El fallido operativo de seguridad en torno al masivo velatorio de Diego Maradona en la Casa Rosada, que derivó en caos y represión por parte de la Policía de la Ciudad en los alrededores de la Plaza de Mayo, provocó cruces entre la Nación y el gobierno porteño. Cada parte acusa a la otra de ser responsable de los incidentes y no poder contener los desbandes, que se dieron incluso en la propia Casa de Gobierno.
“Era un operativo de Ciudad. Nosotros dimos apoyo en la zona de la Casa Rosada”, indicaron a El Destape desde el ministerio de Seguridad de la Nación. Y señalaron que los incidentes principales empezaron en una zona que era de exclusiva jurisdicción de la Ciudad. En un comunicado, desde la cartera que conduce Sabina Frederic fueron contundentes: “Deslindamos de responsabilidad a las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales de los incidentes registrados, debido a que los mismos han sido generados por la policía de la CABA”. “Si algún miembro de las fuerzas federales hubiera ejercido algún acto contrario a las órdenes dadas por esta cartera será investigado, sumariado y puesto a disposición de aquello que determine la investigación que se le inicie”, añadieron.
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Desde el gobierno porteño, aseguraron a este medio que “la organización integral del velatorio en la Casa Rosada y sus respectivos ingresos estuvo a cargo del Gobierno Nacional”. Desde el entorno de Horacio Rodríguez Larreta se defienden bajo el argumento de que “el operativo de seguridad estaba bajo el Comando Unificado (PFA, GNA, PSA, PDLC) a cargo del Gobierno Nacional, que da instrucciones a la Policía de la Ciudad y el resto de las fuerzas”.
Según se desprende del portal del gobierno nacional, “la coordinación del velorio de Diego Maradona en Casa Rosada se encuentra a cargo de Presidencia de la Nación”. Por eso, en el Ejecutivo nacional ponen el punto de quiebre en la represión que comenzó en la zona de 9 de Julio y Avenida de Mayo, que le adjudican exclusivamente a la policía porteña. Allí hubo balas de gomas, gases lacrimógenos y camiones hidrantes. En esa área se había intentado “cortar” la cola interminable de gente, ya que se calculaba que era imposible que la multitud que se acercó a despedir al "Diez" pudiera ser parte del velorio antes de las 16, la hora que se había fijado como límite para despedir a Maradona.
El subsecretario de intervención federal del Ministerio de Seguridad de la Nación, Luis Morales, apuntó directamente contra la gestión porteña por el caos que se produjo tras la intervención de la policía de la Ciudad en aquella zona: “Por supuesto que no ordenamos la represión”, dijo Morales en diálogo con Radio con Vos. “La jurisdicción donde empezaron los incidentes fue 9 de julio y Avenida de Mayo. En esos incidentes participó la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Es jurisdicción del gobierno de la Ciudad”, explicó en el programa Pasaron Cosas.
Morales también aclaró que “el gobierno nacional no tiene jurisdicción como para indicar reprimir a una fuerza de seguridad” y “de ninguna manera hubiera dado esa indicación”.
El funcionario continuó con su relato: “Una vez que se produjeron los incidentes en 9 de julio y Avenida de Mayo hubo un desbande”. Los desmanes llegaron a la Casa Rosada, lo que derivó en el cierre del ingreso a la Casa de Gobierno, donde la seguridad estaba en manos de la Casa Militar. Tal fue el caos que se debió reubicar el féretro en otro salón del edificio gubernamental.
“Los desmanes generados por la policía de CABA produjeron una presión sobre las personas que estaban aguardando para ingresar a la Casa Rosada, por lo que, en función de evitar que cualquiera de ellas sufriera asfixia, aplastamiento o contusiones por esa presión, se decidió correr las rejas”, informó el ministerio de Seguridad de la Nación. “El corrimiento de esas rejas fue necesario para que se pudiera reestablecer el orden en la Plaza de Mayo. Las Fuerzas Federales, una vez que la presión empezó a ceder, retomaron su despliegue preventivo para que pudiera reiniciarse el velatorio de Diego Maradona”. Pero la despedida del mejor futbolista de todos los tiempos no se pudo volver a retomar.
Morales explicó que como la voluntad del gobierno nacional era evitar la represión, “los jefes de la Policía Federal Argentina se comunicaron con las máximas autoridades de la Policía de la Ciudad para solicitarles que se cese cualquier tipo de incidente para que no se produzcan más desbandes y se proteja la integridad física de la gente”. El funcionario nacional dijo que antes de que se produzca la intervención de la policía porteña “la gente estaba ordenada, cantando, esperando”.
En este contexto, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, le reclamó vía Twitter a Horacio Rodríguez Larreta que cese la violencia policial contra la multitud que fue a darle el último adiós al "Diez". "Le exigimos a @horaciorlarreta y @diegosantilli que frenen ya esta locura que lleva adelante la Policía de la Ciudad. Este homenaje popular no puede terminar en represión y corridas a quienes vienen a despedir a Maradona", apuntó el funcionario.
Los incidentes provocaron el final del velorio, que en principio se había intentado extender hasta las 19. Según informó Presidencia de la Nación, “una vez que se controló de manera pacífica la situación, la familia transmitió su deseo y voluntad de dar por concluida la ceremonia”. Pocos minutos después, los restos de Diego Maradona fueron trasladados al Cementerio de Bella Vista. Una multitud acompañó el cortejo fúnebre para volver a despedir al astro del fútbol mundial.