La decisión del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de cancelar la licitación de grúas y acarreos despertó un conflicto entre los sectores que responden a Jorge Macri y Horacio Rodríguez Larreta. El primero salió a instalar que "alguien hizo algo impropio” durante la administración anterior, frase que en el larretismo molestó porque durante dos años formó parte de ese Gabinete. Desde el entorno del ex jefe de Gobierno dejaron trascender que la acusación es para eludir las críticas de lo que consideran una gestión cuya valoración entre los vecinos "no es positiva", le achacan la falta de un plan de obras y que tras asegurarse el cobro del porcentaje de coparticipación reclamado el Ejecutivo "ahora tiene que gestionar".
Lo que fue una decisión administrativa tuvo un apuntado y fue Larreta, bajo cuyo mandato Macri estuvo a las órdenes. El mismo se da en medio de una interna en el PRO que se debate su futuro respecto si ir a una fusión o alianza con La Libertad Avanza y mientras el ex Jefe de Gobierno se muestra recorriendo obras que impulsó e inauguró. “Le está pisando el territorio a Jorge (Macri)”, analizó un legislador porteño que si bien es parte del oficialismo no está alineado completamente con el Poder Ejecutivo y cree que Macri “es un híbrido” porque “no se sabe si es de Milei o si tiene identidad propia”.
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El conflicto gremial
La cancelación del proceso licitatorio que tuvo a Jorge Macri como único vocero disparó una pelea con el gremio de Camioneros. Pablo Moyano, en diálogo con El Destape 1070, denunció que la Ciudad “quiere estatizar y cambiarles el convenio” a 300 trabajadores que pertenecen a su gremio y como respuesta el sindicato se declaró “en estado de alerta, movilización y trabajo a reglamento en la rama de Recolección y Barrido” que se tradujo en calles y veredas tapadas de basura. Desde la sede de Uspallata aseguran que el conflicto se encamina a una resolución y se espera que el viernes ya esté normalizado el servicio y las calles limpias.
Según supo El Destape, la interlocutora entre el gobierno porteño y los Moyano fue Clara Muzzio. La vicejefa de Gobierno mantiene un buen vínculo con los camioneros desde que estaba a cargo del Ministerio de Espacio Público e Higiene y le aseguró a Hugo Moyano que los más de 300 trabajadores abocados a la rama de grúas no pasarán a la planta municipal y mantendrán el convenio de Camioneros.
Muzzio “heredó” el canal de diálogo que con Macri y Larreta ostentaba Diego Santilli. En plena pandemia, la entonces funcionaria recortó el contrato de recolección de basura aunque el conflicto no escaló porque con muñeca política consiguió beneficios para los trabajadores como considerarlos “esenciales” y acceder así con prioridad a la vacunación contra el Covid-19. “Es la referencia que tenemos y con quien tenemos muy buen diálogo”, soltaron desde el gremio que pidió hablar con ella ante este conflicto pese a que el servicio de grúas nunca lo abordó ya que pertenece a la cartera de Transporte. Si bien formó parte del equipo de Larreta, hoy está encolumnada detrás de Macri y hasta lo acompaña en la conducción local del partido.
Macri-Larreta
El vínculo entre Macri y Larreta siempre fue formal, pero no de amistad. Como parte de un acuerdo para las legislativas del 2021, Macri dejó la intendencia de Vicente López para ser ministro de Gobierno de la Ciudad con la pretensión de ser el futuro Jefe de Gobierno. Quienes recuerdan esos tiempos, mencionan que en las reuniones de gabinete “lo ninguneaban” y que “le dieron el presupuesto más bajo”. Es cierto que esa cartera es política y no de gestión y basta con recordar que por allí pasaron Emilio Monzó y Bruno Screnci, dos dirigentes que se caracterizan por su rol de armadores.
En el trayecto, la presencia del primo del ex Presidente nunca resultó cómoda para los larretistas ni para los socios políticos. El pico de la tensión llegó en 2022 cuando Macri recibió el apoyo de Patricia Bullrich para suceder a Larreta. El por entonces Jefe de Gobierno dejó correr hasta cuatro precandidaturas para mantener la incógnita de si iba a haber una PASO en el PRO a nivel local en sintonía con la nacional. Finalmente no ocurrió y Macri se quedó con la única candidatura del partido aunque enfrentó a un Martín Lousteau acompañado de larretistas en las listas y que en off reconocían que lo iban a votar.
Con el cambio de mandato, segundas y terceras líneas continuaron aunque las diferencias se plasmaron desde un primer momento y eso se evidenció en un gabinete más corto y amarillo. Al poco tiempo comenzaron los trascendidos desde Uspallata por una supuesta falta de gestión e irregularidades detectadas en contratos y licitaciones. Todo a la par de un larretismo que si bien acompañó la Ley Bases, rechaza la fusión o alianza que bullrichistas y macristas pretenden con La Libertad Avanza. Ahora el propio Jorge Macri fue el que denunció que hubo un accionar “impropio” en el proceso que se firmó a días de que Larreta deje el cargo.
Por el momento, la Ciudad solo abrió un expediente interno para investigar el procedimiento y no abrirá una instancia judicial. Quien sí recurrió a la Justicia fue el legislador de la Coalición Cívica Facundo del Gaiso que denunció por extorsión a Pablo Moyano y deslizó que la familia del sindicalista puede tener influencia sobre empresas que participaban en el proceso de licitación dado de baja.
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De todos modos, en Uspallata aseguran que no es esta la única licitación objetada sino la tercera y citan el cierre de concursos en la UniCABA y el plan de viviendas que suspendieron en el complejo de Costa Salguero. “Estaban todos los concursos lanzados, nos dejaban encorsetada la universidad”, se quejaron. En el larretismo esta acusación pública no cayó nada bien y aseguraron que fue un señalamiento público “evitable” por un “gerenciamiento de un contrato” y creen que se debió a una “ponderación nada positiva” sobre la gestión. “No hay una planificación ni se promocionan obras”, marcaron.
“Si lo que pretende es confrontar con Horacio por un contrato de acarreo es un error”, afirmó un larretista de paladar negro a El Destape. El mismo dirigente apunta que Jorge Macri formó parte del gobierno que ahora cuestiona y con malicia se preguntó: “Hace 16 años que está el PRO la Ciudad y hay un modelo de gestión. ¿Acaso cree que la suya es mejor que la de Mauricio?”.
Para contraponer a quejas por “herencia”, señaló que este Gobierno “asumió con 1.500 millones de dólares en el Banco Ciudad” y que ahora que Casa Rosada aceptó acatar el 2,95% de coparticipación que la Corte Suprema que ordenó para la Ciudad espera una nueva etapa. “Se acabó el cuento de la coparticipación. Hace siete meses sos gobierno, ahora tiene que aparecer la gestión”, acusó.
En Uspallata reconocen que en el primer semestre hubo puntos flojos, más allá de las objeciones a Larreta, pero aseguran que ya están acomodados. “En el último mes y medio la gestión empezó a andar. La Ciudad está más limpia, ordenada y con menos piquetes”, confiaban a principios de mes antes de que aparecieran de vuelta los residuos en la calle como a comienzos de año.
Renovación del PRO
El PRO renovó autoridades porteñas este lunes y entre sus filas cuenta con presencia de bullrichistas, pero no de larretistas. La ministra de Seguridad estará representada en la estructura por el subsecretario de Relaciones con la Comunidad y Atención a la Víctima, Ezequiel Daglio. Desde el entorno de la funcionaria libertaria destacaron el entendimiento con Jorge Macri y lo vinculan a que en el distrito la imagen de Bullrich es alta y que en una Legislatura en la que el oficialismo no tiene quórum propio ellos cuentan con cuatro bancas. “Eso influye en el amor que nos dan”, soltó uno de sus armadores.
También hay representación de Cristian Ritondo y Diego Santilli. Las vicepresidencias alternas primera serán para la ritondista Paola Michielotto el santillista Matías López. Una diferenciación respecto a lo que ocurrió en la provincia de Buenos Aires con un bullrichismo que se corrió para armar un bloque con los libertarios en la Legislatura.
Como a nivel nacional, Larreta no quiso formar parte de una lista de unidad y, sin dejar el partido, está abocado a la construcción del Movimiento al Desarrollo porque considera que la valoración actual de los partidos no es la mejor y pretende que este sea un espacio para mostrarse junto a dirigentes de otros sectores, equipos técnicos y políticas públicas.