Las paritarias 2021 de Alimentación volvió a fracasar esta semana, luego de dos reuniones, y los gremios podrían retomar las medidas de fuerza. Rechazaron la oferta de un 36% realizada este jueves por considerarla “mezquina” e “insuficiente”, y advierten que los empresarios pretenden boicotear la negociación para escalar el conflicto y perjudicar al gobierno nacional.
A pesar de haber obtenido ganancias millonarias durante la pandemia, el rumbo hacia una actitud más confrontativa es evidente desde la asunción de Daniel Funes de Rioja como presidente de la UIA, al frente desde hace una década de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal).
En su asunción formal al frente de la entidad fabril, insistió en la necesidad de que el Gobierno elimine el "triple cepo laboral", en relación a las prohibiciones de despidos, suspensiones y doble indemnización implementadas el año pasado en plena crisis sanitaria para sostener el empleo.
El secretario general de la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, Héctor Morcillo, cuestionó la postura de la cámara que conduce el flamante presidente de UIA. "Funes de Rioja es el presidente de la Cámara empresaria de Alimentación y su estudio atiende muchísimas de las empresas de nuestro sector. Nunca reconocieron el rol de los trabajadores en la pandemia", aseguró.
El dirigente sindical sugiere que son "rehenes de los conflictos sobre la política de precios" entre los empresarios y el gobierno nacional, y que eso explica la actitud “beligerante” de las grandes empresas.
Desde la Federación convocaron para este viernes a un plenario de todos los Sindicatos de la Alimentación del país “para evaluar la marcha de la negociación paritaria y disponer las acciones a seguir”.
El lunes temprano continúa la negociación y el 29 de junio vence la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo. Morcillo aseguró que los “empujaron a un conflicto", y anticipó que "si no hay acuerdo arriba del 40% vamos a definir un plan de lucha".
Mientras el presidente Alberto Fernández avala la reapertura paritaria de La Bancaria y un acuerdo de aumento salarial del 45% como nueva pauta general para todos los sectores, los grandes empresarios del rubro de alimentos se plantan con ofrecimientos por debajo de la proyección inflacionaria, su propio "caso testigo" en la vereda contraria a las aspiraciones oficiales.
La intransigencia empresarial no puede explicarse, en este caso, por el duro golpe que significó la pandemia para muchos sectores de la economía, en especial durante 2020. Como publicó El Destape, las alimenticias aumentaron sus ganancias hasta un 600% en el último año y lograron revertir las pérdidas que arrastraban desde la crisis del gobierno de Mauricio Macri.
Según los últimos balances presentados ante las autoridades de la Bolsa porteña, en el primer trimestre del año, la empresa Ledesma, de la familia Blaquier, ganó 1239 millones de pesos, un 216 por ciento más que en igual período de 2020.
Molinos Río de la Plata, grupo de la familia Pérez Companc, ganó 1180 millones de pesos, mientras en el primer trimestre de 2020 informó una pérdida de 162 millones.
La empresa líder en alimentos, el Grupo Arcor, de Luis Pagani, ganó $5.441,8 millones netos en 2020, de acuerdo a los balances contables que presentó a la Comisión Nacional de Valores. En 2019, la compañía padeció un resultado negativo de $196,2 millones y en 2018 otro de $1.555 millones.
La Federación había logrado en la paritaria 2020-2021 un incremento anual del 41% tras acordar un 9% de subas a partir del 1 de abril, sin embargo el arreglo establecía que se inicien las negociaciones durante mayo para el próximo período paritario.
Por otra parte, desde el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, filial Buenos Aires, que conduce el histórico dirigente Rodolfo Daer, ratificaron esta semana la necesidad de preservar el poder de compra y pidieron a las empresas que presenten “una propuesta acorde a las circunstancias económicas que atravesamos los asalariados de Alimentación”.