El peronismo arranca una etapa de reconstrucción tras la catástrofe electoral. Aún con el cuerpo caliente, el PJ da sus primeros movimientos de cara a lo que se viene con la presidencia de Javier Milei. La incógnita del futuro del PJ en Buenos Aires y a nivel nacional. ¿Se terminan los mandatos de Máximo Kirchner y Alberto Fernández?
Hay dos primeras consignas que sobresalen. "Hasta que Milei no mueva las piezas hay que esperar" es una de ellas. Y la segunda es: "Prudencia y firmeza". Pese a que aún le quedan 15 días en el poder, el peronismo ya se convirtió en oposición.
Quienes picaron en punta en la reorganización del peronismo son los integrantes de la CGT, que lograron reunirse a días de la derrota en las elecciones generales. La particularidad de cada gremio y los desafíos que afrontará en los próximos cuatro años hizo que no haya una declaración conjunta. Están a la espera de los movimientos del presidente electo. Aún no hay puentes con nadie del mileimacrismo.
A la salida de la reunión en la central obrera, uno de los titulares de la misma, Héctor Daer, dio los lineamientos del sindicalismo peronista: "Si avanzan contra los derechos laborales o las organizaciones sindicales con ajustes, o con lo que sea, la CGT va a tomar medidas. De eso no hay duda. Pero no vamos a ser destructivos. Hay que dejarlo caminar a Milei". Otra duda aún sin respuesta: ¿Seguirá vigente el triunviro con Carlos Acuña y Pablo Moyano o se rompe en el corto plazo?
La CGT quiere que Milei no degrade al Ministerio de Trabajo pero las primeras jugadas hacen prever que será Secretaría. Este jueves ya hubo reunión de traspaso de la actual ministra Kelly Olmos con los muchachos del libertario. "Todos ex Triaca", dijeron testigos del encuentro en referencia al ex funcionario de Mauricio Macri en esa cartera. Quienes estuvieron en este encuentro de parte de LLA son Omar Yasín y Gustavo Morón. El primero le ganó la pulseada al segundo y será el futuro Secretario de Trabajo que llevará la relación con la CGT.
Otro grupo que se unió en el PJ y salió a marcar rápido la cancha alertado por el futuro fue el de los gobernadores del Norte Grande. Ricardo Quintela (Salta), Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gildo Insfrán (Formosa), Jorge Capitanich (Chaco), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Omar Perotti (Santa Fe) se juntaron para hacerle un pedido a Alberto Fernández pero con un mensaje directo a Milei. Algunos de ellos salientes del mandato pero otros con reelección vigente, están preocupados por las promesas del libertario. Sin obra pública y sin recursos, el escenario que ven es similar a un "comienzo de incendio".
Buenos Aires se convirtió (otra vez) en el centro de gravitación principal del peronismo para los años que vienen. La "provincia país" tiene a uno de los protagonistas de ese movimiento para proponer y encabezar la oposición del PJ contra la alianza Milei-Macri: Axel Kicillof.
El gobernador de PBA es uno de los apuntados para liderar la renovación peronista, aunque un peso pesado del peronismo provincial advierte: "No conviene que sea el presidente ni del PJ nacional ni del PJ Buenos Aires. Él tiene que estar dedicado plenamente a la gestión porque va a ser dura".
Según fuentes consultadas para esta nota, el presidente del PJ de la Provincia, Máximo Kirchner, llamará a elecciones antes de fin de año para sucederlo. Jorge Ferraresi y Gabriel Katopodis, algunos de los nombres para llevar adelante esa tarea.
Otro tema es el PJ a nivel nacional que hoy preside Alberto Fernández. En el peronismo esperan que al concluir su mandato y con las novedades de su mudanza a España, el mandatario saliente llame a elección después del 10 de diciembre. Antes del balotaje, un gobernador clave del PJ dejaba trascender que "ese lugar tiene que ser para Axel".
Uno de sus ministros, Andrés "Cuervo" Larroque, dio alguna pista este viernes en una entrevista. "Hoy Axel es el representante institucional del peronismo, tiene el cargo de mayor representatividad".
Los intendentes del peronismo de la Provincia esperan un "diciembre convulsionado" y hay máxima preocupación. "No hace falta tener la bola de cristal para darse cuenta de eso", explicó a El Destape un histórico hombre del PJ con territorio en PBA.
Quien habló durante toda la semana públicamente fue Alberto Fernández. Intentó despegarse de la figura de chivo expiatorio ante la derrota. Dijo no ser responsable de la misma. Culpó al "debate público interno" en estos cuatro años y confirmó que va a seguir participando del debate interno en el peronismo.
"Lo peor que nos puede pasar es que nos rompamos. Estamos en un momento muy doloroso y si hablamos llenos de este dolor es muy posible que lastimemos a otros y a nuestra fuerza. Yo no quiero romper nada, yo quiero unir", le dijo al diario El País de España. El mandatario eligió a medios internacionales para dar su testimonio en los días finales de su mandato.
Ante la suspensión del viaje de Cristina Kirchner a Italia, donde iba a dar una conferencia, su rival interno salió a ocupar ese espacio vacío. "Me decían títere y resulta que el títere es el único que termina enfrentado a ella”, dijo Alberto en otra entrevista.
El cristinismo fue uno de los espacios de la coalición que mantuvo el silencio en la semana posterior a la derrota. Tanto desde La Cámpora como los alfiles de CFK no hubo reproches públicos o mensajes sobre la interna. Una interna que se avecina compleja, aun con una composición en el Congreso favorable, con unos nada despreciables 108 diputados y 35 senadores. Duda final: ¿continuará unido UP en el parlamento en 2024?