En medio del clima de tensión, el expresidente Eduardo Duhalde criticó el alzamiento de la Policía Bonaerense, aseguró que las protestas "no son aceptables" y le reclamó al presidente Alberto Fernández por "la falta de diálogo" con los grupos de efectivos que sitiaron la Quinta de Olivos. Hace dos semanas, el exmandatario agitó la posibilidad de "un golpe de Estado" y el regreso del militarismo en el país y en América Latina.
En diálogo con la señal de noticias C5N, Duhalde criticó la que consideró "falta de diálogo" entre el Gobierno y la fuerza de seguridad que mantiene en vilo a la provincia de Buenos Aires. Aún así, planteó: “No está bien que rodeen la quinta de Olivos y no es aceptable. En un problema de estas características, tenés que conversar con ellos. No están allí para matarlo, debería recibirlos”. “Esto no tiene nada que ver con lo que dije. Hay dos actividades muy expuestas, los policías y los médicos, que están sufriendo una situación muy difícil. Se soluciona fácil, hay que buscar canales de diálogo”, sostuvo.
Duhalde y el fantasma del golpe
El expresidente interino había fogoneado el temor a un nuevo golpe de Estado en la Argentina. Lejos de llevar tranquilidad en medio de una crisis sanitaria sin precedentes, comparó la situación del país con la vivida en América Latina y la injerencia de las fuerzas armadas para tomar Gobiernos.
Sostuvo, sin mostrar datos, que el grupo mejor visto por los ciudadanos es el de los militares y, si bien no se arriesgó a vaticinar una situación de semejante dramatismo, lo dio a entender. "Argentina es la que más golpes de Estado tuvo y por algo los tuvo", afirmó el exgobernador bonaerense. En base a semejante definición, señaló no tener miedo a que ocurra algo así en nuestro país pero amenazó: "Si la política no da satisfacciones...", dejando entrever una salida armada.
Para intentar argumentar esa barbaridad, citó una encuesta de Sergio Berensztein y lanzó: "¿Sabés cuál es la entidad que tiene más aprecio en la gente? Los militares. Por culpa nuestra, no por el que se fue ni por el otro. Por todos nosotros. Porque no entendemos que los Gobiernos tienen que juntarse, hacer grandes coaliciones. A mi me ha tocado hacerlas dos veces. Se llamaba co-gobierno, gobernar juntos".