La vuelta a casa en la jornada de este miércoles se volvió caótica con la medida de fuerza de la Unión Ferroviaria que paralizó los servicios de trenes que conectan el Conurbano con la Ciudad de Buenos Aires. En las estaciones de Constitución, Once y Retiro se ven largas filas para poder subir a los colectivos de corta y mediana distancia, para el regreso a la zona sur, el norte o el oeste de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, los reclamos de las personas apuntan a los aumentos del precio del boleto y al alto costo de vida. “Esto que ven acá es la casta”, dijo irónica una jubilada en un móvil de LN+.
La señora tiene 67 años, gana la jubilación mínima y, contó, tuvo que bajarse en la estación Constitución a cargar la sube porque el saldo no le alcanzó para llegar a su casa. “El hilo se corta por lo más fino y nosotros somos la casta, como dice todo el mundo. Esto que ustedes ven acá es la casta. Esto es el país que estamos viviendo. Realmente yo estoy ya, hasta la coronilla”, dijo con cara de indignada y aprovechó para decir que los 105 mil pesos de su jubilación son “una vergüenza”, ante el móvil que la entrevistó para LN+. Cuando le preguntaron por el paro ferroviario dijo simplemente que “si pararon por algo lo hicieron”.
“Nunca en mi vida pasé semejante miseria como estamos viviendo y todavía el Presidente (Javier Milei) dice que falta más, falta marzo y abril. ¿A donde nos quiere llevar? ¿Al cementerio nos quiere llevar a todos? Basta por favor, basta”, insistió con un hilo de voz.
En otra fila, una chica que no dijo su edad, pero tendría más de 30 también consideró “justo lo que están reclamando”. Cuando el cronista le comentó que los maquinistas que llevan adelante la medida ganan entre 800 mil y 1 millón de pesos, respondió: “Me parece que tendrían que ganar más por su trabajo de riesgo, como yo debería ganar más”.
En Retiro, también se vieron complicaciones. La mayoría de las personas allí entrevistadas iban hasta la Rotonda de Alpargatas, en el municipio sureño de Berazategui. “Estoy de acuerdo con un reclamo, pero no de esta manera, pero molestando así a la gente, no”, expresó un trabajador y otro más se sumó a su opinión. “Me sale más caro que el tren. 500 mangos más”, sumó.
“Se está viendo la realidad entre la carga de la sube, las filas, esta mañana mucha gente estaba sin saldo en la Sube porque el colectivo está más caro. 600 y pico más me salió a mí, no tenía saldo y muchos lugares no tienen para cargar saldo. Eso genera un conflicto, a ver qué soluciones le dan a la sube. Espero que haya una pronta solución”, dijo ante la consulta de un movilero de C5N un trabajador que estaba esperando el 98 para ir hacia Berazategui.
Una joven en Once con su hijo de la mano dijo que “las filas son así, siempre tomo el 57”, casi como si no fuera una novedad tener que esperar un rato largo para esperar un colectivo en la vuelta a casa todos los días . “No viajo siempre. Así que no sufro el aumento, pero en la economía diaria…es impresionante lo que subió el huevo, el pollo. Ahí está la gente que quería el cambio, ahí tienen el cambio. Ahora que se la aguanten”, se quejó un señor haciendo alusión implícita al radical cambio de gobierno que enfrenta la Argentina desde el pasado 11 de diciembre.
Otra señora que esperaba en el mismo lugar contó que esta mañana demoró cuatro horas en ir desde Moreno hasta Recoleta, lo que implicó subir y bajar de tres colectivos. “Ahora creo que va a llevar un poco más, espero que sea bastante leve, pero lo dudo, porque los colectivos allá se colapsan por los puestee y en el barrio es una sola línea”, contó y dijo que en la actualidad “subsiste”, que “no queda otra”.