El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se refirió a la visita de diputados de La Libertad Avanza a genocidas. En diálogo con El Destape 1070 dijo que “es gravísimo”, y que “Villarruel se dedicó toda su vida a visitar represores”.
El mandatario remarcó que el hecho “no se puede pasar por alto”, y que el gobierno nacional, “con esa línea de reivindicación del terrorismo de Estado, es grave, no es algo nuevo”. "Lo que estamos viendo ahora es hasta dónde llegan”, remarcó el Gobernador.
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La visita de diputados de LLA fue aprobada por Casa Rosada
Rocío Bonacci, una de las seis diputadas y diputados de La Libertad Avanza que participaron de la visita a Alfredo Astiz y otros represores de la última dictadura en el penal de Ezeiza hace dos semanas, afirmó que tenían la autorización tanto del titular de la Cámara baja, Martín Menem, como de la Casa Rosada.
"He sido muy castigada desde un principio. La convocatoria a esta visita por (el diputado de LLA) Beltrán Benedit fue con motivo humanitario. El objetivo era recorrer la cárcel y estar en contacto con presos. Calculé que presos comunes y conocer las instalaciones", afirmó Bonacci en diálogo con el programa Jacke Mate de Rosario.
La diputada libertaria se mostró arrepentida de haber participado de la visita y afirmó: "Sentí un engaño desde que no se me proporcionó la información completa del objetivo de la visita. Hablé tres veces con mi compañero de bloque (Benedit) pero la información se me proporcionó llegando al penal". En ese contexto, agregó que al entrar y darse cuenta de qué se trataba la visita planteó que "no quería participar de la conversación ni de la foto ni del proyecto", pero que eso "no se respetó".
"No comulgo con las ideas que propone Beltrán (Benedit). No reivindico a estos genocidas de la época de la dictadura", aclaró Bonacci. Y reveló que el motivo principal de la charla que que "existen presos de lesa humanidad con más de 70 años". También admitió que tuvo que "googlear muchos apellidos" de los represores con los que se reunió el grupo durante la visita porque "no los conocía".
Entonces, Bonacci reveló que la visita a Ezeiza y la reunión con los represores tenía la autorización del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. "Compartimos una llamada telefónica de 10 minutos (con Menem) para plantearle mi postura (de rechazo a la visita)", aseguró, y explicó que "la visita se convocó desde una combi oficial que se pide a la cámara teniendo el okay dado desde Presidencia (de Diputados)".
En el mismo sentido, Bonacci también dio a conocer que la visita a los represores tenía autorización de la propia Casa Rosada. "Tenía aparentemente el okay de Martín Menem y de Casa Rosada", concluyó
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