De no mediar imprevistos, Mauricio Macri asumirá la presidencia de un PRO que estará encolumnado detrás suyo y que le dará el poder para administrar cómo será la relación con Javier Milei. Hasta acá Macri mantuvo un cauteloso silencio público, pero se ocupó de tejer los acuerdos necesarios para llegar a liderar el partido que fundó sin oposición. Descartada la fusión, al menos por ahora, el desafío del PRO será mantener su identidad y evitar ser fagocitado por La Libertad Avanza.
Desde su vuelta del sur, Macri se mostró activo y con reuniones políticas para terminar de delinear el nuevo PRO, con un rumbo que será comandado solo por él. En ese marco, encabezará este miércoles un encuentro en la ciudad santafesina de Rosario con los 18 presidentes del partido en el interior.
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Será una foto política que dejará un mensaje contundente para la interna. Como se trata de un evento institucional para tratar cuestiones administrativas, no estarán presentes las conducciones de Mendoza, Santa Cruz, Salta y Tierra del Fuego ya que se encuentran intervenidas. Entre los presentes se destacan las presencias de Oscar Agost Carreño (Córdoba), Eduardo Caminal (Entre Ríos), Gabriela González Riollo (San Luis), Daniel Hollman (Chubut), Damián Garavano (Corrientes) y Aníbal Tortoriello (Río Negro).
Desde la organización detallaron a El Destape que en este encuentro, solicitado hace tiempo por los referentes, Macri se referirá al rol que tendrá el partido en la era Milei “con la bandera del cambio como prioridad”. También hablará sobre la renovación dirigencial. “La idea es charlar acerca de la renovación y la necesidad de generar cuadros jóvenes que traigan nuevas ideas para que el PRO sea disruptivo y vuelva a sus orígenes”, detalló un integrante de su mesa política.
Con Patricia Bullrich al margen aunque con tensiones y con Horacio Rodríguez Larreta autoexcluido, Macri quedó como líder natural de un espacio que tras la dura interna del año pasado requiere un orden. Un sentido que los dirigentes del interior pretenden que no sea digitado desde la Ciudad de Buenos Aires y por eso quieren que se escuche su voz.
Por citar un caso, los cordobeses del PRO se jactan de tener más afiliados que los porteños. En ese debate, los presidentes provinciales que en enero iniciaron el operativo clamor, pretenden que se los reconozca y obtener autonomía en la confección de acuerdos en sus respectivas jurisdicciones sin el riesgo de ser intervenidas las conducciones.
Un acuerdo entre Macri y los presidentes provinciales del PRO tendría un beneficio para ambas partes mientras en la dirigencia se debate acerca desde dónde pararse en relación a Milei. En tiempos donde se debate internamente sobre si la suerte del PRO está echada, le vaya bien o mal a Milei, fortalecer al partido en las provincias y darle protagonismo a Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Jorge Macri (CABA) es la forma que Macri puede encontrar de darle sobrevida al partido. “Macri necesita del interior para que el PRO no desaparezca y del interior necesita de Macri para ordenarse”, analizan en el partido.
Macri viajó a esa ciudad para participar del 36° aniversario de la Fundación Libertad, un foro de derecha referencia en la región. Allí compartirá el evento junto a Federico Sturzenegger, un exfuncionario de su gestión con el que no terminó en buenos términos y que hoy es asesor de Milei y el artífice de la fallida ley ómnibus como del Decreto de Necesidad y Urgencia que impuso una serie de desregulaciones económicas.
También, aprovechará su estadía allí para ir a la cercana ciudad de San Nicolás a visitar la feria de Expoagro y luego reunirse con el gobernador de la provincia, Maximiliano Pullaro, a quien recibió días atrás en su oficina de Vicente López cuando el radical se mostró muy confrontativo con el gobierno nacional por el recorte de fondos para el transporte, la obra pública y la educación.
En este equilibrio de aliado con prudente distancia, Macri también había dado vía libre a Torres para que reclame por los fondos de coparticipación que le retuvieron a Chubut. Torres e iniciar así una rebelión que sumó a todos los mandatarios que mantienen con vida a Juntos por el Cambio.
Fue un documento que firmó también el Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, como buen dirigente orgánico. Luego de que se publicó el mensaje, llamó a Milei para aclararle que era una posición de un espacio y que en términos individuales él no iba a pronunciar cuestionamientos sino que se mantenía al margen.
Mauricio Macri nunca se expresó al respecto, pese a la presión de Bullrich. Recién este martes, a raíz de un posteo en X del gobernador sobre el inicio de clases sin paro docente, celebró ese hecho que no sucedía hace 10 años en la provincia.
La oposición de Larreta y el condicionamiento de Bullrich
En plena discusión por el rumbo del PRO, Horacio Rodríguez Larreta reapareció con un par de entrevistas en las que dejó en claro: “No estoy de acuerdo con entregarle el partido a Milei”. Larreta recalibra la brújula y se mantiene al margen de la negociación de la estructura partidaria. Macri intenta contenerlo, pero él le dejó en claro que no estará ni designará a alguien para que esté en su nombre.
Mientras se mantiene en sus convicciones y busca reconstruir su futuro político, en una nota con Radio Mitre bregó por la renovación partidaria y aseguró que “Patricia Bullrich abandonó los valores originales de Pro desde el momento que entró a un gobierno que agrede”. Bullrich le respondió: “Va a quedar en una soledad política muy grande”.
La ministra de Seguridad se siente ninguneada porque Macri no la recibe para discutir este tema. “El PRO debe pararse en el cambio, acompañar al gobierno y estar al lado. Hoy a la cabeza del cambio está Javier Milei”, afirmó quien ya anunció que no peleará por la conducción aunque todavía busca condicionar al xPresidente: “Debe poner las ideas por encima de la burocracia política”.
Independientemente de lo que hagan, hay larretistas y bullrichistas que ya se encolumnan detrás de Macri y se aferran a la dirección que imponga. Desde el 19 de marzo, Macri demostrará que el PRO es macrista.
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