El papa Francisco habló sobre la "irracionalidad punitiva", criticó la concepción tecnocrática y deshumanizadora de quienes ejercen el derecho y pidió "altísima responsabilidad" a los expertos en derecho penal, en una carta dirigida a la Asociación Argentina de Profesores de Derecho Penal. Las palabras de Francisco llegaron en medio de fuertes cuestionamientos del Frente de Todos a la Corte Suprema por haber anulado la designación del senador Martín Doñate al Consejo de la Magistratura y asignar ese lugar a Luis Juez, del PRO.
"La concepción tecnocrática deshumanizadora pone en duda la capacidad crítica de la persona y conduce a un irracionalismo que se importa a las aulas y a las decisiones judiciales", apuntó el Papa en uno de los pasajes de su carta dirigida a la Asociación Argentina de Profesores de Derecho Penal. Además marcó un camino al decir que para que "la función penal no se convierta en un mecanismo cínico e impersonal" hacen falta profesionales nutridos en en formación técnica pero sobre todo "apasionados por la justicia".
"Los expertos en Derecho penal y quienes, en sus diversas tareas, están llamados a desempeñar funciones relacionadas con su aplicación, tienen a su cargo una altísima responsabilidad", señaló.
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En su diálogo con la asociación de profesores, Francisco pidió que se comprometan a promover el ejercicio tanto de las funciones académicas como judiciales con "apego a los compromisos éticos". También volvió a insistir con su llamado de atención al uso arbitrario de la prisión preventiva, la prisión perpetua, el encarcelamiento masivo, las torturas en las cárceles como también la arbitrariedad y el "abuso" de las fuerzas de seguridad. Ya lo había hecho en una carta a los participantes del XX Congreso Internacional del a Asociación Internacional de Derecho Penal en la que también se refirió a la criminalización de la protesta social y el "menoscabo a las garantías penales y procesales más elementales".
"Desde entonces -abundó- algunos de los problemas solo han empeorado. Esto es lo que sucede con el incremento del uso indebido del encierro y el consiguiente deterioro de las condiciones de detención, junto al incentivo involuntario a la violencia o al uso desproporcionado de la fuerza, que llega a configurar situaciones de una auténtica pena de muerte informal".
Por último, Francisco también se refirió al "ecocidio" y señaló la necesidad de incluir esa práctica como la quinta categoría dentro de los crímenes contra la paz. El Papa se refirió al "ecocidio" como "formas de al criminalidad" que afectan a la dignidad "de la persona humana" y la "casa común", y pidió: "Necesitamos que los juristas debatan y propongan nuevas formas de protección jurídica de la Naturaleza ya que el derecho humano a un medio ambiente saludable no puede resguardarse sin salvaguardar primero los derechos de la Naturaleza".
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