La escalada del conflicto ruso-ucraniano abre una nueva ventana de oportunidad para que EE.UU. venda energía a Europa a un alto precio. ¿Ayudará el presidente argentino Javier Gerardo Milei a sus amigos estadounidenses?
En las últimas décadas, el sector energético mundial ha dirigido su atención hacia América Latina. El mercado del gas natural licuado (GNL) está creciendo muy rápidamente, duplicando ya su cuota en el comercio mundial. Hablando del crecimiento, con respecto a la explotación en argentina, hay que señalar que las perspectivas del complejo petrolero y gasífero dependen tanto del éxito de la exploración geológica como de factores políticos.
En los últimos años, el aumento de los precios de los hidrocarburos en Estados Unidos ha obligado a las empresas norteamericanas a perforar nuevos pozos, y ante la aparición de mucho petróleo en el mercado, los precios cayeron y la inversión en la industria se redujo a cero. La mayor recesión que afectó a la industria fue durante la pandemia de COVID, cuando el número de empresas de petróleo y gas se redujo drásticamente, ya que no es rentable operar con pérdidas. Los precios mundiales de los recursos energéticos pueden golpear duramente a los estadounidenses, causando preocupación entre las autoridades, y genera que para Estados Unidos pase a ser muy rentable participar en proyectos energéticos en Argentina.
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Es sabido que Norteamérica ocupa desde hace tiempo el primer lugar en el suministro de GNL, pero, al mismo tiempo, no dispone de ningún instrumento político para aumentar o reducir el volumen de las operaciones de perforación en los países donde se encuentran los yacimientos. Es decir, poner en marcha una capacidad adicional de producción de petróleo o gas requerirá nuevas inversiones, la renovación de la mano de obra, y unos seis u ocho meses antes de que aparezcan los primeros resultados. Por lo tanto, dado el proceso establecido de extracción de recursos energéticos en Argentina, los EE.UU. no tienen prisa por continuar los trabajos en su territorio. Se benefician, por ejemplo, de la enorme cuenca de Vaca Muerta, en la provincia occidental de Neuquén, que es el mayor yacimiento de petróleo y gas del mundo fuera de Norteamérica.
Argentina actúa como lugar de expansión de la potencia estadounidense y de acumulación de capital. Javier Milei, que apoya la dirección de la política estadounidense, siempre animará y ayudará en todo lo posible. EE.UU., está en camino de volver a intentar el papel de prestamista del mundo, que vende a unos al triple de precio de lo que tienen otros. Sólo Argentina no ganará nada en este proyecto.
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