El sindicato de estatales ATE anunció este miércoles un paro nacional para mañana jueves para luchar contra la última tanda de miles de despidos del Gobierno de Javier Milei. "La única posibilidad que tenemos los trabajadores de frenar esta pesadilla que estamos viviendo desde hace 7 meses es estando en la calle y multiplicando las protestas en todo el país", argumentó el secretario general Rodolfo Aguiar en el plenario en el que se votó la medida de fuerza.
"Hasta el momento, el sindicato ya contabiliza más de 3 mil despidos en la administración pública durante la última semana. En tanto, a los trabajadores que no fueron cesanteados se les renovó el vínculo laboral tan solo por 90 días, pudiendo ser despedidos finalizado ese plazo", informó ATE al informar que además del paro realizarán una olla popular en la Plaza de Mayo para denunciar la creciente crisis económica y social que atraviesa el país.
Al mismo tiempo que el Gobierno de Milei anunciaba que entraba en una segunda etapa de su plan político y económico, se conocía una nueva ola de despidos en distintos ministerios, agencias e institutos del Estado nacional. Los empezaron a comunicar el viernes pasado a la tarde y la noche, cuando las personas afectadas ya habían dejado su espacio laboral. En casi todos los casos, fue por email. El lunes siguiente a la mañana, ATE se movilizó frente al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para protestar contra casi 290 despidos. La Policía de la Ciudad respondió con represión.
Dos días después, el plenario del sindicato votó avanzar en la lucha y declarar un paro nacional este jueves junto con una olla popular en Plaza de Mayo desde el mediodía. “Cómo será de malo el Gobierno que ni los mercados le están respondiendo, a pesar que les hizo una ley para ellos. Al topo se le está complicando y nosotros lo tenemos que seguir desgastando”, pidió. La medida de fuerza se va a replicar en todas las provincias.
En referencia a las cesantías que ya habían comenzado durante los primeros meses de gestión del Gobierno, Aguiar evaluó: "Se les empieza a caer la máscara. Mientras que en 200 días no pudieron probar la existencia de un solo empleado que cobre un sueldo sin trabajar, ahora son ellos los que están llenando de ñoquis la administración. Nosotros tenemos una guillotina que cae sobre nuestras cabezas cada 3 meses, y ellos todos los días inventan cargos que no existen en la estructura orgánica para designar en el gobierno amigos con sueldos mensuales millonarios". "Por decisión unánime de todas las provincias hemos decidido avanzar en una nueva medida de fuerza para exigir la inmediata reincorporación de todos los despedidos y una aumento salarial que saque a los estatales de la pobreza en la que las medidas económicas del Gobierno los hundieron. Esperamos que ni piensen en volver a reprimir. No les tememos y además, tienen que saber que la violencia institucional y quienes la provocan, nunca terminan bien", concluyó el Secretario General de ATE.
A partir de las primeras amenazas de despidos, apenas asumió Javier Milei en la presidencia, ATE creó un monitor de despidos, que solamente en la última semana semana ya contabilizó más de 3.000 despidos en la administración pública. En tanto, a los trabajadores que no fueron cesanteados se les renovó el vínculo laboral tan solo por 90 días, pudiendo ser despedidos finalizado ese plazo.