Una facción del PRO liderada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, salió a apoyar este domingo al presidente, Javier Milei, en su conflicto con los gobernadores, frente a la decisión del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, de cortar el suministro de energía al país si el Gobierno no cede en su recorte de los recursos coparticipables. Sin embargo, lo hizo sin la banca de las máximas figuras del espacio, entre ellos Mauricio Macri, recrudeciendo la interna a semanas de la elección de un nuevo titular del partido.
"Los abajo firmantes, dirigentes y militantes del PRO y de fuerzas aliadas, compartimos de diversas maneras la experiencia de gobierno 2015-2019. Las manifestaciones públicas de nuestros principales dirigentes confirman un diagnóstico: se avanzó demasiado lentamente y con exagerada prudencia, y eso se pagó con una crisis que impidió la continuidad del cambio", señaló el comunicado, en un cuestionamiento directo al gobierno de Macri.
"El nuestro es un país quebrado en el que pululan y fructifican infinidad de sectores cuya sustentabilidad se basa en el déficit fiscal, es decir: en la inflación que nos empobrece. Gobernadores feudales, barones del conurbano, oligarquías sindicales, gerentes de la pobreza, expertos en cazar en el zoológico, beneficiarios de prebendas de todo tipo: la lista de corporaciones que deben renunciar a sus privilegios si queremos salir de la decadencia es larga y poderosa", continuaron los firmantes, encabezados por la propia Bullrich, quien todavía es titular del partido aunque ya confirmó que no competirá por un nuevo mandato.
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Por ello, respaldaron el ajuste de Milei a los gobernadores, que llevó a una pelea con todos los mandatarios provinciales el último fin de semana: "El gobierno nacional debe cumplir con los compromisos de la coparticipación establecidos por la Constitución y las leyes, pero no está obligado -ni puede hacerlo- a conceder condonaciones de las deudas provinciales, a enviar fondos discrecionales, ni a seguir financiando con su propia ruina, y la del país, el hecho escandaloso de que en más de la mitad de las provincias argentinas el empleo estatal supere al privado, y de que en 4 de cada 5 de ellas los recursos provenientes de la coparticipación superen el 50%, con extremos superiores al 80%".
En ese sentido, Bullrich y los demás firmantes arremetieron directamente contra Torres, también dirigente del PRO, aunque sin nombrarlo: "En ese marco, el PRO no puede avalar ningún ataque a la propiedad ni dejar sin energía al país, que son caminos por los que no se sale. Así se ahuyentan inversiones, se impide la creación de empleo y se hace imposible el progreso. Que este mecanismo no institucional haya sido acogido con entusiasmo por un kirchnerismo golpista, deja en claro que el PRO no puede avalar eso".
Más allá de Bullrich, el comunicado fue suscripto por dirigentes del PRO de segunda línea, como los diputados Fernando Iglesias, Fernando Iglesias, Laura Rodríguez Machado, Damián Arabia, Silvana Giudici, Patricia Vázquez, Gerardo Bongiovanni, Gerardo Milman y Sabrina Ajmechet o el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.
Al contrario, no firmaron el documento el expresidente Mauricio Macri. el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, ni el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio. Tampoco lo hicieron la diputada y exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal ni el ex jefe de Gobierno de CABA Horacio Rodríguez Larreta.