Una amistad que fue un regalo de la vida

22 de junio, 2021 | 20.02

Durante el último año y medio, Horacio se acercaba todos los jueves a los encuentros que organizamos con un conjunto de amigos y compañeros para charlar sobre la coyuntura política. Su humor bautizó esa cita semanal “zoom politikon”. No ignoraba, claro, que su presencia prestigiaba el evento. Sin embargo, con total sencillez y buen humor aceptaba la disciplina de los límites temporales de sus intervenciones. Desconocedor de cuál sería el tema que se trataría, aceptaba la invitación a hablar y viajaba, con su erudición y su profundidad por la historia de las palabras y las cosas que concernían al asunto. Pero no es éste el aspecto de su persona que querría destacar en este momento de dolor y extrañeza: Horacio se prestaba a que sus impresionantes reflexiones sobre los más variados asuntos de la política, de la historia, de la cultura nacional y universal fueran amablemente reconvenidas para que se ciñeran a los tiempos previstos para el uso de la palabra. Se reía de sus propios entusiasmos desmesurados cuando se internaba en los laberintos que el tema suscitado provocaba en su conciencia: quería sentarse como uno más alrededor de un fogón imaginario que lo rodeaba con su cariño y su admiración.

Mi trato con él no fue intenso ni continuo. Lo llevaré conmigo como un regalo de sabiduría, sencillez y generosidad. Compartí con él, en la dosis y con la intensidad que la vida nos permitió, el drama de la suerte de nuestra patria. Pero también el gusto por el tango y por la cultura popular. La emoción de los libros. El dolor por nuestra densa historia nacional. El entusiasmo en la Plaza de Mayo en los días duros o felices de las convocatorias patrióticas. El café para la reflexión y la crítica. Pero sobre todo el gusto de la amistad generosa y desinteresada.

Saludo a Liliana, su compañera, y a sus otros muchos amigas y amigos. Supe del amor y el respeto que ellxs le profesaban cada vez que compartí hermosas mesas de conversación con el preciado amigo que hoy se fue. Dolor por su partida. Y gratitud por haber compartido algunos momentos de la vida con este prócer de la cultura, del pensamiento y de la amistad. Hasta siempre Horacio.