El ex presidente Mauricio Macri minimizó la investigación que demuestra las reuniones que mantuvo en la Quinta de Olivos con los jueces Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Raúl Pleé quienes estaban a cargo de causas contra la oposición de su gobierno y justificó esas visitas al argumentar que con uno de ellos jugaron al tenis por tener amigos en común.
En una entrevista con TN, el ex presidente aseguró que durante su mando "los jueces trabajaron en libertad", a lo cual, la conductora Luciana Geuna le reguntó por la investigación de El Destape denominada "Operación Olivos": "El hecho de que los jueces hayan ido a la Quinta de Olivos a jugar al paddle, a actividades recreativas, jueces que tenían a su cargo causas importantes de corrupción...".
"No generalicemos. Fue un juez que arrancó porque tenía un compromiso con el Código Penal, hizo una propuesta muy buena, y fue a jugar al tenis, varias veces conmigo, porque teníamos amigos en común", intentó minimizar y esquivar la pregunta el ex presidente.
Al respecto, Geuna le repreguntó: "Para ustedes ¿está bien eso? Si hoy un juez va a jugar al tenis con Alberto Fernández, un juez que tiene una causa suya como es la del Correo, para ustedes ¿está bien?".
Nervioso y evidentemente incómodo, Macri no respondió y aclaró: "Pero yo no participé jamás en esas causas". Acto seguido, el ex presidente desvió la discusión y aseveró que "todo ese cinismo del Lawfare que no se lo cree nadie".
Además, replicó: "Muchas causas del kirchnerismo empezaron antes de que yo llegue, muchas venían desde antes que yo llegue".
Operación Olivos
A través de una investigación de El Destape, los documentos de la Operación Olivos demuestran que el propio Macri estuvo a la cabeza de ese dispositivo que significó las visitas frecuentes de jueces y fiscales a la Quinta presidencial.
Las quince visitas del juez de Casación Mariano Borinsky -clave para convalidar el desarrollo de causas emblemáticas del lawfare-, la asistencia frecuente de magistrados como Gustavo Hornos y Raúl Plée -patrones de Comodoro Py- y la convocatoria puntual de jueces y fiscales que debían decidir sobre expedientes “K” son una prueba irrefutable de la promiscuidad político-judicial durante el macrismo.
Al límite de la obscenidad intelectual, los involucrados aducen que se trató de encuentros recreativos, partidos de fútbol, tenis o padel, sin roce con la realidad que debían administrar.