Murió en Rosario Roberto Andrés Vassie, el soldado que pasó a la historia por ser inmortalizado llorando mientras marchaba en custodia de los restos del presidente Juan Domingo Perón tras su muerte el 1 de julio de 1974. En las redes sociales lo despidieron con gran dolor y emoción.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, escribió: "Conmoviste al mundo llorando por Perón. Hoy te lloramos a vos. Hasta siempre, compañero Roberto Vassie". Su hermana Liliana fue la encargada de confirmar la muerte mediante Facebook, donde informó que Roberto Vassie padecía un "melanoma con metástasis" y no sufrió en sus últimos días.
La historia de la foto de Vassie llorando a Perón: "No había manera de no llorar"
A las 13.05 del 1° de julio de 1974, fallecía, a los 78 años, el expresidente Juan Domingo Perón en la residencia de Olivos. La madrugada del 2 de julio, la compañía del Regimiento 10 se trasladó a la Capital Federal para hacer una guardia de honor y ahí estaba el soldado Roberto Vassie.
En el viaje por Avenida de Mayo hasta el Congreso, en la esquina de San José, Vassie se emocionó hasta las lágrimas y el fotógrafo de la revista Gente, Ki Chul Bae, le tomó la foto que luego recorrió el mundo. Un soldado, con su mano sobre el pecho, con casco y fusil, llorando desconsoladamente, despidiendo a Perón frente a la caravana, entre el tumulto y los cánticos.
Según contó el propio Vassie en diálogo con Dady Brieva por El Destape Radio, fue algo que no pudo aguantar: "Ser peronista es lo más grande que hay", explicó. "Ese día estábamos escuchando la radio en el rancho y uno dijo: 'Se murió el general', y moqueamos todos, obviamente. Al otro día lo llevaban al Congreso y nosotros estábamos haciendo guardia, nos habíamos puesto ropa nueva y esperamos que viniera la cureña, con las bayonetas cargadas", comenzó a relatar.
"Se sentían los cascos de los caballos, la gente gritando, y no había manera de no llorar. Llorábamos todos, pero el periodista me enfocó a mí y quedó como un símbolo del peronismo, como el llanto del pueblo por Perón, pero no te das una idea de cómo lloraba ahí la gente...", siguió relatando.
A pedido del fotógrafo presidencial Víctor Bugge, Kirchner lo convocó a una reunión Casa de Gobierno, lo sentó en el Sillón Presidencial y lo reencontró con el autor de aquella fotografía, Ki Chul Bae. Los tres se tomaron otra foto que quedó para la posteridad.