Este viernes 22 de marzo en el microestadio de Ferro se realizará un nuevo Congreso Nacional del Partido Justicialista que aún preside Alberto Fernández. Según pudo averiguar El Destape, en pos de ganar volumen político y recuperar un espacio preponderante en la agenda cotidiana, los dirigentes aceptarán el pedido de licencia de Alberto Fernández, y le darán una “salida elegante” del espacio.
Una vez concretada la salida, el Partido tendrá que analizar si la presidencia queda en manos sucesoras, o si se convoca a una mesa de acción política que fije elecciones en un horizonte no muy lejano. Una tercera alternativa, tal vez en minoría, es “salir por arriba” y concretar el mismo 22 la presidencia de un “peronista no clásico” pero “peronista” al fin.
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Las hipótesis que rondan
En el caso de que Alberto Fernández deje la presidencia del PJ y se decida continuar con la línea sucesoria, se abre una posibilidad poco desarrollada por los miembros del partido. Actualmente, la vicepresidenta Primera del PJ es Cristina Álvarez Rodríguez, actual jefa de asesores del Gobernador Axel Kicillof.
Su basta trayectoria política en el peronismo resonaron fuerte a la hora de armar las autoridades vigentes del espacio. Con la crisis actual, su nombre resurgió. Además de su actividad como asesora -que implica estar con Kicillof en casi todos los actos y reuniones de gestión cotidianamente- Álvarez Rodríguez preside la Corriente Nacional de la Militancia Provincia de Buenos Aires, un espacio que comenzó a reflotar y que tiene como marco general acompañar las medidas del gobierno de Kicillof y combatir el ajuste de Javier Milei.
Lo cierto es que desde su entorno no confirmaron ni negaron la posibilidad de que sea la nueva Presidenta. El hermetismo es total. “Ella tiene un rol más de moderadora, de limar asperezas y reunir a espacios que a veces se alejan”, confesaron. De seguir con la línea sucesora de autoridades del PJ, el gobernador Axel Kicillof es el Vicepresidente Segundo. También es otro dirigente para ocupar ese espacio, aunque desde su entorno le bajaron el precio a esa posibilidad concreta.
Si bien confirmaron que el mandatario “estará en el Congreso”, no brindaron mayores detalles sobre su rol. Además, recordaron que el Gobernador “está enfocado en la gestión”, y difícilmente se haga cargo de un espacio que, al menos por ahora, no tendría “mucho sentido” que sea presidido por él. En cambio, el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, es un hombre del PJ que está detrás de la organización del encuentro y analizando los diferentes escenarios.
Otra de las posibilidades es que, en vez de asumir la presidencia por la línea sucesoria, se conforme una “comisión o mesa de acción política” y convocar a todas las corrientes internas y variopintas del PJ, así como también sectores gremiales, productivos y sociales. Un dirigente peronista detalló que, de llevarse adelante la medida, el objetivo sería “convocar a elecciones en noviembre de 2024”.
Finalmente, la tercera alternativa sería otorgar la presidencia a un “peronista no clásico”. Ejemplo de ello sería el gobernador de Córdoba Martín Llaryola, aunque la desconfianza sobre su figura es alta. Las idas y venidas con el gobierno nacional generan más dudas que certezas en relación a la “lealtad” del cordobés para conducir el partido.
Vale remarcar que el mismo viernes al mediodía en el Complejo Parque Norte se llevará adelante el Congreso Nacional del Frente Renovador -que no contaría con la presencia de Sergio Massa- y que tendrá en su temario una “Nueva Estructura Organizacional”, la gesta de una “comisión de poderes”, y la elección de “autoridades partidarias”, entre otros temas.