El PRO tuvo su “boda roja”: Macri rechazó la fusión con La Libertad Avanza y Bullrich juró lealtad a Milei

Macristas y bullrichistas se cruzaron en una caliente reunión para definir las autoridades de un órgano clave de cara a las elecciones. Sin irse del partido, la ministra de Seguridad fundó una corriente interna llamada "PRO Libertad" y arengó a su tropa: "Me la juego a fondo".

04 de julio, 2024 | 16.49

La ruptura del PRO se materializó. Mauricio Macri se quedó con el partido al dejar de lado el acuerdo que había con Patricia Bullrich y quitarle la presidencia de la Asamblea Nacional. La ministra de Seguridad no se fue, pero fundó una corriente interna para dejar en claro que está parada junto a Javier Milei. “No es un debate de cargos, es más profundo: es un debate de rumbo”, afirmó en una carta que difundió en la previa.

En un paralelismo con la escena de la “boda roja” en la exitosa serie Game of Thrones, el PRO tuvo su “boda amarilla”. Sin la violencia que caracterizó a ese capítulo en el que personajes importantes fueron asesinados, lo que se asemeja a lo que ocurrió esta mañana en un hotel en la zona porteña del Abasto es que de un plumazo se borró bajo denuncias de “traición” a una protagonista clave que hasta hace nada fue su última titular y candidata a presidenta. Al frente del órgano clave que definirá el esquema de alianzas electorales el año próximo quedó el ex intendente de Pinamar Martín Yeza.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Desde un primer momento, la asamblea se convirtió en un escándalo y estuvo atravesada por gritos y acusaciones. Por una formalidad -era la dirigente de mayor edad presente en ese momento-, el encuentro fue abierto por Nidia Moirano, una histórica senadora bonaerense de Bahía Blanca. Fiel a su línea bullrichista y lejos de abocarse a su tarea que era llamar a votar a las autoridades propuestas, lanzó: “Estamos acá producto de un consenso que tuvo como primera parte nombrar a Mauricio como presidente del partido y ahora vengo a proclamar a Bullrich al frente de la asamblea”.

Se refería al entendimiento que en marzo ambos campamentos cerraron para conseguir una lista de unidad. Pero pasaron cosas en estos cuatro meses. “Cambiaron las condiciones objetivas. Mauricio no cagó a nadie. En marzo se discutía un cargo y ahora lo que está en discusión es si disolvemos el partido o seguimos”, describió a El Destape un macrista línea fundadora.

Pablo Walter, asambleísta y armador de Bullrich que negoció ese pacto que hoy se cayó, mostró su molestia y aseguró señalando su celular: “Acá tengo los chats en los que consensuamos que sea Patricia”. Esos mensajes, de los que también participó el bullrichista Juan Pablo Arenaza, eran con los macristas Fernando de Andreis y Humberto Schiavoni. Según dijeron desde el bullrichismo a El Destape, la respuesta de uno de los negociadores del macrismo ante el reclamo fue: “Es una decisión que no tomé yo, es una cagada”.

“Estamos haciendo mierda el partido por el capricho de algunos. Le estamos dando el partido a los que perdieron y se sacó un documento sin acuerdo”, esgrimió Walter en referencia al informe de Fundación Pensar con los déficit de la gestión libertaria que firmaron Macri y María Eugenia Vidal. A ese informe le siguió el reclamo al gobierno nacional del propio Macri y diputados conducidos por Cristian Ritondo por los fondos de la coparticipación para la Ciudad de Buenos Aires.

Por último, leyó una carta de la ministra en la que ratificó su apoyo a Milei: “Decidimos apoyar a Javier Milei porque si el cambio no se daba ahora, nos hundíamos”. Explicó en esa misiva que el debate que propone “en el PRO no es un debate de cargos, es mucho más profundo: es un debate de rumbo”. Y remató: “No podemos quedarnos, una vez más, a mitad de camino. Por eso, yo me juego a fondo”.

Con el acuerdo caído, los bullrichistas Walter, Silvana Giudice, Laura Rodríguez Machado, entre otros, abandonaron el lugar y se dirigieron a una confitería a pocos metros. Bullrich, que estaba en la sede del ministerio en San Telmo, se dirigió hasta el lugar al enterarse de lo ocurrido y pronunció una fuerte arenga en la que repitió consignas de su nota y ratificó la pertenencia al Gobierno. “Vamos a hacer la corriente más importante que apoye desde nuestros votantes al Gobierno porque somos el Gobierno”, anunció. "No somos agua tibia, nos jugamos a fondo por el cambio y la libertad de Argentina", sentenció. Ese espacio ya tiene nombre y se llama “PRO Libertad”. Se mantendrá dentro del partido y adopta el mismo nombre del bloque que se separó en la Legislatura bonaerense. La escuchaban, además de los arriba mencionados, el diputado nacional Damián Arabia y el director ejecutivo de ANMaC, Juan Pablo Allan. 

“A Mauricio nunca le interesó el partido”, lanzaron en consenso varios bullrichistas muy molestos por lo ocurrido. “Si le dieran la presidencia de la Cámara de Diputados a Cristian Ritondo, ¿hubiesen sacado ese documento?”, se preguntaron con cizaña. En este marco, hubo coincidencias entre bullrichistas y larretistas presentes sobre el presente del partido. “Regresó a sus inicios, cuando Macri no era amplio y no le alcanzó para construir a nivel nacional ni ganar la Ciudad”, señalaron en referencia a 2003. Más punzante, uno aseguró: “Volvió a ser un partido municipal”.

Si hay que poner un punto de inflexión en la relación entre Macri y Bullrich, los macristas no ponen tanto el foco en el ingreso de ella al gabinete de Milei como ministra de Seguridad porque consideran que fue “a título personal” sino en el lanzamiento de la corriente PRO libertaria en la provincia de Buenos Aires junto al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y el armador mileísta Sebastián Pareja. Aseguran que fue a la semana de cerrar la lista de unidad en el partido y sin consultar a intendentes y referentes en ese territorio. “Demostró que es imposible trabajar orgánicamente con ella porque no tiene ningún código”, cuestionaron. Así las cosas, explicaron que “fue imposible generar un clima de consenso” entre los asambleístas para designarla al frente de órgano.

Así, como contó este medio, Martín Yeza fue designado para conducirla y la intendenta del municipio cordobés de Mendiolaza, Adela Arning, asumió como vicepresidenta. “Ojalá que sea la última vez que ven al PRO en estos actos inmaduros de problemas que si no tenés la razón te vas y decís cualquier cosa del otro. Yo espero que eso sea un punto final, que es lo que nos trajo hasta acá”, afirmó el ex intendente de Pinamar en diálogo con la prensa.

El último punto que se aprobó fue el rechazo a la fusión con otros partidos, aunque se avaló la posibilidad de hacer alianzas electorales. “Apoyamos al gobierno de Javier Milei y todas las iniciativas que acompañen el cambio que la Argentina votó”, destacó la cuenta oficial del PRO en X. Triunfó la postura de Macri.

También hubo presencia larretista esta mañana. La senadora nacional Guadalupe Tagliaferri tuvo que irse antes de tiempo por la sesión en el Senado en la que se trataron ascensos militares y la oposición "dialoguista" frenó el intento de Unión por la Patria de actualizar jubilaciones. Pero antes dejó por escrito su abstención. “Quería manifestar mi preocupación y sobre todo lamento que se nos haya convocado para dar una discusión pequeña frente a los enormes desafíos y preocupaciones de los argentinos”, arrancó en la misiva con fuerte crítica a ambos bandos. “Ninguna de las dos opciones representa lo que siempre este espacio defendió”, cuestionó y dejó un mensaje que abre un interrogante que se puede trasladar a Horacio Rodríguez Larreta: “No cuenten conmigo para olvidarme de nuestros principios, no cuenten conmigo para andar por la vida política repleta de contradicciones”.

El PRO se quebró, pero todavía con todos y todas adentro. La pelea interna de Bullrich por la fusión con La Libertad Avanza continuará, pero ahora la lapicera la tiene Macri en su mano.