Las organizaciones sociales volvieron a Plaza de Mayo y reclamaron un salario universal

La Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) movilizó a Plaza de Mayo en el día de San Cayetano, con su agenda de "tierra, techo y trabajo", y por la implementación urgente de un salario universal. Respaldo y reclamos al gobierno nacional.

07 de agosto, 2021 | 22.45

Los movimientos sociales nucleados en la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) se movilizaron desde la Iglesia de San Cayetano, en Liniers, hacia la Plaza de Mayo, bajo la consigna “tierra, techo y trabajo”, por la implementación urgente de un salario universal y el fortalecimiento con créditos de la economía popular, con una concentración masiva que la organización calculó en más de 300 mil personas.

En la fecha que celebra al patrono del pan y el trabajo, desde la UTEP aclararon que no se trató de un acto oficialista ni opositor ya que se trata de una organización gremial independiente de los partidos políticos y el Gobierno, según definieron, aunque algunos dirigentes importantes del sector sean funcionarios o legisladores. En los discursos se encargaron de aclarar que la movilización no significaba una ruptura con el oficialismo, respaldaron a Alberto Fernández y plantearon una agenda de reclamos y propuestas propias del sector..

“Es el grito de los excluidos, marginados, olvidados que el sistema económico y la mayor parte de la dirigencia política no escucha”, advirtieron en el documento leído frente a la Casa Rosada.

La UTEP es el sindicato de la economía popular, que obtuvo el miércoles la personería social en un reconocimiento formal por parte del Estado, con la firma del ministerio de Trabajo, para representar a miles de personas que se inventan sus propias formas de trabajo en todo el país, como el cartoneo, la venta ambulante, la agricultura familiar, la producción textil, la infraestructura social, y varias tipos de emprendimientos productivos.

La movilización comenzó con una misa a las 8 de la mañana en el santuario de Liniers, siguió con una larga caravana por la avenida Rivadavia en la que se sumaban columnas de distintas organizaciones hasta concluir en Plaza de Mayo con la lectura de un documento y los discursos de quienes integran el secretariado del nuevo gremio que apunta a incorporarse a la CGT.

En el texto, la organización considera que la Argentina tiene capacidad para financiar un Salario Básico Universal equivalente a un tercio del salario mínimo y superior a la línea de indigencia. Calculan que un SBU requiere un aumento del 2,2% del gasto primario, y unificar los distintos programas sociales dispersos en distintas áreas del Estado, para “ordenar, integrar y potenciar el sistema de trabajo, empleo y seguridad social”.

“Esto debe realizarse ya. Los derechos de los argentinos y las argentinas están por encima de las ambiciones de los acreedores externos como el Fondo Monetario Internacional”, señalan las organizaciones.

El cierre del acto estuvo a cargo del secretario general, Esteban “Gringo” Castro, que destacó el esfuerzo de todas las ramas de la economía popular, celebró la conformación del sindicato y detalló los puntos de acuerdo entre los movimientos sociales. 

Queremos un gobierno que se parezca cada vez más a su pueblo, que gobierne con nosotros. Acá estamos para decirle a cualquier funcionario, acompañamos, compartí un guiso, compartí la vida un rato con los más humildes y vas a ver que además de que se te van a caer las lágrimas, vas a ser uno nuestro, vas a movilizar con nosotros, vas a pelear por los derechos de los trabajadores y trabajadoras más humildes de la patria”, dijo Castro.

El dirigente planteó una fuerte disputa entre dos proyectos de país, el de la “globalización neoliberal que encaró Macri y se vio clarito que es arrasador con los derechos de los trabajadores y trabajadoras”, y otro “un poco más integrador, industrialista, pero que no nos termina de contener”. 

“Es muy importante la unidad con el movimiento obrero, la profundización de ese debate va a cambiar la Argentina, que será transformada revolucionariamente, como lo hizo Perón y Eva Perón, porque nuestros hijos y nuestros nietos merecen una vida digna, y ahí vamos a estar nosotros acompañando”, cerró Castro en un encendido discurso.

La primera convocatoria fue en 2016, durante el primer año del gobierno de Mauricio Macri, en una fecha fundacional para la unidad de las organizaciones que en aquel momento se conocían como “Los Cayetanos”. El 7 de agosto tiene también un origen simbólico que se remonta a la movilización histórica de la CGT en plena dictadura militar desde Plaza de Mayo hasta el santuario de San Cayetano bajo la consigna “Pan, Paz y Trabajo”.

Antes fue el turno de Dina Sánchez, también secretaria general adjunto de la UTEP, y dirigenta del Frente Popular Darío Santillán, que puso énfasis en la conquista de la personería social. “No hemos olvidado las calles, aquí estamos quienes fuimos excluidos y excluidas, descartados y descartadas del sistema, pero ahora tenemos sindicato para pelear y conquistar nuestros derechos”, dijo Sánchez.

Y señaló la urgencia de avanzar en la implementación de un salario básico universal. “No podemos esperar más, hoy es el momento de empezar por los y las últimas, y hay que priorizar la deuda interna”.

Rumbo a las elecciones legislativas, Dina Sánchez le propuso a los candidatos que “discutan nuestra agenda, porque somos miles y miles, queremos que nos vean, pero también queremos que nos escuchen”.

La secretaria general adjunta de la UTEP y referenta de Somos-Barrios de Pie, Norma Morales, destacó que “el miedo no los paralizó” y fueron las primeras en estar “en las villas y barrios cuidando a nuestros pibes, abuelos y vecinos”, y pidió que se reconozcan las tareas de cuidados comunitarios. “No somos vagos ni planeros, no queremos subsidios. Queremos aguinaldo, vacaciones con nuestras familias, obra social, que nos sigan acompañando”, dijo Morales.

El coordinador nacional de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y diputado nacional del Frente de Todos, Juan Carlos Alderete, destacó a las promotoras barriales de salud y a las mujeres que sostienen los comedores populares. “Enfrentamos la pandemia de Macri y algunos oligarcas piensan que las compañeras que están removiendo las ollas todos los días no analizan la política, que no saben en qué país queremos vivir”, dijo Alderete. “Vamos a jugar con todo para que el Frente de Todos vuelva a ganar las elecciones, no queremos retroceder”, advirtió también el diputado.

El secretario gremial de la UTEP y dirigente del Movimiento Evita, Gildo Onorato, fue el primer orador de la tarde y, en un pasaje de su discurso, destacó que el presidente Alberto Fernández es un “compañero”, descartando versiones de ruptura entre las organizaciones y el gobierno nacional. 

“No subestimen a los pobres, pusimos el cuerpo para que se vaya Macri y vamos a poner el cuerpo para que esas políticas no vuelvan nunca más, tenemos claro dónde tenemos que estar parados”, señaló Onorato. También agradeció y respaldó a Daniel Arroyo, que dejará el ministerio de Desarrollo Social para ser candidato a diputado nacional.

En el párrafo final del documento, que contiene varias citas al Papa Francisco, las organizaciones advierten por la “sobreurbanización de las grandes ciudades y el despoblamiento del campo; el saqueo de materias primas y riquezas naturales no industrializadas; la degradación y corrupción de las instituciones”. 

También advierten que “el peso de la deuda externa contraída por el último gobierno neoliberal constituye otro lastre que impide planificar un proceso de reconstrucción nacional con desarrollo humano”