Pese a que el Gobierno dijo que el ahora ex ministro de Salud, Mario Russo, renunció por motivos "estrictamente personales", lo cierto es que su salida se dio en medio de versiones sobre presuntos pedidos de coimas y una guerra interna con su reemplazante, Mario Lugones.
"La Oficina del Presidente informa que el Dr. Mario Russo presentó su renuncia como Ministro de Salud por cuestiones estrictamente personales. El Presidente Javier Milei y el Gobierno Nacional agradecen al Dr. Mario Russo por su trabajo, compromiso y dedicación al frente de la cartera", señalo el Gobierno ayer por la noche, buscando evitar que se genere polémica por la salida del titular de la cartera sanitaria.
Sin embargo, Russo estaba asediado desde diferentes frentes. Por un lado, desde hace meses que era cuestionado por la falta de prevención frente a la epidemia de dengue del verano pasado. Se trata de críticas que volvieron de cara a la necesidad de comenzar con la campaña para el verano 2024-2025, y mientras el gobierno de Javier Milei evita incluir la vacuna contra esta enfermedad en el Calendario Nacional de Vacunación.
Pero, por otro lado, otro golpe político, con sospechas de corrupción incluidas, terminó por eyectarlo de la silla de ministro el jueves, según versiones periodísticas que circularon en las últimas horas. En ese sentido, el periodista de Clarín Marcelo Bonelli afirmó que fue Russo el ministro señalado por el papa Francisco por supuestos pedidos de coimas. "La denuncia de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, ante el Papa Francisco sobre un hecho de corrupción, finalmente estalló este jueves a la noche. Fue una bomba que explotó después de las 22 y sacudió a las redacciones: se va el ministro de Salud, Mario Russo", describió Bonelli en su columna semanal en ese medio.
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La semana pasada, el sumo pontífice había relatado que le contaron sobre un inversor que relató que un ministro de un gobierno argentino, sin precisar cuál, le había pedido una coima. "Fue a presentar al ministro el nuevo plan de nuevas extensiones, y el ministro atendió muy bien y dijo ' déjemelo' ya lo van a llamar", dijo Francisco al brindar un discurso en el marco de la conmemoración de los 10 años del primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares. Luego, siguió: "Al día siguiente lo llamó el secretario del ministro y dijo 'dentro de dos días puede pasar y le entregamos el permiso y todo'. Pasó, le entregó todos los papeles y la firma. Se estaba por levantar y le dice '¿y para nosotros cuánto?'. La coima, el diablo, entra por el bolsillo, no se olviden". Según Bonelli, quien habría dado a conocer esa versión al jefe del Vaticano fue Pettovello, y en referencia al propio Russo.
Hay un tercer factor que influyó en la salida intempestiva de Russo, y es su interna a puertas cerradas con, precisamente, el ahora designado nuevo ministro, Mario Lugones. Concretamente, el ahora exfuncionario buscó limitar, horas antes de su salida, las funciones de María Cecilia Loccisano. Se trata de la secretaria de Gestión Administrativa que, según las versiones periodísticas, actuaba prácticamente como representante del propio Lugones en la gestión de Russo.
Al respecto, el portal La Política Online dio a conocer una resolución interna del Ministerio de Salud, fechado el jueves 26 de septiembre, en la que Russo pide "limitar las funciones pertinentes a la doctora María Cecilia LOCCISANO (DN.I. N 22.954.305) a cargo de la Secretaría de Gestión Administrativa", una muestra directa de la feroz interna que terminó estallando ese mismo día. De hecho, las misma versión sostenida por ese portal indica que el ahora exministro también quiso limitar las funciones de otros funcionarios sospechados de complicidad con Lugones, como el secretario de Acceso a la Salud, Pablo Bertoldi; el coordinador de logística de esa secretaría, Juan Pablo Saulle; y la directora General de Administración, Sabrina Fittipaldi, entre otros. Por ahora, todos siguen en su cargo.