Mientras el gobierno nacional anunciaba que alcanzó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, y en el Congreso las autoridades del oficialismo y la oposición acordaban la hoja de ruta del tratamiento parlamentario, al mismo tiempo, en el Obelisco porteño había una enorme olla popular en un jornada que incluyó movilizaciones en múltiples ciudades del país para reclamar un Salario Básico Universal, que “paguen la deuda interna” y que “acuerden con el pueblo”.
La convocatoria estuvo a cargo de organizaciones sociales que integran el Frente de Todos, con posturas críticas, demandas y agenda propia, como el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), que tiene a Juan Grabois entre sus referentes nacionales, el Frente Popular Darío Santillán y Nuestramérica.
Dina Sánchez, referenta de la Darío Santillán, fue la vocera principal del acto. “Así como el Fondo Monetario Internacional tiene muchas certezas, nosotros y nosotras también las queremos. Queremos respuestas para el 60 por ciento de la población que vive bajo la línea de la pobreza, y para los 18 millones de pibes y pibas pobres, para nuestras niñeces, para nosotras las mujeres”, advirtió.
“Hace más de un año que nuestro sector viene haciendo una propuesta: el Salario Básico Universal para que ninguna persona caiga en la indigencia, pero puede ser que nuestra propuesta no le guste o no le cierre al FMI”, agregó Sánchez.
En la convocatoria, el MTE señaló que “para hablar de un acuerdo con el Fondo, antes hay que hablar de acuerdo con las y los de abajo que venimos sufriendo la crisis macrista, la pandemia y las consecuencias de una economía condicionada por la deuda”.
La jornada de lucha fue a nivel nacional, en ciudades de Salta, Misiones, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Chaco, Santiago del Estero, Formosa, Chubut, Corrientes y la provincia de Buenos Aires, en municipios como La Matanza, San Martín, Tigre, La Plata y Lomas de Zamora, entre otras.
Las organizaciones, que además integran la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP, apuntan especialmente a la responsabilidad del gobierno de Mauricio Macri en el endeudamiento y la dependencia política con el FMI, que condiciona “la vida de toda la población, sobre todo la de los y las que menos tenemos”.
“Hoy ya no podemos cambiar el pasado pero sí marcar la cancha en el presente para lo que viene. Por un lado es fundamental que se investigue a dónde fue a parar esa millonada de la que los sectores populares no vimos ni una moneda puesta en hospitales, escuelas, ni viviendas. Que se castigue a los vivos de siempre, que paguen ellos la deuda, y sentar precedente de una vez para que no nos vuelvan a arrastrar a otra crisis”, señalaron.