El mandatario provincial, Axel Kicillof, lanzó la tercera etapa del Plan Penitenciario bonaerense en donde se construirán siete alcaidías más. Allí se refirió a la oposición y dijo: “Me tienen podrido con eso de que soltamos presos”.
“Un gobernador no decide quién entra ni quién sale de la cárcel”, señaló y agregó que “me tienen podrido con eso de que soltamos presos. Cansan con esas mentiras. No tenemos esa potestad”. “Lo que sí tenemos es la obligación de darles alojamiento a la cantidad de internos que cumplen condena”, ratificó.
El mandatario recordó que “cuando asumimos tuvimos una huelga de 16 mil internos; el gobierno anterior había dejado de pagar la comida y los remedios. Había una situación de terrible hacinamiento”. En ese sentido dijo que “el problema grave del sistema penitenciario es que contaba con más de 52 mil internos y tenía 24 mil plazas para alojar. Había una crisis humanitaria, de derechos humanos básicos”.
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El gobierno bonaerense lleva actualmente la construcción de 12 mil plazas penitenciarias dado que, cuando asumió la gestión se registró en la provincia la superpoblación más grande de la historia de la provincia: 24 mil plazas para 52 mil internos, hecho que condujo a una huelga de hambre de 16 mil detenidos.
Fue por ello que la administración provincial inició un plan de obras que no sólo contempla nuevas plazas, sino también la instalación de polos industriales para que las personas privadas de su libertad puedan trabajar y producir, con el objetivo de reducir la reincidencia de los internos y fortalecer la reinserción social.
En una primera etapa se terminaron 2.436 plazas penitenciarias y se edificaron 15 hospitales modulares. En la segunda etapa, que empezará la semana que viene, se edificarán 5 nuevas alcaidías y dos grandes unidades; y la tercera parte constará de 7 alcaidías y 4 nuevas unidades.