Héctor Magnetto, José Aranda, Alejandro Saguier y Jorge Fontevecchia, dueños y accionistas de Clarín, La Nación y Perfil, figuran entre las las personas que utilizaron guaridas fiscales para ocultar parte de sus patrimonios. Sus nombres son parte de los Pandora Papers, una filtración de datos de estudios de abogados que fue compartida en un selecto grupo de medios. Por Argentina participaron La Nación, Infobae y Diario.ar. La investigación se publicó hace 15 días pero recién ayer Diario.ar dio cuenta de esta información clave.
La aparición de Magnetto, Aranda, Saguier y Fontevecchia entre los usuarios de guaridas fiscales la reveló Emilia Delfino en el portal Diario.ar. Es una de las periodistas que integra el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, sus siglas en inglés) que administra las bases de datos de esta última filtración que involucra a 14 proveedores de sociedades offshore. No es posible saber si son los únicos que no figuraban hasta ahora en las publicaciones de esos medios ya que las bases de datos no son de acceso público ni a otros medios. Eso permite estas manipulaciones en la publicación. Probablemente no sean las únicas.
Los Pandora Papers fueron publicados de forma coordinada el 3 de octubre, hace 15 días. En el capítulo argentino los medios que participaron destacaron los casos de Daniel Muñoz (el fallecido ex secretario de Néstor Kirchner), del financista Ernesto Clarens (que también vincularon al kirchnerismo), del asesor PRO Jaime Durán Barba, de Mariano Macri y casos como el de Zulemita Menem y los futbolistas Ángel Di María y Javier Mascherano. A ninguno le pareció prioritario que Magnetto, Aranda, Saguier y Fontevecchia, dueños de los principales medios del país, aparecieran entre los usuarios del mundo offshore. Recién ayer lo publicó Diario.ar.
Héctor Magnetto y José Antonio Aranda, Clarín
Figuran en el directorio de Mather Holdings Limited junto a Ernestina Herrera de Noble, ya fallecida. También en el directorio de Silkwook Investments Limited. Ambas están registradas en Islas Vírgenes Británicas a principios de los 90. Según la organización Tax Justice Network se trata de la novena guarida fiscal más opaca del mundo. Consultados antes de la publicación de la nota dijeron que tienen todo declarado pero no aclararon a qué se dedican esas firmas.
“Ambas compañías se entrelazan con una serie de sociedades creadas en otras jurisdicciones, como Delaware (considerada un paraíso fiscal dentro de los Estados Unidos) y una pequeña isla del Caribe, cercana al archipiélago de bandera británica: San Cristóbal y Nieves. Las sociedades también se relacionan con cuentas bancarias en los Estados Unidos y conducen a otra compañía offshore cuyos beneficiarios finales son dos hijos de Magnetto y dos hijos de Aranda”, agregó Delfino. Y aporta otro dato: que ambas estuvieron en los listados de cuentas para la fuga que denunció en 2008 el ex JP Morgan Hernán Arbizu.
No es lo único que tienen Magnetto y sus socios en guaridas fiscales. Telecom la controlan en parte desde VLG SAU, que opera desde la guarida fiscal de Delaware. Los accionistas controlantes de Cablevisión Holding son los hijos apropiados por Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto, Jose Antonio Aranda y Lucio Rafael Pagliaro. Lo hacen desde GS Unidos LLC, también radicada en Delaware. Y el 20,83% lo controlan desde Fintech Telecom LLC, también radicada en la guarida fiscal de Delaware. Son sólo algunos ejemplos.
Alejandro Saguier, La Nación
Figura como director de Danias Holding Ltd., registrada en Islas Vírgenes Británicas en 2012. Es uno de los accionistas de La Nación.
“La sociedad era titular de una cuenta en el JP Morgan. En junio del 2016, ingresé al sinceramiento fiscal cumpliendo con toda la normativa correspondiente”, explicó Saguier ante la consulta del equipo argentino de ICIJ, según consigna Diario.ar. Lo curioso es que el “equipo argentino de ICIJ” lo integran empleados de Saguier como Hugo Alconada Humo y otros periodistas de La Nación que tenían la misma información.
Jorge Fontevecchia, Perfil
Figura como accionista y presidente de Akriluy Corporation SA, radicada en 2008 en Uruguay. “La compañía fue capitalizada con 400 millones de pesos uruguayos el 30 de diciembre de 2008, una suma entonces equivalente a unos US$21 millones, según una publicación en el Diario Oficial del gobierno uruguayo” detalló Delfino.
Según Diario.ar, Fontevecchia dijo que la incluyó en sus decalraciones juradas y que “se creó para que, transitoriamente, fuera la holding del grupo para las sociedades y operaciones en el exterior, básicamente en Brasil”. También da cuenta de que el propio Fontevecchia publicó en su momento los nombres de las sociedades offshore con las que operaba el grupo Perfil.
Antecedente
¿Por qué La Nación, que tuvo acceso a la base de datos de los Pandora Papera, no informó sobre la presencia de Magnetto, Aranda y Fontevecchia? ¿Fue un acuerdo para ocultar también la presencia de Saguier, uno de sus accionistas?.
Esto tiene un antecedente. Cuando Julian Assange dio a conocer los Wikileaks, millones de cables secretos, lo hizo también en acuerdo con un grupo de medios que publicaron sobre el sistema de espionaje masivo desplegado por los gobiernos de Estados Unidos. Los cables también revelaban el rol de los principales medios en algunas operaciones ejecutadas desde embajadas estadounidenses pero eso no se publicó. Recién con el trabajo de Sebastián Lacunza y Martín Becerra, publicado en el libro WikiMediaLeaks, apareció esa arista ocultada por la prensa.
En una entrevista Lacunza explicó: “Comenzamos a ver que muchos medios, especialmente aquéllos que habían accedido al dossier completo brindado por Julian Assange, eran muy renuentes a publicar el contenido de los cables referido a ellos mismos. Había allí un material muy rico en cuanto a lobby, definiciones políticas, alianzas estratégicas, que no salía a la luz”. Y Becerra agregó: “Los medios han sido muy poco transparentes con sus audiencias respecto de la conducta que varios de sus más conocidos representantes tuvieron en sus contactos privados con los diplomáticos estadounidenses”.
Parece que pasó otra vez. Y como las bases de datos no se liberan los periodistas de otros medios no pueden acceder y chequear si sigue sin publicarse información relevante.