En una semana que se pronostica como de alto voltaje para la oposición dialoguista, nadie quiere quedarse sin una batalla simbólica que dar. Todos van a intentar mostrar iniciativa, siempre sobre temas diversos y con cierta desprolijidad. El primero que consiga el apoyo necesario, se impondrá y dejará al resto en espera. La arena elegida para la disputa será, una vez más, el Congreso.
Todos los bloques pidieron sesiones, prácticamente superpuestas, con pocas horas de distancia. El PRO, junto a La Libertad Avanza buscarán recuperar la perdida el miércoles pasado. Para eso, dependerán, una vez más, del bloque Encuentro Federal que, según pasan los días, acumula cada vez más enojo con el gobierno nacional.
El bloque comandado por Miguel Ángel Pichetto, con intenciones de ampliarse, tomó la decisión de no prestarse a un juego que alimente la grieta y los cruces en redes sociales. Si Martín Menem y el resto de los espacios políticos no ceden ante las recomendaciones del ex senador, va a ser difícil que encuentren una síntesis. Lo cierto es que Encuentro Federal tiene definido, por el momento, ir a fondo con la sesión que pidieron ellos, para el día siguiente.
Pichetto está enojado, molesto, porque este gobierno no respeta los modos tradicionales de hacer política. Por las promesas incumplidas, por los golpes innecesarios para que se sancione la ley Bases y por la posterior falta de reglamentación. ¿Quieren gobernar realmente o son solo videitos para X?
Hace no mucho, se lo escuchó despotricar contra el Gordo Dan, uno de los trolls estrella del gobierno, aquel que señaló a varios funcionarios y firmó su despido. El ex candidato a vicepresidente de Mauricio Macri no puede creer cómo algunos acuerdos políticos son dados de baja por este personaje del ecosistema libertario.
La molestia se notó esta semana, cuando Nicolás Massot, también de Encuentro Federal, cruzó al tuitero en el ring virtual. El bloque va sumando cada vez más enojo, ya que otra de las figuras molestas es Emilio Monzó. Sin embargo, pese a que los cortocircuitos van en aumento, todavía tienen la intención de discutir y acompañar iniciativas que alimenten el despegue de la economía.
La figura de Pichetto no genera una confianza extrema entre los aliados de Javier Milei. Se lo suele ubicar como figura ambivalente, pero se descartó que su bloque pueda expresar una posición combativa sin su consentimiento. Sin embargo, para esta semana su decisión final será clave. Este fue el espíritu con el que se creó al espacio, primero llamado Hacemos Coalición Federal. Siempre se quiso ser la llave, para uno u otro lado, que destrabe debates.
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El martes a la tarde, el bloque Encuentro Federal se va a reunir para terminar de definir una posición. Sin embargo, una fuente parlamentaria advirtió que, más allá de las dudas que algunos puedan tener sobre Pichetto, hay varias figuras en el bloque que pasaron de dialoguistas a enojados, como Monzó y Massot. Siempre mostraron algunas críticas o distancias con las posturas del gobierno pero, hasta ahora, se inclinaron por cooperar. Con las jugadas oficialistas del último tiempo, la cancha pareciera inclinarse en sentido contrario. No dar quórum el miércoles (otra vez) es una posibilidad.
Después de la sesión convocada por el PRO y el oficialismo para recuperar la sesión perdida esta semana, la UCR pasará a ser protagonista con una convocatoria propia para abordar la problemática universitaria. Si el primer debate consigue quórum, este segundo quedará en espera y no se hará. En caso de que el primero fracase, podría ser viable la discusión por la educación.
En la UCR se acotó que lo más inteligente para el gobierno sería convocar a una sola sesión con todos los temas requeridos y fragmentados en distintas convocatorias. De ese modo, se quiere condicionar la presencia de Encuentro Federal.
Las universidades no iniciarán el segundo cuatrimestre por la precaria situación de los salarios docentes y no docentes. Habrá 72 horas de protesta con paros y distintas actividades, será el 12, 13 y 14 de agosto, y otras 48 horas similares unos días más tarde, el 20 y 21 de agosto.
El radicalismo había convocado a una sesión por la problemática educativa para el 4 de julio, pero quedó en la nada. Ahora, volvió a reflotar ante el conflicto universitario. Se había apostado por una resolución del inconveniente paritario mediante reuniones entre los gremios y el gobierno, pero no hubo éxito.
En la UCR, en principio, sí tienen pensado dar quórum a la sesión pedida por el PRO y el gobierno, antes de la propia.
Los pedidos de actividad parlamentaria no finalizarán allí sino que, el jueves a las 10, se solicitó otra sesión, en este caso para tratar el DNU que incrementó en $100.000 millones los fondos reservados de la SIDE. Fue pedida por el bloque Encuentro Federal, por un sector de la UCR y por la Coalición Cívica. Esta es la sesión a la que apostará el armado presidido por Pichetto.
Para esta convocatoria, se cuentan para el quórum a los radicales que firmaron el pedido de sesión (un total de siete) y los que responden a Martín Lousteau (un número más o menos similar) que se comprometió a acompañar la jugada. Unión por la Patria también está contabilizado entre los aliados para habilitar la sesión, como la izquierda. En una proyección conservadora, no se contabilizan los diputados que responden a gobernadores, salvo excepciones como los cordobeses de Encuentro Federal. Francisco Morchio, por ejemplo, responde a Rogelio Frigerio, e Innovación Federal tiene ascendente en mandatarios provinciales.
Por fuera del recinto, el PRO también hizo su propia jugada y llamó a una reunión de la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos presidida por Silvia Lospennato, “para abordar el tema de la visita de un grupo de Diputados/as nacionales al Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza”. Por el momento, en el macrismo se trabaja en buscar antecedentes para definir una línea de acción.
La ensalada de convocatorias dejó en evidencia que todos quieren mostrar iniciativa, que todos quieren liderar alguna temática y que no hay forma, por el momento, de lograr un consenso amplio. De este modo, la primera sesión que consiga el quórum liquidará a todo el resto.