Raúl Pleé, fiscal ante la Cámara de Casación Penal, reconoció que se reunió con el entonces presidente Mauricio Macri en la Quinta de Olivos en marzo de 2018. No dijo nada, sin embargo, de la presencia en la misma reunión de Gustavo Arribas, el jefe de los espías en la era Macri, tal como reveló El Destape. Y para justificarse dio una explicación insólita: que Macri lo citó para decirle porqué no lo había elegido como su candidato para Procurador General.
La explicación de Pleé fue por escrito. Lo hizo luego de que, tal como informó El Destape, la Comisión Bicameral de Seguimiento del Ministerio Público le requiriera al Procurador interino Eduardo Casal que informara si había iniciado alguna medida disciplinaria contra Pleé por la reunión con Macri y Arribas en Olivos que reveló este medio en la saga de notas de la "Operación Olivos".
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Tres días después de la respuesta de Pleé, Casal cerró el caso. Se hizo eco de las “explicaciones” del fiscal con asiento en Comodoro Py y decidió “la reserva de las actuaciones sin más trámite”. El viernes pasado se lo informó a la comisión bicameral del Congreso que le hizo el requerimiento.
Es decir, el Procurador interino protegió al fiscal de la Casación como lo hizo con Carlos Stornelli. A la par, en una actitud misógina, criticaba a un grupo de fiscalas por reunirse con el ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, para discutir cuestiones de género, lo que provocó cuestionamientos muy diversos contra Casal del mundo judicial.
¿Qué esgrimió Pleé en su nota al Procurador interino? Como prueba de sus argumentos el fiscal Pleé acompañó notas de Clarín y La Nación que más que ayudarlo lo comprometen. Las publicaciones mencionan la existencia del encuentro que se realizó el 23 de marzo de 2018 en la residencia presidencial pero nada dicen de la presencia de Arribas. Tampoco de lo irregular de que un presidente cite a un fiscal que lleva causas sensibles para el gobierno de turno.
“Es cierto que en el mes de marzo de 2018, más precisamente el lunes 19, fui convocado –a través de su secretaria privada- por el entonces Presidente de la Nación, ingeniero Mauricio Macri, a una reunión a desarrollarse en sus oficinas de la quinta presidencial de Olivos”, reconoció Pleé en la nota que elevó al Procurador General interino Casal el 13 de abril.
En su nota, el fiscal ante la Casación sostuvo que “al aceptar esa invitación” de Macri “todavía no había sido publicado quién sería la persona que iba a ser propuesta para el cargo de Procurador General de la Nación”. Pleé afirmó que “era de público conocimiento en el foro” que “podría ser yo un posible candidato a cubrir aquella vacante. De modo que mi aceptación a concurrir a Olivos obedecía –en ese momento- a una natural expectativa”.
“Al concretarse el encuentro -siguió Pleé en su escrito-, el día viernes 23 de marzo, el entonces Presidente (quien ya había adelantado uno o dos días antes el nombre de la postulante) me indicó los motivos de su elección en otra persona requiriéndome que, a pesar de no ser el elegido, permaneciera en mi cargo un tiempo más sin acogerme a los beneficios jubilatorios”.
Este punto es clave: poco después de la reunión, el 26 de abril de 2018, Pleé pidió la detención de los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa, dueños del Grupo Indalo. Al día siguiente, la Sala I de la Cámara de Casación ordenó la detención.
Luego Pleé también benefició a Macri en otra causa. Y no solo a Macri sino también a Arribas, el otro presente en la reunión en Olivos. Y nada menos que en una causa de espionaje ilegal: en el caso que gira en torno a Marcelo D’Alessio, involucra al hoy procesado fiscal Carlos Stornelli y al juez Claudio Bonadio y cuya terminal era la AFI, todo investigado por el juez Alejo Ramos Padilla.
La estrategia de Macri y Arribas, que coincidía con la de Stornelli, fue quitarle la investigación a Ramos Padilla y derivarla hacia la ciénaga de Comodoro Py. Apenas le tocó intervenir, el 16 de julio de 2019, el fiscal Pleé pidió que la Corte Suprema le quitara la causa a Ramos Padilla y la remitiera a Comodoro Py. Macri tenía razones para pedirle que se quedara.
La maniobra en el D'Alessiogate no prosperó pero tiempo después la replicó en otro caso de espionaje ilegal que preocupa al macrismo: el que se inició en los tribunales de Lomas de Zamora. Allí sí el macrismo logró su cometido: el caso pasó recientemente al edificio de Comodoro Py.
Y este lunes, por ejemplo, se conoció que Pleé irá a la Corte Suprema de Justicia para intentar dar vuelta el sobreseimiento de la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y del gobernador Axel Kicillof, entre otros, en la causa Dólar Futuro. El fiscal pretende que se revierta lo resuelto por la sala I de la Casación y que se haga el juicio en uno de los casos paradigmáticos de Lawfare.
Interrogantes
La explicación oficial de Pleé abre diversos interrogantes.
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La justificación de por sí es muy endeble. El fiscal ante la Casación concurrió a la casa del Presidente para hablar sobre la Procuración General cuando el propio Macri ya había anunciado en los días previos que su candidata para ese cargo era Inés Weinberg de Roca. ¿Qué explicación debía darle un Presidente de la Nación a un fiscal sin representación institucional? ¿Y encima con la presencia de Arribas, jefe de la AFI?
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Si era tan pública y visible la reunión ¿por qué el gobierno de Macri la omitió en la lista de ingresos que le envió entre fines de 2018 y principios de 2019 a la ONG Poder Ciudadano ante un pedido de información pública? El encuentro se dio nueve meses antes del envío de esa nómina a la ONG. ¿Y por qué el macrismo intentó que no se conocieran esos ingresos a la residencia presidencial? Los negó mientras fue gobierno (Poder Ciudadano los siguió requiriendo sin lograr respuestas positivas del gobierno) y exfuncionarios del mismo espacio intentaron que la Justicia no acceda a ellos en la causa de la Mesa Judicial PRO.
- Pleé citó dos artículos en su nota a Casal, uno de Clarín y otro de La Nación para legitimar su explicación. Pero más que aclarar, oscurecieron. El artículo de Clarín sostiene que en el encuentro del 23 de marzo de 2018, Macri y el fiscal –no mencionan a Arribas- “refrescaron una vieja relación que se remonta al club Boca Juniors. La letra de lo que hablaron quedó en el secreto de confesión de este tipo de encuentros, en los cuales se nombra lo innombrable y se habla de terceros ausentes”. Es decir, contradice al propio Pleé quien asegura que en el encuentro solo se habló de su paso en falso hacia la Procuración General. Si bien en la nota de Clarín se señala que “lo principal fue la explicación de Macri de por qué había elegido una outsider del sistema, como Weinberg, y no a un baqueano como él” también se da a entender que Pleé lo asesoró respecto a los alcances de la Acordada 4 de la Corte Suprema de Justicia que, por aquellos días, dio por tierra con la creación de un nuevo TOF a medida del PRO. Al parecer el asesoramiento de dirigentes cambiemitas no era ajeno a Pleé. En la nota de Clarín que citó el propio Pleé también se dice que el fiscal “se mueve como asesor oficioso de Pichetto tanto como de Pinedo” en el Senado.
- En el artículo La Nación, del 8 de abril de 2018, se ratifican sus relaciones con el mundo cambiemita: se hace mención a sus “sólidos vínculos con Daniel Angelici, presidente de Boca, y con los senadores del ‘peronismo racional’, con Miguel ángel Pichetto a la cabeza, pero también con Federico Pinedo, del riñón del Gobierno”. Pichetto luego fue candidato a vicepresidente de Macri. Pero eso no es todo. En el artículo de la Tribuna de doctrina, también se destacó que esa semana hubo noticias judiciales en el caso del Grupo Indalo: “Esa misma semana los camaristas Eduardo Farah y Jorge Ballestero habían liberado a Cristóbal López y le cambiaron la calificación por una más benévola”, se señaló en el artículo en cuestión, destacando la importancia de ese caso para el entonces oficialismo. Y hasta se agregó una frase que le dijo el fiscal ante la Casación al Presidente en la cumbre de Olivos: “Pleé le dijo que se iba a quedar, pero no para ayudar a Weinberg de Roca, sino a Macri”. Al parecer, eso hizo el fiscal: tal como se mencionó, el 26 de abril de 2018, poco después del encuentro Macri-Pleé-Arribas, el fiscal ante la Casación pidió la detención de los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa, los dueños del Grupo Indalo, algo que le quitaba el sueño a Macri. Al día siguiente, la Sala I de la Cámara de Casación ordenó esa detención. Uno de los que firmó ese fallo fue el juez Gustavo Hornos, visitante de Macri en la Casa Rosada y Olivos, tal como reveló la investigación de El Destape.
- Por otro lado, en ninguno de las dos artículos citados por Pleé en su nota a Casal se hace referencia a la presencia del jefe de la AFI macrista, Gustavo Arribas, quien de acuerdo a los registros de ingresos estuvo en la Quinta de Olivos en el mismo destino y al mismo tiempo que el fiscal.
Pleé es uno de los fiscales más poderosos de los tribunales de Comodoro Py, es un histórico, y tal como publicó este medio en la saga de notas que integran la “Operación Olivos”, intervino en causas clave como la denuncia del fiscal Alberto Nisman, la causa Dólar Futuro, la farsa de las Fotocopias de los Cuadernos, el desguace del Grupo Indalo y la investigación por espionaje ilegal donde está procesado el fiscal Carlos Stornelli, entre otras.
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En la nota que le dirigió al interino Casal, en pos de defender sus dictámenes, que casualmente en la mayoría de los casos de impacto político coincidieron con los intereses del macrismo, Pleé manifestó: “En todos y cada uno de los expedientes en los que me ha tocado intervenir en representación del Ministerio Público Fiscal, lo he cumplido conforme el compromiso asumido de promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad, bajo estrictas reglas de objetividad y lealtad procesal; ejerciendo mi función con total autonomía funcional, es decir, sin sujeciones a instrucciones particulares de ninguna índole y ajeno a las influencias de cualquier tipo”. Pero por el contrario, las notas que citó para legitimar su postura lo vinculan con un sector político muy definido.
Además, para las partes que sufrieron sus dictámenes, esas palabras, tras la confirmación de su visita a Olivos, equivalen a una mera cuestión de fe. Lo que se desprende de los hechos es que el fiscal ante la Casación estuvo en la residencia presidencial sin un motivo de peso aparente antes de resolver en causas de peso político. Y en esos expedientes dictaminó de acuerdo a los deseos del líder del PRO.