El papa Francisco consideró hoy que es necesaria la instalación de un ingreso básico universal y la reducción de la jornada laboral de cara a la pospandemia de coronavirus. Durante su participación en el IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares pidió a los organismos internacionales de crédito la condonación de las deudas de los países pobres, "tantas veces contraídas contra los intereses de esos mismos pueblos".
A través de un videomensaje dado a conocer hoy, el pontífice pidió la implementación de "un ingreso básico, el IBU, o salario universal para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida".
"Es justo luchar por una distribución humana de estos recursos. Y es tarea de los Gobiernos establecer esquemas fiscales y redistributivos para que la riqueza de una parte sea compartida con equidad sin que esto suponga un peso insoportable, principalmente, para la clase media", expresó el Papa.
"No olvidemos que las grandes fortunas de hoy son fruto del trabajo, la investigación científica y la innovación técnica de miles de hombres y mujeres a lo largo de las generaciones", convocó en el evento que se realizó por Zoom simultáneamente en español, italiano, inglés, portugués y francés, del que participaron movimientos populares de diferentes partes del planeta compartiendo su labor y su lucha durante la pandemia.
Qué dijo el Papa sobre la reducción de la jornada laboral
En su mensaje, el Papa sostuvo que "hay que analizar seriamente" la propuesta de "la reducción de la jornada laboral" y, en ese sentido, consideró que "no puede haber tantas personas agobiadas por el exceso de trabajo y tantas otras agobiadas por la falta de trabajo".
"En el siglo XIX los obreros trabajaban doce, catorce, dieciséis horas por día. Cuando conquistaron la jornada de ocho horas no colapsó nada como algunos sectores preveían. Entonces, insisto, trabajar menos para que más gente tenga acceso al mercado laboral que es un aspecto que necesitamos explorar con cierta urgencia", basó su reclamo.
"Considero que son medidas necesarias, pero desde luego no suficientes. No resuelven el problema de fondo, tampoco garantizan el acceso a la tierra, techo y trabajo en la cantidad y calidad que los campesinos sin tierras, las familias sin un techo seguro y los trabajadores precarios merecen", defendió el Papa, en línea con el reclamo de las denominadas "3T" (Tierra, Techo y Trabajo) que se han convertido en el principal reclamo de los movimientos populares.
También marcó que las propuestas "tampoco van a resolver los enormes desafíos ambientales que tenemos por delante", pero las mencionó "porque son medidas posibles y marcarían un camino positivo de orientación".