El periodista y médico Nelson Castro volvió a atacar a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner con desagradables observaciones que, una vez más, carecen de sustento científico. Para no abandonar sus operaciones, el hombre de TN se valió de conceptos de la psiquiatría y la psicología.
No conforme con haberla tildado de "mala", le diagnosticó distintas enfermedades mentales como el síndrome de hubris y patologías vinculadas al poder.
"Cristina tiene una personalidad absolutamente avasalladora, narcisista, obsesiva. Ustedes saben que una de las características del síndrome de hubris es que es una enfermedad del poder", aseguró el periodista sin ningún reparo en el editorial que luce semanalmente en el canal que no se cuida en evitar los lugares comunes de la violencia machista.
"Ella cree que es el centro de todo, que la realidad es como ella cree que es, que ella conoce la solución de todo y que las ideas diferentes de los otros no tienen ningún valor", insistió Castro sin citar, al menos, un fundamento científico para argumentar lo que no deja de ser una acusación.
En 2013, especialistas en salud mental y bioética cuestionaron con indignación el proceder del operador macrista y consideraron que cometió una “grave falta de ética” profesional, que “debería ser juzgada” si estuviera ejerciendo como médico, por pronunciar un diagnóstico “burdo” y “sin validez científica” en su programa de TN. Pero pareciera que el conductor, así como no tiene escrúpulos, tampoco tiene memoria.
"Cristina que, además, es una mujer no solamente patológica en su personalidad sino ordinaria en su trato", remarcó sin ningún reparo en la pantalla del canal que sigue avalando sus expresiones de odio machista. No hace falta ser un experto para notar que lo que busca es estigmatizar y descalificar la figura de nada más y nada menos que la vicepresidenta de la Nación a través de etiquetas vacías, carentes de sustento y centradas únicamente en la figura de Cristina o los referentes que la rodean.
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Pese a haber sido cuestionado por la comunidad médica en varias ocasiones, Castro sigue operando y mal utilizando su título en medicina para confabular operaciones mediáticas contra la vicepresidenta, como si la comunidad científica aceptara que un médico diagnostique lo que acontece en la mente de un paciente.