Desde este lunes, 49 emisoras de Radio Nacional a lo largo y ancho de todo el país son obligadas a transmitir la señal LRA1, desde la Ciudad de Buenos Aires, decisión que deja a los oyentes sin acceso a la información local y regional, principalmente en el horario central de las mañanas, que estará ocupado por un programa de entretenimiento.
En la víspera de los 87 años de la primera transmisión de la radio pública, los trabajadores y trabajadoras de las emisoras del interior recibieron un comunicado oficial, en el que “en virtud de lo establecido por la intervención de RTASE, se informa que todas las frecuencias de AM y FM de todas las emisoras del país” deben transmitir parte de la nueva programación de LRA1 RN Buenos Aires afectando fundamentalmente el horario central de la mañana. Esta resolución fue firmada por Héctor Caballero, director ejecutivo de Radio Nacional.
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En lugar de la programación local de cada región se escuchará de 7 a 10, desde la capital federal, “Ramos Generales” con la conducción del actor Diego Ramos, un programa vacío de información y edulcorado para el entretenimiento. Además los mensajes al poblador sólo se emitirán dentro del panorama de las 8 am y durará 5 minutos; y después de las noticias del mediodía se ocupó un ciclo deportivo centralizado de 13 a 14.
“Los oyentes llaman preguntando qué sucede con el aire, con los programas que escuchan diariamente”, contó a El Destape uno de los trabajadores de LRA57 RN El Bolsón. “Necesitan la información de la zona para por ejemplo saber el estado de la ruta. No quieren saber qué pasa en Buenos Aires”, agregó.
La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren) repudió esta decisión: “La programación local de cada emisora garantiza que se informe según lo que ocurre en cada lugar, que se escuchen todas las voces en todo el país, que se fomenten la cultura y las economías regionales, que se promuevan derechos y la identidad de nuestro pueblo en cada uno de los rincones de la Patria”.
Para las emisoras de cada región del interior del país esta decisión significa el silenciamiento de la información para el público que busca saber lo que ocurre en sus pueblos, ciudades o provincia, lejanos a Buenos Aires. Después de quitar la privatización de los medios públicos de la Ley Bases, esta maniobra supone también para los trabajadores y trabajadoras una suerte de amenaza de vaciamiento para que la comunicación pierda autonomía informativa y soberanía informativa.
Este jueves se realizará una asamblea general con todos los gremios miembros de las mesa sindical y trabajadores de las radios nacionales para evaluar los pasos a seguir frente a este atropello a los medios públicos.