Volvió Macri: equipos, gestión, renovación y palos al entorno de Javier Milei

Contó que Milei le pidió la fusión, advirtió que el presidente tiene ideas pero le faltan equipos y cuestionó al entorno del jefe de Estado por su falta de apertura. El rol del PRO y las gestualidades que evidencian las internas latentes.

02 de agosto, 2024 | 00.05

Mauricio Macri no reapareció solo, lo hizo con los intendentes, gobernadores, diputados y senadores a sus espaldas. Respaldo, equipo, gestión y renovación, pilares que decidió exaltar para contrastar con el gobierno nacional. En su discurso, ventiló charlas privadas. Contó que fue el presidente el que le pidió una fusión, pero él le puso un freno al considerar que faltan varios pasos previos para llegar a esa instancia. El principal escollo, el "entorno" del jefe de Estado que no se deja ayudar. Una forma de despegarlo a éste de los malos manejos, porque la gente votó al personaje y no al partido libertario.

Hubo conformidad con el acto, con el tono y el mensaje de Macri, aunque también hubo cuestionamientos por la locación, ya que podría haberse hecho en un espacio más amplio, para más dirigentes. Allí, Andrés Ibarra lanzó su candidatura en Boca y, en esa cena, Mauricio quedó encantado con el salón: "Qué buen lugar para hacer un acto", dijo entonces y concretó ahora. 

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Aún no se sabe si el mensaje hacia el entorno de Milei romperá todos los vínculos (inexistentes pero posibles) o si hará que el presidente se de cuenta que necesita del PRO, como quiere Macri. El hecho de que la hermana Karina haya sido una de las tácitas eludidas, con la especial relación que tiene con su Javier, puso el manto de sospecha. Referentes amarillos intentaron en este tiempo mejorar el vínculo con esa mesa chica, sin éxito.

Mauricio se reunió con Javier Milei el lunes, no el martes y, por esas horas, en su oficina junto a su equipo, repasó el discurso que dió en el relanzamiento del PRO. Su objetivo, más allá de los destacados que puedan hacerse de la exposición, fue establecer un punto de partida para empezar a mostrar el diferencial amarillo frente a la gestión de La Libertad Avanza.

En su alocución, Macri reconoció que el jefe de LLA tiene ideales pero no equipos, y no esperó ni cinco minutos para tirarle un palo a Milei. Preguntó, a sus colegas, por los "viejos meados" que lo acompañan desde hace 20 años. Arrancó picante y siguió así al esgrimir su intención de estar en las antípodas del "populismo en cualquiera de sus manifestaciones". Cuestionó distintas políticas y actitudes del gobierno, sin decirlo al, por ejemplo, hablar de la libertad de expresión en su gestión. El respeto es una de las claves para el ex presidente.

En el macrismo hay distintas visiones a la hora de pensar el rol del partido en esta etapa tan particular, con una competencia política en el armado de la derecha argentina. Por ahora, Mauricio decidió recostarse sobre aquello que considera que puede aportar ante la delicada situación que atraviesa el gobierno y es lo que expuso el jueves. Renovación, liderazgo, respeto por las instituciones y gestión son, básicamente, los pilares que el ex presidente salió a exhibir. Pero, también, buscó mostrar otra cosa en el acto de La Boca: una horizontalidad. Presentó un equipo con muchos nuevos referentes en un mismo nivel, pensando más que nada en esta nueva etapa, que incluirá un diferenciamiento claro con Milei pero, además, el desafío de leer las demandas de la sociedad.

Así como Mauricio decidió apostar a cierta igualdad dentro del partido, también leyó que la forma de hacer política cambió. Para él, ya no funciona la verticalidad, dar una orden y que se cumpla. Ese fue el resultado de las elecciones, basado en el humor, las demandas y las necesidades de la sociedad. Con un país tan tambaleante en materia económica y un descontento ciudadano en crecimiento, es un misterio si la gente querrá seguir apostando por Milei en un futuro o si buscará otro dirigente que represente eso que quiere o necesita. Por supuesto, la solución a este interrogante no está planteada.

Mauricio es un hombre paciente y sabe hacer daño. Así como invitó a Patricia Bullrich (aunque el bullrichismo diga que no) y a Horacio Rodríguez Larreta para que sean ellos los que decidan no estar, también sabe que es importante esperar el momento justo para tomar decisiones. No descarta una alianza o coalición electoral con La Libertad Avanza pero ese camino no está siquiera iniciado. 

Los libertarios y macristas todavía no se invitaron a la primera cita y, para que ocurra la convergencia, los amarillos exigen muchos pasos, aunque aún no esté el camino construido. El único vínculo entre el gobierno y el PRO son los contactos entre Macri y Milei. Esto quedó claro en el discurso del jueves. Ellos acuerdan y conversan de manera directa, sin intermediarios. El lunes, se vieron en Olivos. 

Mauricio no piensa, ahora, en las elecciones. O al menos patean una confesión sobre esa discusión para adelante. Ese es un camino que empezarán a transitar cuando esté más claro el vínculo con Milei. Macri tiene dos grandes resistencias: Karina y Santiago Caputo que le echó elogios en una entrevista con TN. Cerca del ex presidente aseguran que él no fue el que pidió esa demostración del asesor del jefe de Estado, sino que éste se dió cuenta solo de que transitaba un camino errado. El no funcionario libertario empezó a ser resistido en varios ministerios por sus manejos y Macri aprovechó eso para, sin mencionarlo a él o la hermana presidencial, acusar a esa mesa chica de no facilitar la apertura.

A Macri le llegan algunas encuestas incómodas para su partido. Menos de 10 puntos a nivel nacional y cerca de esa cifra en la Ciudad. Se le bajó el precio a esos datos, argumentando que el año pasado los sondeos mostraban a Horacio Rodríguez Larreta como ganador y perdió.

Hablando de encuestas, Mora Jozami, de Casa Tres, publicó que "la mitad de los argentinos cree que Milei se apoya en el PRO para gobernar. Este % baja a 32% entre los votantes del propio Milei y sube a 68% entre quienes votaron a Massa". Sobre esta mixtura, una de las figuras amarillas presentes en el acto de Macri marcó las diferencias: el PRO fue votado como PRO y tiene un mandato para cumplir, siendo tercera fuerza en el Congreso, con gobernadores propios e intendentes. Además, remarcó que el partido fue elegido en octubre, no en un balotaje que altera bastante el mapa. Pero, sobre todo, que la gente optó por Milei, no por LLA. Un personalismo, una representación de una necesidad o sentimiento más que un proyecto.

En el acto de Mauricio no estuvieron ni Patricia ni Horacio. El ex presidente, con el relanzamiento, buscó volver a encaminar el partido hacia la senda de "una nueva forma de hacer política". Clara Muzzio, vice jefa de gobierno, dijo algo en ese sentido: "No es con atajo, es con trabajo", en referencia a los equipos y la gestión. "El cambio es en el PRO y no está en ningún otro lado", sentenció. Para Macri, con Patricia y Horacio el partido perdió su esencia porque usaron al PRO para beneficio propio, para sus propias ambiciones y deseos. Por eso, se diluyó el proyecto que ahora se intenta reconstruir.

Algo de esto se vio reflejado en un tramo del discurso de Soledad Martinez. La vice del PRO pidió "volver a armar un equipo" y que el partido "no sea utilizado para alguna necesidad individual o particular de cada uno". Para ella, este es "el espacio del hacer, donde las acciones le ganan a las palabras, donde los resultados concretos le ganan a las promesas". 

Un dirigente que conoce a Larreta y que acompañó Macri no se mostró sorprendido por la ausencia del ex jefe de Gobierno, la adjudicó a su construcción personal. Bullrich fue más combativa. Si bien el sector referenciado en la ministra fue invitado, según la organización, ellos aseguran que nunca los convocaron. En el escenario de autoridades partidarias había una silla vacía al lado de la vice Soledad Martínez y el presidente de la Asamblea, Martin Yeza: ¿Era la de Damián Arabia, vice segundo del bullrichismo? Gestualidades. 

Desde el escenario, Mauricio cuestionó la interna del año pasado y la unidad de la alianza de Juntos por el Cambio pese a las diferencias nodales. Esto es algo no resuelto dentro del partido, quién fue el responsable del fracaso en 2023.

El rol del partido todavía no está claro y dependerá mucho de los vínculos que se construyan. Un dirigente esperaba que Mauricio respondiera amablemente los halagos de Caputo para avanzar lentamente con la relación. No pasó . En esta nueva etapa, habrá un claro camino de diferenciación.

La baja en la edad de imputabilidad (en vez de a 13 años como quiere el gobierno, a 14) o el debate electoral (no eliminar las PASO) fueron el plato de entrada para esta segunda etapa. La oposición a la nominación de Ariel Lijo será un punto clave. Un diputado argumentó esa posición solo por el hecho de mostrar distancia. "Yo lo votaría", bromeó. 

Algunas situaciones de la gestión también servirán para ello. Durante el desarrollo del acto, se confirmó que la Ciudad recibió, de Nación, giros de fondos por 1,4 puntos en concepto de coparticipación, lejos de los 2,95 acorados hace pocas semanas. Más gestualidades. Jorge Macri tiene buena relación con Karina, con quien Mauricio no se lleva bien. Y Mauricio se metió de lleno en la pelea por estos fondos. 

Macri logró una convocatoria interesante. Aparecieron, entre varios otros, el Mago sin dientes, Sergio Bergman, Silvia Lospennato, Luciano Laspina, Cristian Ritondo (que no fue orador porque él es autoridad bonaerense, no nacional), Martin Yeza, intendentes, Jorge Macri, Rogelio Frigerio, Ignacio Torres. Estos últimos tienen, salvo en CABA, una gestión compartida con la UCR y otras fuerzas por lo que sus movimientos tienen que ser bastante cuidadosos. Cambio auténtico, con autocrítica y no en soledad fue uno de los conceptos. El otro, vinculado a la gestión, estuvo orientado a la necesidad de mover expedientes para hacer que el Estado funcione. Ya contó El Destape que esta quietud mileista es una de las críticas amarillas más fuertes.

También se los vió a María Eugenia Vidal (que supo estar cerca fe Larreta), Alejandro Finocchiaro y la vice de Maximiliano Pullaro, Gisela Scaglia, Fernando de Andreis, Hernán Lombardi, Laura Alonso. También dos economistas importantes como Nicolás Dujovne y Hernán Lacunza. Un dirigente amarillo los definió como "leales y buenas personas". 

Antes de entrar, Dujovne reconoció que él gobierno está "trabajando, en las adversidades, con el rumbo correcto"  y destacó "todo lo que se ha hecho en materia de esfuerzo fiscal. Creo que es una transformación muy profunda, pasar del déficit al equilibrio, y creo que se está sosteniendo de manera realmente muy, muy sólida". El rumbo económico es el compartido por los amarillos. El ex ministro advirtió, sin embargo, que "falta una hoja de ruta un poco más clara en materia monetaria cambiaria" .

Afuera, durante el desarrollo del acto, un grupo de vecinos llevaron adelante una intervención pacífica, con pasacalles y carteles con el mensaje de que el ex presidente no es una figura bienvenida en el barrio: "Basta de desalojos" y "fuera Macri de La Boca" fueron algunos de los mensajes.