El embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello, anunció este lunes que la primera visita del flamante ministro de Economía, Sergio Massa, a Estados Unidos será en la primera semana de septiembre próximo. A poco de asumir, el massismo informó que la primera gira del ministro tendría como escalas: Washington -sede del FMI-, Nueva York -sede de la plaza financiera estadounidense-, París -sede del Club de París- y Qatar, un país con un poderoso fondo soberano.
"Hoy, con Sergio Massa hemos definido su próxima agenda en Estados Unidos. A fines de agosto recibiré, en la embajada argentina en Estados Unidos a una Misión Técnica de Alto Nivel del Ministerio de Economía encabezada por Leonardo Madcur. Primera semana de septiembre confirmamos visita ministro Sergio Massa a Washington DC", tuiteó el embajador Argüello.
En las diferentes escalas, Massa planea sentarse con las autoridades no solo del FMI y del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, sino también con otros organismos de crédito de inversores como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), referentes de Wall Street, el Club de Paris y el Fondo Soberano de Qatar, este último, "uno de los más grandes del mundo", se entusiasman en el equipo de Massa.
El objetivo inmediato será conseguir dólares, sobre todo mediante préstamos internacionales, para de esa manera aumentar las reservas y lograr estabilizar los números fiscales. El objetivo final, señalan cerca de Massa, es fortalecer "la producción nacional y la exportación de trabajo argentino" y, de ese modo, generar a su vez empleo genuino que permita reemplazar los planes sociales por trabajo. También esperan lograr inversiones para avanzar en proyectos energéticos y de seguridad alimentaria.
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En su equipo económico explican que las reservas del Banco Central pueden crecer de tres modo: mediante un aumento de las exportaciones, mediante el turismo receptivo y mediante la atracción de inversiones productivas. El viaje buscará explotar esta última opción, sobre todo cuando los incentivos para que el campo liquide su cosecha lucen complicados y la balanza comercial del turismo en Argentina sigue siendo negativa.