El presidente Alberto Fernández le deseó al exmandatario paraguayo Fernando Lugo "una pronta recuperación" a raíz del accidente cerebrovascular (ACV) que sufrió este miércoles por la mañana. "Deseo una pronta recuperación a @lugo_py, ex presidente de Paraguay", escribió Fernández en su cuenta de Twitter.
El jefe de Estado compartió una foto junto a Lugo y agregó: "Todo mi apoyo a sus seres queridos y mucha fuerza a nuestro hermano pueblo paraguayo".
Lugo, presidente de Paraguay entre 2008 y 2012 y actual senador por el Frente Guasú, permanece internado en terapia intensiva, según informó más temprano el legislador de ese partido, Jorge Querey. "El senador Fernando Lugo ingresó (al sanatorio) con el diagnóstico de un accidente cerebrovascular isquémico, es decir, un pequeño vaso sanguíneo en la parte posterior del cerebro que se ocluye y deja de llegar sangre a esa parte del cerebro", explicó en conferencia de prensa Querey, quien también es médico neumólogo y terapista.
Lugo tuvo una convulsión en la Cámara de senadores y por eso fue internado en el sanatorio privado San Roque de Asunción, donde está hospitalizado en terapia intensiva.
Quién es Fernando Lugo
El exmandatario paraguayo fue depuesto hace nueve años por un golpe institucional. El exsacerdote había asumido el 15 de agosto de 2008, tras propiciar al Partido Colorado su primera derrota en más de seis décadas, al frente de una alianza que incluía al Frente Guasú –su fuerza- y al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), que colocó en la fórmula a su vice, Federico Franco.
Lugo fue destituido por “mal desempeño de sus funciones” apenas una semana después de la llamada Masacre de Curuguaty, el operativo de desalojo de una propiedad de ese departamento –uno de los más pobres de Paraguay- ocupada por campesinos, que terminó con 17 muertos, 11 labriegos y 6 policías.
Aunque la salida de Lugo del poder siguió las vías constitucionales, el absurdo de la acusación en su contra y los insólitos tiempos con los que se llevó adelante el proceso casi que cerró el debate acerca de si se trató o no de un golpe.
En verdad, Lugo parece haber sido la continuidad de una mecánica que se había probado en 2009 con Manuel Zelaya en Honduras, que la prensa y los sectores progresistas llamaron “golpe blando”, y que después sufrieron también Dilma Rousseff en Brasil y, bastante más acá, Evo Morales en Bolivia.
En diciembre de 2021, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió una demanda presentada por el expresidente contra el Estado por el golpe institucional.