidades.
Cuidados durante el trabajo de parto, parto y recuperación (TPR)
Es importante que las trabajadoras y trabajadores de salud que acompañan el proceso de atención y cuidado conozcan y garanticen los derechos de las personas en situación de parto, las personas recién nacidas y sus vínculos afectivos. Esto incluye al equipo que interviene directamente en la atención, como a las personas que están en la entrada de la maternidad, cuidadores hospitalarios, trabajadores de maestranza, personal de instrumentación quirúrgica, equipo de salud mental, trabajadores de laboratorio, entre otros.
Se debe garantizar la menor cantidad de trabajadoras y trabajadores de salud en la escena del parto. En situaciones en donde los espacios no sean adecuados para garantizar intimidad, se debe recurrir a herramientas provisorias que lo faciliten como colocar biombos o cortinas entre las camas.
Cuidados en el puerperio y cuidados neonatales
El momento del posparto es una oportunidad de cuidado de la salud que habitualmente se desaprovecha. Es indispensable el trato digno, respetuoso y que se mantenga una adecuada comunicación, que la información que se brinde sea de manera completa, clara y sencilla, tomando en cuenta su cultura, sus costumbres, su nivel de educación y su idioma.
A fin de fortalecer el vínculo temprano y la lactancia se debe asegurar la internación conjunta de quien transita el puerperio y la persona recién nacida, procurando que las prácticas que se requieren realizar dentro del servicio de neonatología no prolonguen la estadía de la persona de manera innecesaria. En relación a la lactancia es prioritario escuchar y ofrecer información, apoyo y acompañamiento adecuado.